Bielorrusia desata una "guerra" diplom¨¢tica por las residencias de las embajadas

El ultim¨¢tum venc¨ªa a mediod¨ªa de ayer, pero el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, decidi¨® a ¨²ltima hora extenderlo una semana y evitar as¨ª, o cuando menos aplazar, una de las m¨¢s absurdas crisis de la historia de la diplomacia mundial. Su orden de traslado de las residencias de 22 embajadores (entre ellos el norteamericano, el ruso y el franc¨¦s), situadas en el complejo de Drozdi, al oeste de Minsk, no se aplic¨®. Eso detiene, de momento, la reacci¨®n de Estados Unidos y la Uni¨®n Europea. Esta ¨²ltima estudiaba ya la retirada en masa de sus representantes.

Como si no tuviera ya bastantes problemas internos, el m¨¢s sovi¨¦tico de los presidentes de los pa¨ªses de la antigua URSS, que ha desarticulado a la oposici¨®n e implantado un r¨¦gimen personalista y autoritario, decidi¨® que hab¨ªa que cerrar los edificios y desalojar a sus ocupantes. Su motivo declarado no pod¨ªa ser m¨¢s humanitario: la necesidad de efectuar reparaciones urgentes en la infraestructura y los servicios, incluido el suministro de agua y electricidad. Algunos peri¨®dicos rusos especulan con que la raz¨®n oculta es que Lukashenko quiere reservarse el uso exclusivo de la zona.

No se trataba, por supuesto, de dejar a los diplom¨¢ticos en la calle. A cambio se les ofrec¨ªan nuevas residencias, supuestamente m¨¢s lujosas y mejor acondiciondas, en otras ubicaciones, algunas de ellas muy alejadas del centro de la capital bielorrusa.

Convenci¨®n de Viena

Fuera la que fuese la aut¨¦ntica raz¨®n, lo cierto es que el decreto que Lukashenko emiti¨® hace aproximadamente un mes, y que la comunidad diplom¨¢tica decidi¨® ignorar, no respetaba, seg¨²n ¨¦ste, ni el esp¨ªritu ni la letra de la Convenci¨®n de Viena, que regula los derechos de las legaciones en el extranjero. Seg¨²n los embajadores, ese compromiso, que Bielorrusia ha suscrito, establece que las residencias son territorios de los pa¨ªses a los que representan, y que el pa¨ªs en que se hallan no tiene derecho a entrar en ellas sin permiso.Lukashenko no hizo caso y decidi¨® imponer su orden por la fuerza. El pasado lunes, grupos de operarios bloquearon las entradas de algunos de los edificios, mientras la polic¨ªa concentraba un importante contingente a la entrada de la zona. El embajador norteamericano, Daniel Spechard, se vio obligado a acceder a su residencia a trav¨¦s de una entrada de emergencia. Ahora queda una semana para encontrar una soluci¨®n.