Lejos del mundanal ruido
JAVIER MINA La campeona de Euskadi y Francia de esquilado a tijera, Jaione Esnaola, manifestaba desde la rotundidad de sus 17 a?os que no le pide nada al mundo: "lo ¨²nico que me gusta es estar con las ovejas". Tan elocuente menosprecio de Corte y alabanza de aldea, que en su d¨ªa compartieron Horacio y los hippies, anida secretamente en el coraz¨®n de todos los ciudadanos. De todos menos de quienes viven precisamente en el campo, porque la tierra es dura. Tanto, que no retornamos a ella sin una resistencia previa feroz pese a que el apagamiento progresivo de las facultades nos conduzca irremisiblemente a su seno. Sien embargo, los ruidos de la ciudad pesan demasiado, sobre todo los de la ciudad pol¨ªtica. Y resuenan tan estridentes que dan ganas de irse hasta de Stormont, por no hablar de ese suburbio del empalme, la escucha subrepticia y el foto-mat¨®n. Malvivimos en la vor¨¢gine metropolitana que ora nos poluciona olfativamente a base del chanchullo amiguista y de la trapacer¨ªa grupal, ora nos sumerge en el caos circulatorio del yo soy vasco, t¨² no eres vasco, ¨¦l se autodetermina, nosotros nos entendemos, vosotros os call¨¢is y ellos nos pisan. Atascos competenciales, extrav¨ªo de la autoestima, exabruptos urban¨ªsticos, y de la delincuencia incendiariamente juvenil invitan al m¨¢s impert¨¦rrito a salir pitando rumbo al campo. Bien, ya estamos, entonces sucede que a un gracioso le de por acumular barros t¨®xicos en una piscina s¨®lo con idea de desagu¨¢rnosla a fin de convertir nuestro rec¨®ndito ed¨¦n en un erial hediondo y est¨¦ril para solaz de unos peces que reventar¨¢n del gran atrac¨®n de metales pesados -?toma clase!- y de unas ranas que croar¨¢n azufre. No, por mucho que nos gusten los conejos -al ajillo- y los jabal¨ªes saturados de cadmio, la vida campestre no es la soluci¨®n. Cuando no te asesinan los acu¨ªferos, te meten la alta velocidad en el huerto o te sorprende un fuego amaz¨®nico que no lo apaga ni el patrimonio de la Humanidad. Todo ello sin contar con que la ciudad tiene sus atractivos. De entrada, hasta puede que no se distinga del campo. Nos lo asegura Anguita: "La pol¨ªtica es un arte agrario". Ram¨®n Jauregui, por su parte, tambi¨¦n ha visto un "ca?¨®n de frescura" en las primarias del PSOE que nos trasladar¨ªa a las cumbres nevadas o a las pistas de nieve artificial. Por si le entran a?oranzas, la ciudad dispone de estupendas agencias de viaje que le llevar¨¢n a para¨ªsos de verdad. El paquete del mismo Anguita no puede resultar m¨¢s atractivo: "IU es el barco navegando hacia Itaca, con Ulises amarrado al tim¨®n, sin o¨ªr cantos a nadie". Bueno, si Ud. no es Ulises podr¨¢ viajar suelto oyendo lo que le plazca porque como ha dicho Borrell, "Felipe Gonz¨¢lez es patrimonio de todos". Ahora bien, si el PSOE le atemoriza por ofrecer el aspecto de un "monstruo de tres cabezas" -Aznar dixit- puede optar por el deporte, el deporte popular, claro, ya que Cascos ve a los suyos como "el ciclista escapado", que no debe mirar atr¨¢s" o como el Real Madrid de la Copa de Europa que no depende "de la alineaci¨®n del contrario". La ciudad tambi¨¦n dispone de museos jur¨¢sicos y arqueol¨®gicos, de iglesias, capillas y teatros, no menos que de buenos restaurantes donde poder degustar el famoso Borrell a la Garaikoetxea: "con unos granos menos de jacobinismo y algunos poqu¨ªtos m¨¢s de humildad". Hemos dejado para el final el barrio caliente donde Arzalluz ha terminado realizando el strip-tease que dec¨ªa no querer por m¨¢s que se lo pidiesen y se ha despojado de la Constituci¨®n, con todos los respetos, qued¨¢ndose en cueros autodeterminativos. Tampoco conviene pasar por alto el d¨²plex de Ferraz con numeritos como El encaje de Candidato y Las tribulaciones del Secretario ni la postura de la ministra Tocino pillada con las do?anas en la mano. Espero, amado lector, dilecta lectriz, haberles convencido de que la ciudad es para nosotros y que las ovejas, excepci¨®n hecha de para optimistas como la simp¨¢tica Jaione, s¨®lo son buenas para ser contadas durante las crisis agudas de insomnio urbano.
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