Ingenier¨ªa gen¨¦tica y ¨¦tica cient¨ªfica
Los ciudadanos suizos votar¨¢n el 7 de junio individualmente en refer¨¦ndum una propuesta para prohibir la producci¨®n, utilizaci¨®n y patentes de cualquier organismo animal o vegetal sometido a manipulaci¨®n g¨¦nica. Caso de ser aprobada tendr¨¢ rango constitucional.Los proponentes, apoyados por el movimiento verde y el partido socialista, alegan que las plantas con modificaciones g¨¦nicas producen alergias (?todas?) y que la ciencia es un proceso conducente a la creaci¨®n de supermonstruos (?!). A modo de corolario, se vierten dur¨ªsimas acusaciones contra la comunidad cient¨ªfica en su conjunto. Se afirma taxativamente que ?los cient¨ªficos carecen de ¨¦tica, moral y sentido de la responsabilidad...?. Tales sentencias, adem¨¢s de demag¨®gicas, son falsas. Igual que el resto de los mortales, los cient¨ªficos comparten el mismo juego de virtudes y defectos, de tentaciones y vanidades; siendo, por tanto, susceptibles de comportamientos deshonestos. Pero no hay ninguna evidencia que demuestre un mayor grado de corrupci¨®n entre los cient¨ªficos respecto de otros colectivos (pol¨ªticos, empresarios, abogados, periodistas...). Muy al contrario, es un hecho constatable que la participaci¨®n del mundo de la ciencia en decisiones de poder o en los grandes movimientos de dinero es demasiado escasa -con ciertas excepciones en la industria farmac¨¦utica- como para favorecer un riesgo preferente de corrupci¨®n.
Entre importantes grupos ecologistas existe una leg¨ªtima preocupaci¨®n por los ensayos de manipulaci¨®n y transferencia de material gen¨¦tico que los investigadores realizan en el laboratorio, suplantando en esencia un proceso id¨¦ntico que ha venido ocurriendo en la naturaleza de forma lenta y aleatoria a lo largo de millones de a?os de evoluci¨®n biol¨®gica, responsable de la gran diversidad de especies vivas que habitan la biosfera. Los cient¨ªficos son los primeros en reclamar una legislaci¨®n precisa que regule los experimentos sobre biolog¨ªa molecular y tecnolog¨ªa de genes, convencidos del impacto positivo que estos avances pueden reportar a la humanidad. En la actualidad ya se comercializan numerosos f¨¢rmacos, alimentos y productos diversos obtenidos mediante ingenier¨ªa gen¨¦tica, sin el menor riesgo para los consumidores. Un ejemplo significativo de aplicaci¨®n pr¨¢ctica lo constituyen las denominadas huellas gen¨¦ticas, que han revolucionado las investigaciones en campos como el diagn¨®stico o la criminolog¨ªa.
La promulgaci¨®n de una legislaci¨®n rigurosa y eficaz de ¨¢mbito internacional debe basarse inicialmente en la informaci¨®n m¨¢s amplia y objetiva posible que expertos autorizados pueden suministrar al legislador. Desde la ignorancia o bajo el influjo de noticias apocal¨ªpticas, resulta temerario adoptar decisiones. Uno de los grandes peligros del sistema medi¨¢tico (o medio lun¨¢tico) imperante reside en permitir que determinados irresponsables, como el doctor R. Seed, por ejemplo, cuya competencia profesional es m¨¢s que sospechosa, puedan proclamar al mundo su prop¨®sito de establecer cl¨ªnicas de clonaci¨®n g¨¦nica destinadas a parejas est¨¦riles y naturalmente muy ricas. Con independencia de sus verdaderas intenciones, el anunciante ya se ha asegurado una buena dosis de publicidad, que en estos tiempos es casi un seguro de vida y, a la vez, ha desencadenado una sensaci¨®n de p¨¢nico que presagia grandes cat¨¢strofes.
Como ant¨ªdoto a esta estrategia, es imprescindible mejorar la calidad y continuidad de la educaci¨®n en biolog¨ªa, no s¨®lo en las escuelas, sino reclamando tambi¨¦n una mayor atenci¨®n de los medios de comunicaci¨®n. Los cient¨ªficos deben tomar parte activa, explicando y clarificando todas las cuestiones por muy pol¨¦micas que resulten. S¨®lo a partir de un conocimiento completo y fidedigno se podr¨¢n tomar acuerdos v¨¢lidos.
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