La oscura fortuna del "marqu¨¦s"

En 1964 Domingo Gonz¨¢lez Arroyo conduc¨ªa un viejo cami¨®n Pegaso, heredado de su padre, y descargaba a hombros material para la construcci¨®n del hotel Tres Islas, el primero que se levant¨® en Fuerteventura. Cinco a?os m¨¢s tarde se meti¨® en pol¨ªtica, alcanz¨® la alcald¨ªa del Ayuntamiento de La Oliva e inici¨® una carrera ascendente desde la UCD y el CDS que finalmente le ha llevado, de la mano del PP, hasta el Senado, en la capital del reino. Pero a la vez que progresaba en la pol¨ªtica, las propiedades de este hombre de 58 a?os y aspecto desafiante, al que sus vecinos llaman El marqu¨¦s de la Oliva, se multiplicaban. Los registros de la propiedad y mercantil acreditan que Domingo Gonz¨¢lez Arroyo es propietario en Fuerteventura de 24 fincas r¨²sticas y seis solares: 1.031.258 y 10.659 metros cuadrados, respectivamente; de cinco viviendas, de una cantera de pic¨®n y de dos sociedades patrimoniales, con un capital social de 36 millones de pesetas. A nombre de estas sociedades aparecen registrados seis turismos Mercedes modelos 560, 500, 300 y 190 y dos Range Rover (ver gr¨¢fico). Las dos ¨²nicas gasolineras del municipio de La Oliva, con una facturaci¨®n anual de 500 millones de pesetas y regentadas por la mujer y una de las hijas del senador, y una misora de radio aparecen tambi¨¦n ligadas a Gonz¨¢lez Arroyo en una mara?a de sociedades an¨®nimas administradas por Ceferino Guerra Vera, alba?il, ex juez de paz del Ayuntamiento y su hombre de confianza. Aunque ¨¦l asegura no tener sociedades ni relaci¨®n con estos negocios, datos recabados por EL PA?S muestran lo contrario.

