Toreo a¨¦reo

Vuelve a proliferar el toreo a¨¦reo. Irse a porta gayola y recibir de rodillas la salida del burel con una larga cambiada es lo que m¨¢s abunda ahora mismo entre no pocos coletudos que todav¨ªa no han firmado una tanda de ver¨®nicas o naturales ortodoxa y cargando la suerte como ordenan los c¨¢nones. Es como una declaraci¨®n de amor o amistad a lo desconocido. Y m¨¢s vale morir de pie que vivir de rodillas. S¨®lo suele ser un atropello a la raz¨®n del toreo.Hace unos d¨ªas en Sevilla un torero anunciado en la Feria calific¨® ese lance como absurdo. Otro ilustr¨ªsimo torero retirado dijo que aunque era un gesto ¨¦l no lo hab¨ªa realizado nunca..., y es uno de los pocos toreros que han sido y son el toreo. Ambos respetan el lance, pero no lo han practicado.

Quiero matizar que yo lo veo como un recurso absurdo en unos casos, o como un gesto a la desesperada en otros. Si acaso y por la conducta de los toros-hermanos anteriores excepcionalmente se justifica su interpretaci¨®n. S¨ª, porque el toreo ha sido, es y ser¨¢ otras cosas con m¨¢s enjundia.

El toreo como todo o casi todo en la vida se basa en una sucesi¨®n de im¨¢genes o estadios que ligados o enlazados entre s¨ª forman y conforman el argumento, la obra que necesitamos o queremos expresar. El toreo es fijar, parar, templar y mandar componiendo, o ya compuesta la figura. Es entonces cuando el p¨²blico en general y el aficionado en particular punt¨²a y premia una intervenci¨®n con gui¨®n y continuidad.

Los lances a¨¦reos sueltos, como el que han vuelto a poner de moda -moda y modorro se dan la mano- algunos, son destellos menores en el conjunto de la lidia.

Tiene m¨¢s m¨¦rito y credibilidad observar al toro, verle el trote o galope por la plaza y su comportamiento a la llamada de los toreros desde la distancia o burladeros y, en funci¨®n de su respuesta, ligarle varias largas o faroles de rodillas. Quiz¨¢ s¨®lo en momentos como ¨¦se est¨¦ justificado el toreo a¨¦reo con el capote.

Nunca o casi nunca despu¨¦s de una larga a porta gayola se ha fijado, parado, templado, mandado y reunido toro y lidiador. Digamos que s¨®lo es un flash de efectos algo especiales para el profano en tauromaquia. Con la muleta, el toreo a¨¦reo suele ser m¨¢s vistoso porque ya conocemos toro y torero.

Lances

Nunca en festejos serios he echado en falta el toreo a¨¦reo en general y la larga cambiada en particular. Las veces que la emoci¨®n en el ruedo me han puesto los pelos de punta siempre han sido lances de inspiraci¨®n, de valor, o ambas sensaciones fundidas toreando vertical a pies juntos o abierto el comp¨¢s a la medida cargando la suerte en cualquier pasaje de la lidia, pero sobre todos en la ver¨®nica y el natural. Y hay otros muchos recursos con capote, muleta, banderillas o estoques, torer¨ªsimos, que borran casi definitivamente el descompuesto y aislado lance a porta gayola. As¨ª lo creo y firmo.