Un toque del Benelux
El primer sonido no fue el de una campana, sino el de un crujido de la tierra. Hace casi seis siglos y medio, Pedro I, apodado el Cruel, mand¨® instalar una campana en la Giralda durante las obras de arreglo del alminar almohade, seriamente deteriorado por un terremoto acaecido en Sevilla a mediados del siglo XIV. A la Giralda empezaron a salirle campanas, la mayor¨ªa fundidas por el alem¨¢n Zacharias Mitrich. Cada una conserva su nombre. Se dividen por sus caracter¨ªsticas entre las de martillo, un total de seis, y las de volteo, las 18 restantes. Estas ¨²ltimas son las que volvieron ayer a Sevilla despu¨¦s de cuatro meses en el Benelux. En virtud de un consorcio entre dos empresas, una holandesa y otra belga, la primera se encarg¨® de trabajar el metal -el bronce-; la segunda, de los yugos, que as¨ª llaman al artilugio de madera que sujeta la campana a su base de apoyo. Y como en todo lo que concierne a la vida espiritual se asoma el misterio, al Benelux viajaron 18 campanas y han vuelto 19. "Han criado", bromea Alfonso Jim¨¦nez Romero, arquitecto restaurador de la Catedral de Sevilla. Una de las campanas se encontraba en tal estado de deterioro que los t¨¦cnicos prefirieron no tocarla y reproducir otra igual. Los fundidores belgas han realizado dos tipos de trabajos: restauraron la mayor¨ªa y refundieron con el metal original las que se encontraban en deficiente estado de conservaci¨®n. El arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, bendecir¨¢ el s¨¢bado las campanas restauradas. Ayer abr¨ªan un espacio delante de la puerta de los Palos para voltear con aires festivos la campana de San Crist¨®bal. La plaza de la Virgen de los Reyes, sitiada por turistas y por cocheros de caballo, parec¨ªa la casa de un anticuario: campanas color plata, color verde, color ca?¨®n. "Es curioso", dec¨ªa un sevillano presente en la operaci¨®n de dep¨®sito y embalaje, "algunas campanas tienen el color verdinoso, enmohecido, de las estatuas europeas. Ese color que nunca se ve en las estatuas de Sevilla. Ser¨¢ por el calor". Las campanas de martillo no se han movido de su sitio. El p¨²blico no puede acceder al lugar donde est¨¢ la llamada de Santa Mar¨ªa, sujeta providencialmente al v¨¢stago del Giraldillo. "S¨®lo tiene un martillo en el ala, pero hace tiempo que dej¨® de dar la hora", dice Joaqu¨ªn P¨¦rez, contratista de las obras que se realizan en el recinto catedralicio. Ni el arquitecto ni el contratista dan muchos detalles: no quieren robarle protagonismo al patrocinio de Cajasur, entidad bancaria presidida por un sacerdote para que todo quede en casa, ni a Francisco Llop, campanero de la catedral de Valencia que sigui¨® de cerca por encargo del Cabildo el trabajo restaurador del alma sonora de Sevilla. Las campanas de Sevilla forman parte del patrimonio ac¨²stico de la ciudad. Hay quien recuerda ta?idos de infancia y juventud "que alertaban como se?al de alarma cuando se produc¨ªan ataques a¨¦reos durante la guerra". Cuando Jes¨²s est¨¢ muerto, las campanas de Sevilla callan. Las sustituye la Matraca, una madera hueca que en su interior tiene una piedra que produce un sonido ronco que evoca sentimientos de ausencia y patetismo. "El toque de muertos no era igual para todos", dice Francisco Gil Delgado, can¨®nigo de la catedral. "Estaba el toque de duelo del arzobispo, el del de¨¢n, el de los can¨®nigos y el de los beneficiados. Ahora se hace un ¨²nico toque de difuntos. Ya no hay clases de muertos". La gr¨²a ha colocado a San Pedro junto a Santa Florentina, aunque el primero suene en la fachada de Levante y la segunda en la de Poniente. Les hace una modesta competencia una de las tres campanas del monasterio de la Encarnaci¨®n, habitado por las madres agustinas y anexo a la iglesia de Santa Marta. Ram¨®n P¨¦rez D¨ªaz considera muy bueno el trabajo de los t¨¦cnicos belgas y holandeses. Tiene 80 a?os, de los que m¨¢s de la mitad trabaj¨® como metal¨²rgico. Lleg¨® cumplidos los 35 a Sevilla y lo primero que hizo fue subir a la Giralda y estampar su firma. La estela grafol¨®gica de Ram¨®n est¨¢ en siete u ocho espacios de la Giralda, proeza que le vale el reproche de un compa?ero de espect¨¢culo. "Eso es una catetada, una incultura". Trabaj¨® en la forja y en la fundici¨®n. "He tocado todo, menos las campanas: excavadoras, tractores, orugas. Le trabaj¨¢bamos mucho a Cuba, unas m¨¢quinas bestiales para desfondar la ca?a de az¨²car". Habla con rigor cient¨ªfico de la faena de la plaza. "El esp¨¢rrago que sujeta las campanas lo grad¨²an, le aprietan los tornillos y eso no hay quien lo mueva". Guarda muy buen recuerdo de la metalurgia, de una empresa en la que trabajaban "975 operarios. Al mes de entrar, me hicieron fijo". Joaqu¨ªn P¨¦rez, el contratista, fotograf¨ªa a su hijo, tambi¨¦n miembro de la empresa. Son de Villalba del Alcor, paisanos de Robles y tantos otrostaberneros de su pueblo que se instalaron en Sevilla.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Catedral Sevilla
- Restauraci¨®n art¨ªstica
- Gente
- Arquitectos
- Catedrales
- Sevilla
- Monumentos
- Patrimonio eclesi¨¢stico
- Patrimonio de la Humanidad
- Edificios religiosos
- Patrimonio hist¨®rico
- Ayuntamientos
- Conservaci¨®n arte
- Patrimonio cultural
- Andaluc¨ªa
- Iglesia cat¨®lica
- Cristianismo
- Arquitectura
- Comunidades aut¨®nomas
- Religi¨®n
- Administraci¨®n local
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Arte
- Cultura
- Administraci¨®n p¨²blica