Apocalipsis, ahora
Hay dos momentos esenciales en esta espectacular, entretenida peripecia futurista. Uno, la larga presentaci¨®n de los personajes; larga, por necesidad: en un filme coral como es, en el fondo, todo producto catastr¨®fico, que pretende dar cuenta de la pluralidad de la realidad a trav¨¦s de prototipos espec¨ªficos para indicar al espectador la direcci¨®n de su identificaci¨®n, no hay m¨¢s remedio que dedicar un tiempo a enojosos asuntos identificatorios. No obstante, aqu¨ª se salen con buen pie: en poco m¨¢s de unos cuantos planos, dejan sentado el car¨¢cter del conflicto del personaje m¨¢s-o-menos-principal, la periodista que interpreta T¨¦a Leoni, enfrentado a un conflicto que, pronto lo sabremos tambi¨¦n nosotros, es una gota en medio de un oc¨¦ano de caos.El otro gran momento, pr¨¢cticamente la excusa por la cual naci¨® el filme, es justamente el del impacto de un meteorito sobre la costa californiana y sus consecuencias para la Tierra. En esas im¨¢genes impresionantes est¨¢ situado hoy en d¨ªa el nivel a que han llegado esos artilugios de efectos especiales: si lo que pretend¨ªan era dar una idea del Apocalipsis, tal vez nunca el cine estuvo m¨¢s cerca de darla que aqu¨ª.
Deep impact
Direcci¨®n: Mimi Leder. Gui¨®n: Rubin, Tolkin y Wells. EE UU, 1997. Int¨¦rpretes: Robert Duvall, T¨¦a Leoni, Elijah Wood, Morgan Freeman, Vanessa Redgrave. Madrid: Colombia, Multicines, UGC Cin¨¦ Cit¨¦, Juan de Austria, Cartago, Roxy, Canciller, Lido, Capitol, Luchana, Ode¨®n Plaza Aluche, Espa?a, Excelsior, Vaguada, Victoria, Conde Duque, Benliue, Acte¨®n, Ode¨®n Mirasierra.
En medio, una entretenida peripecia con todos los tics habituales en estos asuntos, aunque tal vez un poco dispersa, demasiado atenta al reloj que marca el inexorable punto de no retroceso. La nave espacial que se dirige a interceptar al asteroide que ha escapado de su ¨®rbita y que impactar¨¢ con nuestro planeta, una relaci¨®n amorosa entre adolescentes que se convertir¨¢ en algo m¨¢s serio, la forma de organizar la vida en condiciones de precariedad, momentos que aparecen un tanto deshilvanados, apresurados: tal vez la pel¨ªcula deber¨ªa durar algo m¨¢s de las dos horas largas que dura.
Pese a sus debilidades, es una cinta agradecida y manifiesta voluntad de coherencia. No estamos ante ning¨²n Independence Day , ante las haza?as de superh¨¦roes que salvan al planeta: nos encontramos ante una contingencia posible que podr¨ªa originar el fin de la vida aqu¨ª, y la pel¨ªcula coge el toro por los cuernos y juega con la hip¨®tesis de ver qu¨¦ podr¨ªa ocurrir en un caso as¨ª. Eso honra a la cinta y la pone a buen recaudo: si no es un gran filme, s¨ª se comporta como una veros¨ªmil adulta aventura futurista de la que salimos con el convencimiento de no haber malgastado el dinero.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.