EEUU acoge la recesi¨®n japonesa con fuerte preocupaci¨®n por su propio crecimiento
Estados Unidos reaccion¨® ayer con inquietud a la noticia de que Jap¨®n est¨¢ oficialmente en recesi¨®n. Analistas e inversores se preguntaban cu¨¢l puede ser el impacto de la crisis japonesa, que agrava la del conjunto asi¨¢tico, en una econom¨ªa norteamericana que, como declar¨® el mi¨¦rcoles el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, est¨¢ en la situaci¨®n m¨¢s sana en muchas d¨¦cadas. Las noticias procedentes del ¨¢rea del Pac¨ªfico provocaron una tercera jornada consecutiva de pesimismo en la Bolsa de Wall Street, que se comport¨® con una clara tendencia a la baja.
En la tendencia bajista que ayer domin¨® la mayor parte de la jornada burs¨¢til neoyorquina (aunque al cierre Wall Street logr¨® anotar ganancias) influy¨® el temor a que la crisis del Pac¨ªfico afecte seriamente a los intereses de las muchas empresas estadounidenses con gigantescas inversiones en pa¨ªses asi¨¢ticos. Ese temor se ve¨ªa reforzado por la extraordinaria fortaleza del d¨®lar frente al yen, que, por una parte, hace menos sabrosos los beneficios obtenidos de las inversiones en Asia y, por otra, encarece las exportaciones a esa regi¨®n y abarata las importaciones de productos asi¨¢ticos.Los ¨²ltimos meses de crisis asi¨¢tica, como record¨® Greenspan el mi¨¦rcoles, ya se han traducido en un incremento del d¨¦ficit comercial de EE UU. Pero con un fuerte crecimiento dom¨¦stico, una notable mejora de la productividad laboral, una inflaci¨®n bajo control y un pr¨®ximo super¨¢vit presupuestario, el Departamento del Tesoro indic¨® ayer que el d¨¦ficit comercial no es "una preocupaci¨®n inmediata".
Fortaleza del d¨®lar
El d¨®lar mantuvo su r¨¦cord de cotizaci¨®n en los ¨²ltimos ocho a?os respecto al yen. No faltaron analistas que pusieron el acento en las ventajas de este hecho para EE UU. "La debilidad del yen", indic¨® Kevin Harris, de McCarthy, Chrisanti and Maffei, "ayuda a contener la inflaci¨®n estadounidense y, al reducir las presiones para una subida de los tipos de inter¨¦s, mantiene barato el cr¨¦dito"."Los consumidores son los grandes ganadores", dijo John Ryding, de la firma Bear Stearns. "Pueden comprar productos asi¨¢ticos m¨¢s baratos y sus pr¨¦stamos, en particular los hipotecarios, van a costar menos". Tambi¨¦n salen ganando los bonos del Tesoro, convertidos en un refugio para muchos inversores, y los negocios importadores de materias primas y componentes industriales asi¨¢ticos, como el automovil¨ªstico. Otros economistas, sin embargo, advirtieron que si la crisis asi¨¢tica persiste y si Jap¨®n, la segunda econom¨ªa del mundo, se hunde en la recesi¨®n, las consecuencias terminar¨¢n siendo nefastas para la econom¨ªa estadounidenses. "Si Jap¨®n no levanta cabeza, las exportaciones y los puestos de trabajo en EEUU sufrir¨¢n da?os", dijo Charles Lieberman, de Strategic Investors.
El hundimiento de la divisa japonesa en las ¨²ltimas 48 horas se ha visto acentuada por las declaraciones de Robert Rubin, secretario del Tesoro, en el sentido de que EE UU no va a acudir de inmediato en ayuda del yen. Rubin persiste en su idea de que, como viene insistiendo Washington desde hace m¨¢s de un a?o, Jap¨®n debe hacer un esfuerzo propio para salir del hoyo. "La debilidad del yen", seg¨²n el secretario del Tesoro, "refleja las condiciones econ¨®micas de Jap¨®n y s¨®lo puede resolverse si ese pa¨ªs restablece su fortaleza econ¨®mica". Una intervenci¨®n de los bancos centrales de los pa¨ªses m¨¢s industriales a favor del yen ser¨ªa, seg¨²n Rubin, "una herramienta temporal, pero no una soluci¨®n fundamental".
Sin emplear un lenguaje tan duro como el de los estadounidenses, el Banco Mundial tambi¨¦n inst¨® ayer a Jap¨®n a hacer un esfuerzo. "Jap¨®n tiene que reaccionar, y no s¨®lo para ayudarse a s¨ª mismo, sino porque el mundo est¨¢ contando con ese pa¨ªs", dijo James Wolfensohn, presidente del Banco Mundial.
Wolfensohn expres¨® su temor a que la situaci¨®n japonesa vuelva a hundir a pa¨ªses como Corea del Sur, Indonesia y Tailandia, que apenas han logrado empezar a despegar de la crisis abierta el pasado verano. "Jap¨®n", dijo Wolfensohn, "es la locomotora y ahora no est¨¢ funcionando bien".
Parte de las preocupaciones de Estados Unidos se dirigen tambi¨¦n hacia el otro gigante econ¨®mico de Asia, China. En los ¨²ltimos d¨ªas, algunos operadores econ¨®micos del pa¨ªs han subrayado su falta de confianza en que Pek¨ªn disponga de suficientes reservas para salir en defensa de su divisa, si ¨¦sta llega a ser blanco de los ataques mientras el yen siga en ca¨ªda libre.
Desde el Banco Mundial, sin embargo, se ha intentado lanzar un mensaje tranquilizador al respecto, subrayando la solidez de las reservas de divisas de China y la convicci¨®n, al menos aparente, de que no habr¨¢ contagio de la crisis.
Traspaso de la crisis
El traspaso de la crisis a China ser¨ªa un golpe a?adido a la grave situaci¨®n por la que atraviesa la regi¨®n en general, y en especial para las posibilidades de recuperaci¨®n de econom¨ªas ya tocadas, como Corea del Sur o Tailandia, que luchan contra el crecimiento de los precios y contra el aumento del desempleo que provoc¨® la crisis financiera del pasado a?o.El impacto de la situaci¨®n econ¨®mica en Jap¨®n se tradujo tambi¨¦n ayer en un descenso en los precios en el mercado del crudo. El petr¨®leo procedente del mar del Norte se situ¨® por debajo de los 13 d¨®lares por barril. Tambi¨¦n se vieron afectados los precios del cobre y del aluminio, ya que Jap¨®n es un mercado de primer orden para los metales de base, y se teme una ca¨ªda en la demanda.
El precio del cobre a tres meses cerr¨® la semana con un retroceso de 9,20 d¨®lares, mientras que el precio del aluminio en los mismos plazos cedi¨® nada menos que 21 d¨®lares.
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