El caso del juez que ser¨¢ juzgado

Aunque la especialidad del juez Javier G¨®mez de Lia?o ha sido tratar como culpables a ciudadanos que ni siquiera hab¨ªan sido juzgados, queremos marcar distancias con ¨¦l y con su manera de interpretar el Derecho limit¨¢ndonos a considerarle como simple procesado por tres presuntos delitos de prevaricaci¨®n. Pero no ocultamos nuestra satisfacci¨®n. Por principio, consideramos positivo que el Tribunal Supremo se atreva a examinar las posibles responsabilidades de un juez de la Audiencia Nacional. Pero, adem¨¢s, como se da la circunstancia de que toda la gente sensata de este pa¨ªs tuvo la sensaci¨®n de que la manera concreta de actuar de G¨®mez de Lia?o en el caso Sogecable contra Polanco y otros altos cargos del Grupo PRISA era incorrecta, la acusaci¨®n que ahora pende sobre ¨¦l es l¨®gica y necesaria.El Consejo General del Poder Judicial debe decidir si procede suspender cautelarmente al magistrado para impedir que contin¨²e actuando en nombre de la justicia. Es un tr¨¢mite que requiere celeridad. Esperamos que la suspensi¨®n llegue inmediatamente. Porque el hecho de ver c¨®mo se trunca la desaforada cacer¨ªa contra los gestores de Sogecable, la evidencia de que se deshace una acusaci¨®n vaga, la descalificaci¨®n de la sa?a procedimental y el procesamiento por criminalizar injustificadamente a personas que ni hab¨ªan hecho nada malo ni pensaban escaparse, no compensa del largo drama vivido. La inseguridad jur¨ªdica creada por la lentitud con que el Supremo ha parado los pies a G¨®mez de Lia?o ha sido demoledora, y el da?o causado ya no tiene arreglo. Que el Supremo nos asegure por lo menos que este juez, de momento, no podr¨¢ utilizar sus t¨¦cnicas contra otras personas.

La prevaricaci¨®n es de lo m¨¢s terrible que puesde ocurrir en un Estado de derecho. Utilizar la potestad judicial para abusar de una persona es, despu¨¦s del asesinato, el peor delito. Por eso, si se sustancia la responsabilidad penal de G¨®mez de Lia?o debe haber una sentencia ejemplar. Y no lo pedimos con ¨¢nimo de venganza: lo reclamamos por simple deseo de higiene.