EE UU recurre a la coacci¨®n para obligar a las empresas a reducir la contaminaci¨®n

Las tabaqueras no son las ¨²nicas empresas de EE UU que alcanzan acuerdos con las autoridades para eludir engorrosos procesos y el pago de enormes multas. Las sanciones por delitos contra la salud y el medio ambiente se endurecen, y muchas industrias, que no respetan los l¨ªmites de vertidos y emisiones contaminantes, se ven contra las cuerdas y pactan. El acuerdo m¨¢s espectacular es el firmado en enero pasado por la Agencia de Protecci¨®n Ambiental (conocida como EPA) con la minera Asarco, que pagar¨¢ 8.000 millones de pesetas y limpiar¨¢ sus vertidos.

Asarco es una de las empresa mineras m¨¢s importantes del mundo, dedicada a la extracci¨®n de metales no ferrosos, como cobre, plomo, cinc, plata y molibdeno. Aunque el 90% de sus actividades se desarrolla en minas situadas fuera de los Estados Unidos, como la Guayana francesa, Chile, Peru, Bolivia y Australia, Asarco comenz¨® a ser inspeccionada de cerca por los funcionarios de la EPA hace tres a?os.Dos de sus explotaciones en Arizona (Kearny) y Montana (East Helena) llevaban d¨¦cadas vertiendo productos similares a los contenidos de la balsa que se rompi¨® en Aznalc¨®llar el pasado 25 de abril; cadmio, mercurio, ars¨¦nico... Los dos estados afectados iniciaron sendos procedimientos judiciales contra la compa?¨ªa que acab¨® pleg¨¢ndose a negociar un acuerdo con la EPA para evitar que sus directivos acabaran en la c¨¢rcel.

El acuerdo ha sido el m¨¢s importante en materia medioambiental de los Estados Unidos y probablemente del mundo, seg¨²n ha relatado Michael S. Alushin en la VI Conferencia Internacional sobre Industria y Medio Ambiente organizada por Planer en Madrid esta semana. Alushin es director de la divisi¨®n internacional para la aplicaci¨®n de las leyes medioambientales y present¨® el caso Asarco como ejemplo de la eficacia del acoso legal contra quienes se saltan a la torera la legislaci¨®n ambiental.

Tras dos a?os de negociaciones,la EPA y Asarco se comprometieron a que la empresa invierta 8.456 millones de pesetas durante lo pr¨®ximos seis a?os en limpiar la contaminaci¨®n que ha vertido, tras cien a?os de actividad, en 38 de sus instalaciones donde trabajan 6.000 empleados. El acuerdo ha sido pionero en este tipo de compromisos y es el primero tambi¨¦n en el que una agencia de ¨¢mbito nacional como la EPA aborda un problema con implicaciones en varios estados. Pero no por ello Asarco se libra de las multas que le corresponden por violar la ley. Pagar¨¢ un total de 963 millones de pesetas por este concepto. La empresa se implica, adem¨¢s, en formar a sus 6.000 empleados para aplicar procedimientos que disminuyan el impacto ambiental de sus explotaciones en los Estados Unidos.

Prisi¨®n y multas

Alushin cont¨® que el a?o pasado la EPA incrimin¨® a 322 personas por delincuencia medioambiental; se dictaron sentencias de prisi¨®n con penas que sumaron 196 a?os y se pagaron multas por 25.500 millones de pesetas.Est¨¢ convencido de que estas medidas coercitivas surten efecto, siempre que se acompa?en de programas que promocionen la utilizaci¨®n de t¨¦cnicas que no deterioren el medio ambiente. En 1995 llegaron a un acuerdo con la General Motors por el que la compa?¨ªa asum¨ªa pagar 6.700 millones de pesetas, de los cuales 1.660 eran multas por utilizar un dispositivo en los coches Cadillac que bloqueaba los controles de emisiones a la atm¨®sfera y 1.057 millores se destinar¨ªan a una fundaci¨®n dedicada a la investigaci¨®n de veh¨ªculos el¨¦tricos o poco contaminantes.

Alushin cree que este dispositivo es fundamental en un pa¨ªs donde las empresas tienen instalaciones en diferentes estados con legislaciones y exigencias ambientales de distinto nivel: ?Si se hace una norma o se desarrolla un programa es necesario ejecutarlo en¨¦rgicamente a nivel federal, de lo contrario se puede generar una desigualdad entre las empresas que perjudica la libre competencia?. Su agencia dedica 68.000 millones al a?o en perseguir el cumplimiento de las leyes ambientales en todo el pa¨ªs.

En contra de lo que muchos industriales creen, el coste de aplicar procedimientos respetuosos con el entorno natural no es oneroso, seg¨²n Alushin. En Estados Unidos se valora en 140.000 millones de d¨®lares al a?o, ya se aplique de manera voluntaria o forzada. Aparentemente es una fortuna, dice Alushin, pero supone s¨®lo el 2% de lo que produce el pa¨ªs al a?o.