L¨¢grimas por un Mundial

Los dos lloraron al conocer la noticia. Paul Gascoigne fue el primero en saber que Glenn Hoddle no le quer¨ªa. Luego lleg¨® la decisi¨®n de Mario Zagalo. El Mundial dijo adi¨®s la semana pasada a dos grandes y controvertidos futbolistas. Esta vez su vida fuera del f¨²tbol pudo con ellos.Primero fueron l¨¢grimas, luego golpes al mobiliario del hotel de la Manga (Murcia) donde recibi¨® la inesperada noticia."Perd¨ª los estribos, enloquec¨ª y jur¨¦. No pude contener la rabia y estall¨¦ de dolor. He contribuido a que el equipo llegara al Mundial, e Inglaterra significa todo para m¨ª", confes¨® al d¨ªa siguiente Gazza.

La alarma salt¨® mucho antes sin embargo. Gascoigne lleva tiempo comport¨¢ndose como un ni?o con cuerpo de hombre, como un mito incapaz de controlar su genio, frustraci¨®n e, incluso, sus proezas. Al llorar frente a Alemania durante la semifinal del Mundial de 1990, el centrocampista se gan¨® el coraz¨®n de la audiencia brit¨¢nica, tanto de los aficionados como de las amas de casa.

El Reino Unido ri¨® las gracias de su h¨¦roe. Una de las m¨¢s sonada ocurri¨® en Hong Kong en v¨ªsperas de la Eurocopa de 1996. El buf¨®n del equipo ingl¨¦s sentado en una silla de dentista mientras sus compa?eros vaciaban botellas de alcohol en su garganta fue una fotograf¨ªa que viaj¨® por todo el mundo. Durante el vuelo de regreso a casa, la compa?¨ªa Cathay Pacific acus¨® unos destrozos estimados en 5.000 libras (m¨¢s de 1 mill¨®n de pesetas). Oficialmente nunca se supo qui¨¦nes fueron los causantes del zipizape, aunque pocos dudaron de la ayuda de Gazza.

Para entonces Gascoigne ya hab¨ªa ense?ado el lado m¨¢s oscuro de su personalidad. Sheryl Kyle, su mujer y madre de su hijo Regan, apareci¨® una ma?ana con un morat¨®n y un corte en la cara mientras caminaba con el brazo en cabestrillo. Apenas hab¨ªan transcurrido unos meses desde su lujosa boda, donde los novios vistieron en blanco inmaculado, s¨ªmbolo quiz¨¢ de la pureza de su entrega, cuando la burbuja se deshizo en a?icos.

Gascoigne se siente hoy v¨ªctima de una injusticia y se refugia junto a Sheryl, a pesar de que ella ya ha solicitado el divorcio. Culpa a los periodistas de perseguirle noche tras noche y de exagerar sus excesos. Censura a los fotogr¨¢fos que est¨¢n a la caza de una instant¨¢nea que ponga de manifiesto su irresponsabilidad y falta de disciplina.

Pero los d¨ªas de Gascoigne con los tres leones han llegado posiblemente a su fin. El jugador que todos esperaban ver en Francia ya no est¨¢ para bromas: "Intento sonre¨ªr, pero no ver¨¦is al Gazza bromista y gracioso durante una temporada larga".

?dolo de muchedumbres, mago del bal¨®n, genial e imprevisible como pocos ante la meta adversaria, pero tambi¨¦n arrogante, d¨ªscolo y vengativo, piedra en el zapato de dirigentes y t¨¦cnicos donde quiera que jugase, Romario siempre confi¨® en su eficiencia como artillero para obtener el perd¨®n de sus pecados. Pero esta vez Mario Zagalo ha dicho basta.

A lo largo de su brillante carrera, marcada por la rebeld¨ªa y la indisciplina desde sus comienzos en el Vasco da Gama, Romario siempre se esforz¨® por demostrar que su indiscutido talento le daba m¨¢s derechos que a sus compa?eros.

En 1992, cuando la selecci¨®n brasile?a ya estaba en manos de Carlos Alberto Parreira y Mario Lobo Zagallo, Romario se sublev¨® cuando tuvo que quedarse en el banquillo en un amistoso, para entrar s¨®lo en los 20 minutos finales. M¨¢s tarde estuvieron a punto de dejarlo al margen de la selecci¨®n que gan¨® la Copa del Mundo en 1994. Hab¨ªa dejado indignados a los dirigentes brasile?os con repetidas cr¨ªticas a su compa?ero de equipo M¨¹ller, quien, seg¨²n ¨¦l, no estaba al nivel de la selecci¨®n.

Por la misma ¨¦poca, el propio Pel¨¦ fue otra v¨ªctima de la lengua mordaz de Romario, quien declar¨® que el rey "ya no significa nada en el f¨²tbol de hoy". M¨¢s tarde se indispuso con Zico: "?l nunca fue nada en la selecci¨®n, nunca hizo nada y no ser¨¢ recordado por nadie", declar¨®.

La fama y la gloria parecen haber sido un peso excesivo para el chico humilde nacido en una favela carioca: "Tom¨¦ el lugar de Ayrton Senna; con el tetra, he sido masificado como rey", dijo al peri¨®dico Folha de Sao Paulo. El conocido psicoanalista carioca Alberto Goldin observ¨® que "la transici¨®n de la miseria a la fama y riqueza fue un choque demasiado grande que lo habr¨ªa llevado a considerarse un elegido de Dios o hasta incluso un dios".