El sue?o de Felipe Segovia
La instituci¨®n San Estanislao de Koska lleva a gala su condici¨®n de centro ya centenario en la docencia preuniversitaria y el reconocimiento europeo a su m¨¦todo de ense?anza, basado en las llamadas aulas inteligentes, en las que la inform¨¢tica desempe?a un papel preponderante. El salto a la ense?anza superior constitu¨ªa el gran sue?o de los ¨²ltimos tiempos para el presidente y alma m¨¢ter de la entidad, Felipe Segovia Olmo.Sin embargo, este doctor en Ciencias de la Educaci¨®n ha vivido un par de a?os de regusto muy amargo. Lo que en principio parec¨ªa una arm¨®nica sociedad familiar se resquebraj¨® a partir de uno de sus hijos, Jorge Segovia, que este curso ha logrado poner en marcha la Universidad SEK en Segovia ciudad. Ambas ramas se encuentran ahora inmersas en un acre contencioso por la marca SEK, y mientras no haya veredicto judicial el SEK madrile?o no puede incluir estas siglas en su nombre universitario. Por eso, Segovia Olmo y su hija fiel, Nieves Segovia, optaron por su bautismo p¨²blico con el premio Nobel, un autor con el que mantienen de anta?o muy buenas relaciones.
Hasta ayer, con la aprobaci¨®n del proyecto de ley que avala el nacimiento de la Camilo Jos¨¦ Cela, el sue?o de Felipe Segovia hab¨ªa sufrido un par de serios sinsabores. Hace dos a?os, la propuesta primigenia no super¨® el examen del Consejo de Universidades. La experiencia del a?o pasado fue m¨¢s amarga a¨²n. La instituci¨®n madrile?a lleg¨® a anunciar que iniciar¨ªa su actividad universitaria en Aranjuez, con el apoyo del Gobierno local (PP) y con la complicidad del consejero de Econom¨ªa, Luis Bl¨¢zquez. Sin embargo, Villapalos fren¨® en seco la operaci¨®n cuando supo que se pretend¨ªa impartir las clases en un centro cultural p¨²blico, el Isabel de Farnesio.
A la tercera parece ir la vencida para que Segovia pueda llegar al mundo universitario. Pero la instituci¨®n no quiere cantar victoria. Su nota de ayer concluye diciendo que no dar¨¢ informaci¨®n detallada de sus planes hasta que la Asamblea no apruebe definitivamente la Camilo Jos¨¦ Cela.
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