Un serio patinazo

En su primer, estimulante filme, Costa Brava, Marta Balletb¨®-Coll propon¨ªa una comedia en la que la relaci¨®n amorosa entre dos chicas (la propia directora y Desi del Valle; en esta pel¨ªcula repiten ambas) era vista con pudor, sentido el¨ªptico y ternura que presagiaban una mirada femenina atenta y estimulante en el casi desierto panorama del cine catal¨¢n de estos d¨ªas.Su segundo filme echa por tierra (ojal¨¢ que provisionalmente) todas las expectativas despertadas por su ¨®pera prima: lo que all¨ª era contenci¨®n y rigor en la puesta en escena, s¨®lo eclipsado a veces por el histrionismo de la propia Balletb¨®, aqu¨ª se convierte en brochazo grueso, puesta en escena una por amateur, falta de gui¨®n, facilidades impropias de una cineasta que pretenda ser tomada en serio.

Desconcierto

Dejemos para otro d¨ªa el recado ideol¨®gico que la pel¨ªcula de Balletb¨® persigue: con decir que es tan pueril como tonto hay bastante. Pero lo que conviene no silenciar es que ni el recuerdo de su primera pel¨ªcula ni la supuestamente graciosa campa?a de promoci¨®n con que Balletb¨® ha intentado vender la pel¨ªcula bastan para paliar el desconcierto en que el filme sume al respetable.Si hacer re¨ªr consiste en hilvanar un grupo de secuencias sin gracia; si la direcci¨®n de actores es que cualquiera haga lo que le venga en gana; que el montaje sea s¨®lo empalmar un plano con otro, pues entonces, ?Cari?o, he enviado los hombres a la Luna! es una comedia.

Pero me temo que la operaci¨®n se queda s¨®lo en un riguroso, desgraciado tropez¨®n que Balletb¨® tendr¨¢ que remediar en el futuro, so pena de perder de un plumazo todo el cr¨¦dito ganado con su primera pel¨ªcula.