Las concentraciones invaden la industria automovil¨ªstica
De un tiempo a esta parte las noticias sobre fusiones, adquisiciones o acuerdos de cualquier tipo en el mundo automovil¨ªstico, salpican con mucha frecuencia los medios de comunicaci¨®n. Las nuevas tecnolog¨ªas, los sistemas de producci¨®n, la globalizaci¨®n..., todo conduce al reforzaminto cont¨ªnuo del papel de las econom¨ªas de escala en un sector clave de la producci¨®n industrial de muchos pa¨ªses, entre ellos Espa?a.En el ¨¢mbito de los grandes, la fusi¨®n de las divisiones de autobuses de Iveco y Renault, o la compra por parte de la norteamericana Paccar de Leyland, el ¨²ltimo basti¨®n brit¨¢nico independendiente del sector son los ¨²ltimos ejemplos de esta fiebre que alcanza mayores temperaturas todav¨ªa en las marcas de autom¨®viles.
Aunque no todos llegan a casarse, s¨ª puede afirmarse que han tenido relaciones o cuando menos contactos entre casi todos ellos. Algunas veces, como en el caso de Volvo y Renault, con plant¨®n ante el altar y devoluci¨®n de los regalos.
La reciente crisis asi¨¢tica ha sido otro de los exponentes m¨¢s di¨¢fanos de esta moda. Daewoo y Kia han terminado finalmente en la ¨®rbita de General Motors y Ford, respectivamente, que de esta manera controlar¨¢n mejor los mercados mundiales a los que se dirigen las marcas coreanas.
Estos mismos gigantes estadounidenses han ido tomando posiciones en Europa con la creaci¨®n de Opel y la compra de la sueca Saab por General Motors y la adquisici¨®n de Jaguar por Ford, que ahora echa tambi¨¦n los tejos a Crossword, la marca de motores de la que tambi¨¦n trata de desprenderse Vickers en su venta a BMW junto con Rolls Royce y Bentley.
Los europeos tampoco se han quedado atr¨¢s y as¨ª se han ido consolidando grupos como el de Volkswagen que aglutina a Seat, Audi y Skoda y que parece no rendirse en sus aspiraciones sobre Rolls Royce. Por su parte, Fiat ha reunido a Lancia, Alfa Romeo y Ferrari y BMW a Rover.
Las negociaciones actuales entre los responsables de Mercedes y Chrysler hay que enmarcarlas en el entorno de una competitividad cada vez m¨¢s elevada que no permite siquiera la explotaci¨®n de segmentos de mercado por parte de fabricantes independientes.
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