M¨¢s de 140 pa¨ªses intentan crear un nuevo ¨®rgano mundial contra cr¨ªmenes de guerra

ENVIADO ESPECIALDelegaciones de m¨¢s de 140 pa¨ªses se re¨²nen hoy en Roma en la apertura de una Conferencia Diplom¨¢tica cuyo fin es el establecimiento de un Tribunal Penal Internacional (TPI) que persiga y juzgue los cr¨ªmenes de guerra, contra la humanidad y el genocidio, as¨ª como violaciones masivas de los derechos humanos, independientemente de donde se produzcan. La conferencia, convocada por Naciones Unidas, intentar¨¢ llegar a un acuerdo que determine competencias, estructura, funcionamiento y financiaci¨®n de dicho tribunal.

Como no pod¨ªa ser de otra forma ante un acuerdo que implica una seria renuncia de soberan¨ªa por parte de los Estados, las posturas iniciales son muy diversas y discrepantes. El Tribunal ser¨¢ establecido por medio de un tratado internacional por el que los pa¨ªses firmantes se comprometer¨¢n a apoyar, reconocer y acatar las actuaciones y sentencias de la nueva instancia internacional. En principio, los pa¨ªses m¨¢s dispuestos a dotar de poderes a este Tribunal para garantizar tanto su efectividad en la persecuci¨®n de cr¨ªmenes como su poder disuasorio, son las democracias asentadas. Los m¨¢s reticentes son, por l¨®gica, aquellos Estados en los que son m¨¢s probables hechos susceptibles de convertirse en competencia de dicho Tribunal. No obstante, en cuestiones como la relaci¨®n del Tribunal con el Consejo de Seguridad y competencias de la fiscal¨ªa, persisten tambien diferencias entre los pa¨ªses occidentales, incluso en el propio seno de la Uni¨®n Europea.En lo que todos los participantes, que trabajar¨¢n durante cinco semanas, parecen estar de acuerdo es en que tan in¨²til ser¨ªa un texto maximalista que s¨®lo firmaran los pa¨ªses de las democracias desarrolladas como un documento vac¨ªo que todos firmaran pero hiciera nacer muerto al Tribunal. El peligro de que suceda esto ¨²ltimo preocupa no s¨®lo a las ONG que estar¨¢n muy presentes durante todas las negociaciones en Roma, sino tambi¨¦n a algunas delegaciones, entre otras la espa?ola, dirigida por el embajador Juan Antonio Y¨¢?ez. La ministra de Justicia, Margarita Mariscal de Gante, presidir¨¢ ladelegaci¨®n durante la apertura de la Conferencia.

Un Tribunal internacional que persiga los cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad es una vieja aspiraci¨®n de juristas y estadistas dem¨®cratas ya desde el final de la Primera Guerra Mundial.