Un bal¨®n de cuero

La fortuna de Domingo Gonz¨¢lez Arroyo, separado de hecho y padre de nueve hijos, es el enigma de muchos majoreros. Desde que obtuvo el bast¨®n de mando del municipio m¨¢s extenso y tur¨ªstico de la isla, hace ya 19 a?os, los 50.000 habitantes de Fuerteventura est¨¢n acostumbrados a o¨ªrle en sus m¨ªtines el mismo latiguillo: ?Yo jugaba con un bal¨®n de cuero cuando los dem¨¢s ni?os no ten¨ªan con qu¨¦ jugar. No necesito el dinero de nadie. Mi padre me dej¨® una gran fortuna. Soy el alcalde de los pobres?. La Fiscal¨ªa General del Estado acaba de archivar una denuncia del ex arquitecto municipal de La Oliva pese a que Juan Guerra Manrique de Lara, fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, declar¨® que hab¨ªa encontrado ?materia suficiente? para imputar al senador canario por irregularidades urban¨ªsticas. El PP, alertado por ¨¦sta y otras quejas, ha abierto una investigaci¨®n interna y el senador sigue en el ojo del hurac¨¢n. ?Vamos a continuar hasta el final?, afirma Pablo Mato, presidente de la comisi¨®n. El denunciante, Casto Mart¨ªnez Berriel, militante de ese partido, le acusa de tr¨¢fico de influencias y prevaricaci¨®n en la concesi¨®n de licencias urban¨ªsticas. Asegura que ha convertido el Ayuntamiento en un negocio privado. La normativa interna -escrita- de este Ayuntamiento, con un presupuesto anual de 3.000 millones de pesetas, exige entrevistarse personalmente con el alcalde para solicitar una licencia. Gonz¨¢lez Arroyo, adem¨¢s de negar estas acusaciones, ha vuelto a responder lo mismo. Y sin que el periodista se lo pregunte dice: ??A que no sab¨ªa usted que hered¨¦ una inmensa fortuna de mi padre??. Pero la escritura de adjudicaci¨®n y aceptaci¨®n de bienes de la herencia paterna, otorgada el 17 de agosto de 1992 ante el notario de Puerto del Rosario Juan Ignacio Ruiz Frutos, desvela el enigma. Las tierras de su padre, Ram¨®n Gonz¨¢lez Brito, un comerciante que tuvo 18 hijos con tres mujeres diferentes, se repartieron entre 11 hermanos. Los dem¨¢s hab¨ªan fallecido. Y en el documento notarial se inventariaron todas las fincas en la cantidad de 55 millones de pesetas, ?a partes iguales? por voluntad expresa de los herederos. Es decir, que la fabulosa fortuna que le correspondi¨® al senador del PP est¨¢ valorada en el catastro en cinco millones de pesetas. Ram¨®n Gonz¨¢lez Brito falleci¨® en 1978, pero sus 11 herederos esperaron a que transcurrieran m¨¢s de diez a?os para llevar a cabo la partici¨®n de bienes y evitar el pago de los derechos reales. En 1993 el senador inscribi¨® en el registro siete de las fincas de la herencia paterna. Estas, y otras tres que hered¨® de su madre en Arrecife, suman un total de 306.083 metros cuadrados. La mayor¨ªa, improductivas. Pero adem¨¢s de esta herencia ha adquirido otros 700.000 metros en la isla, entre fincas y solares. Y los ha escriturado a bajo precio a nombre de su sociedad patrimonial Infrarenta SA, la ¨²nica a la que hace referencia en su ficha oficial del Senado. Uno de sus hermanos, que pide que no se le identifique, desmitifica el valor que el senador da a su hasta ahora desconocida herencia. ?De las fincas que heredamos del padre no se puede vivir. Ni hablar. No las hemos podido vender porque no se puede construir y adem¨¢s son improductivas. La ¨²nica algo valiosa es una pr¨®xima a Corralejo, en el supuesto de que se haga all¨ª un campo de golf?. Este familiar, cuya humilde vivienda contrasta con la ostentosa hacienda del senador en la isla, con verjas de hierro, c¨¢maras de seguridad y unos 5.000 metros de jard¨ªn, define al alcalde as¨ª: ?No cabe duda de que naci¨® de pie. Le encantan los negocios y tiene una extraordinaria habilidad para ganar dinero. Si hubiera estudiado ser¨ªa una fen¨®meno. Es un trabajador nato y s¨®lo duerme cuatro horas diarias. Llega al ayuntamiento antes que los obreros, corta la alfalfa y poda los ¨¢rboles de sus fincas?. La oposici¨®n socialista denuncia que Domingo Gonz¨¢lez cobra su sueldo por horas y que, pese a sus ausencias, factura una media de 30.000 pesetas diarias. A estos ingresos hay que a?adir el de diputado canario, senador y las dietas de presidente de la urbanizadora Corralejo Playa, una sociedad mixta participada por el Ayuntamiento y por la empresa Cahispa de Seguros SA. ?sta cobra a los vecinos un canon de urbanizaci¨®n que ¨¦stos consideran ilegal. Adem¨¢s, Gonz¨¢lez tiene una remuneraci¨®n como presidente de Suministros de Aguas La Oliva SA. Pero, en opini¨®n de uno de sus hermanos, parte de estos ingresos acaban en los bolsillos de los m¨¢s desvalidos. ?A final de mes no le queda un duro de su sueldo de alcalde. Es muy desprendido con los pobres?. Pese a su extraordinaria actividad, el senador popular tiene tiempo para los negocios. Adem¨¢s de explotar una cantera de pic¨®n que compr¨® en los a?os setenta y en la que cuenta con un empleado, tiene una peque?a explotaci¨®n agr¨ªcola. Pero, desde la sombra, Gonz¨¢lez Arroyo est¨¢ ligado tambi¨¦n a otros negocios m¨¢s pr¨®speros. En el n¨²mero 32 de la avenida General Franco de Corralejo, la zona m¨¢s tur¨ªstica del municipio, se levanta una gasolinera. Sus empleados no dudan cuando el visitante pregunta por el due?o. ?Vaya usted al Ayuntamiento y pregunte por el alcalde. ?l es el due?o?, responden. ??Quiere hablar con su hija? Ella lleva la contabilidad?. El trabajador se?ala a Bego?a Gonz¨¢lez Segura, una de las hijas del alcalde, que trabaja rodeada de facturas en un diminuto despacho. La propiedad de esta gasolinera, que en 1995 declar¨® unos ingresos de explotaci¨®n de 330 millones de pesetas y unos beneficios de s¨®lo ocho, figura a nombre de la sociedad Pila SA. Su administrador ¨²nico es Ceferino Guerra Vera, ex juez de paz del Ayuntamiento de La Oliva recusado por el PSOE a causa de su amistad con el alcalde.

El enigma de la gasolinera

El domicilio social de Pila SA, desde su constituci¨®n en diciembre de 1985, fue el n¨²mero 21 de la madrile?a calle Cochabamba, en un piso propiedad de Infrarenta SA, la sociedad patrimonial de Domingo Gonz¨¢lez. Un piso en el que residen dos hijos del senador. Recientemente se modific¨® este domicilio social. A nombre de Pila SA se compraron en Fuerteventura en 1991, 1992 y 1993 dos apartamentos en Corralejo, que visita el senador, y una finca de 11.922 metros cuadrados en Puerto Rosario. Las cuentas y balances presentados por Pila SA ante el Registro Mercantil demuestran, adem¨¢s, que esta sociedad declar¨® ventas a Infrarenta en 1993, 1994 y 1995 por 10.356.936 pesetas. A nombre de Infrarenta SA, sociedad de la que el senador fue administrador ¨²nico hasta 1997, figuran 18 de sus propiedades en la isla: 13 fincas r¨²sticas, cuatro solares y una vivienda. Pero los enigmas de esta gasolinera no terminan ah¨ª. Como accionistas fundadores de Pila SA figuran Jos¨¦ Luis Poladura Sampedro, su esposa Elena Moreno Ab¨®s y Joaqu¨ªn Ab¨®s L¨®pez, todos ellos vecinos de Madrid. Pese a que en 1989 vendieron sus acciones ante notario, esta venta no aparece reflejada en el Registro Mercantil. Poladura explica as¨ª el nacimiento de Pila SA: ?Conoc¨ª a Domingo Gonz¨¢lez en una feria de Fitur y me dijo que Fuerteventura estaba virgen. Que se pod¨ªan hacer grandes negocios. Me recomend¨® crear una sociedad con la expectativa de obtener una gasolinera en Corralejo. Me ofreci¨® su piso en Madrid para domiciliar la sociedad y propuso que nombr¨¢ramos administrador a Ceferino Guerra, una persona de la isla?. El antiguo accionista asegura que los tres fundadores vendieron su parte porque la concesi¨®n de la gasolinera no llegaba y que fue el administrador recomendado por el alcalde quien les ofreci¨® un comprador. ?No recuerdo qui¨¦n compr¨® nuestras acciones, s¨®lo s¨¦ que Guerra sac¨® un mill¨®n y medio de pesetas de una cartera y nos pag¨®. Mi sorpresa es comprobar ahora que no se ha registrado nuestra venta y que la gasolinera existe?. La otra gasolinera de la zona m¨¢s tur¨ªstica de la isla se encuentra tambi¨¦n en Corralejo Playa, en la calle Jos¨¦ Segura. Todas las ma?anas Rafaela Segura, la esposa del senador, aparca su Mercedes azul junto a la oficina y se encierra en un despacho para controlar las cuentas. Es la encargada de su explotaci¨®n. Y trabajo no le falta. Seg¨²n las cuentas presentadas por Conlaofu SA, de la que Rafaela Segura ha sido apoderada hasta 1993, los ingresos de explotaci¨®n de este negocio ascendieron a 168.828.000 pesetas en 1996. Conlaofu SA se constituy¨® tambi¨¦n en diciembre de 1985, el mismo mes y el mismo a?o que Pila SA, y en ella aparece de nuevo Ceferino Guerra Vera, el amigo personal del senador. Esta vez como presidente. Sus primeros accionistas fueron Eduardo Espinel Montelongo y Pedro Reyes Meli¨¢n. El primero es carpintero del Ayuntamiento de La Oliva y el segundo fue funcionario de personal y compras. Ninguno ha querido explicar a este peri¨®dico su presencia en la sociedad.

Negocio espectacular

La compra del solar, de 8.244 metros, de la gasolinera se cerr¨® en enero de 1993 y, pese a que se escritur¨® en 700.000 pesetas, ha sido tasada en marzo de 1998 en 347 millones, como garant¨ªa de un pr¨¦stamo de 60 millones contra¨ªdo por Conlaofu con el BBV. Carlos Gonz¨¢lez L¨¢zaro, ex ejecutivo del Banco de las Islas Canarias, entidad que en los a?os setenta ostentaba la propiedad de la mayor¨ªa de los solares de Corralejo, recuerda que vendi¨® esta parcela para que se construyera all¨ª un centro comercial. ?se era el uso que se contemplaba. ?Me llev¨¦ una sorpresa cuando a?os despu¨¦s vi all¨ª una gasolinera?, se?ala Gonz¨¢lez. El rastro del senador vuelve a aparecer tambi¨¦n en este negocio. Adem¨¢s de que su esposa haya sido la apoderada de Conlaofu y regente ahora el negocio, el propio alcalde ostenta la propiedad de un piso construido sobre la oficina de la gasolinera. En ¨¦l reside una de sus hijas. Conlaofu y Pila participan en el capital de Radio Difusi¨®n Fuerteventura SA, una emisora de radio asociada a Onda Cero que defiende los intereses pol¨ªticos del alcalde y senador popular. Juan Santana Reyes, militar en la reserva que ejerce como su secretario personal, fue el administrador ¨²nico de esta sociedad en 1990. Cuando el periodista telefonea y pregunta por el propietario una empleada contesta: ?No sabemos qui¨¦n es nuestro due?o. Llame m¨¢s tarde y pregunte por el administrador?. Gonz¨¢lez Arroyo declar¨® poco antes de que se archivara su denuncia: ?Puede que bordee la ley pero nunca me he cogido los dedos?. No insisti¨®, en cambio, en la frase que le hizo tristemente famoso: ?No ha nacido macho que me tumbe de la alcald¨ªa. Esa haza?a s¨®lo la puede hacer una hembra virgen y sin desfondar?.