Sirvi¨® un detalle de Suker
Croacia se impone a Jap¨®n en un partido movido, pero deficiente
Croacia, un pa¨ªs joven con unos jugadores en estado crepuscular; Jap¨®n, una vieja naci¨®n con unos futbolistas novatos. La mezcla de este partido fue m¨¢s divertida que interesante. Abundaron los errores, y de estos surgi¨® un duelo de ida y vuelta, entre el entusiasmo de los japoneses y los detalles de los croatas. Cuando tuvo que imponerse alguien, volvi¨® a hacerlo el equipo experto, como ha sucedido durante toda la primera fase.La diferencia de Jap¨®n con Estados Unidos o Arabia nace de la excitaci¨®n de sus futbolistas. Juegan con el sistema nervioso a toda m¨¢quina, con una din¨¢mica admirable y con unos recursos relativamente pobres. Lo que predomina en el equipo asi¨¢tico es una reproducci¨®n a escala menor de las estrellas que triunfan en Am¨¦rica y Europa.
Su f¨²tbol es una extensi¨®n del modo de vida y de producci¨®n de su pa¨ªs. No es un t¨®pico. Uno por uno, sus jugadores remiten a alguien que sirve como modelo en la actualidad. Soma, por decir uno, es una versi¨®n pobre de Roberto Carlos. Ataca por los costados de forma apasionada y descuida sus funciones defensivas con la misma irresponsabilidad que el brasile?o. Hanami es el interior izquierda y como los interiores izquierda de toda la vida es intermitente, vistoso y un poco l¨¢nguido: el menos japon¨¦s de todos. Yamaguchi es un medio centro cl¨¢sico, correcto con la pelota, atento t¨¢cticamente, pero sin peso sobre el juego. Es lo que le ocurre a la selecci¨®n japonesa, su actividad febril no se homologa con su escasa contundencia. Son luchadores evanescentes. Qu¨¦ contradicci¨®n.
Jap¨®n tuvo la dignidad de buscar al partido con todas sus consecuencias. Fue el equipo que atac¨®, que protagoniz¨® el juego, que tuvo una actitud m¨¢s generosa. Croacia se limit¨® a explotar las carencias de su rival, especialmente las defensivas, por medio de unos jugadores que comienzan a estar de vuelta, pero todav¨ªa capaces de realizar excelentes detalles. Nadie representa mejor este cuadro que Suker. Le cuesta moverse y no se va de casi ning¨²n defensa. Est¨¢ ancho de caderas, como los futbolistas que parecen exfutbolistas, y su velocidad es limitad¨ªsima. Pero conserva su pierna izquierda, instrumento decisivo en el partido de ayer: un remate contra el larguero en una vaselina preciosa y el gol.
Suker es capit¨¢n en Croacia, pero se siente capit¨¢n general. Como nadie le discute su autoridad, juega sin ninguna tensi¨®n, sin otro inter¨¦s que convertir cuatro intervenciones en situaciones de gol. Al menos sabe su papel, y todos le respetan. A Prosinecki cuesta respetarle. Tambi¨¦n quiere ser capit¨¢n general, pero el hombre no aprende. Tantos a?os en el f¨²tbol y no hay manera de que entienda su profesi¨®n.
Sin centrocampistas consistentes, Croacia permiti¨® el control del juego por parte de los japoneses. Sin defensas solventes, Jap¨®n estuvo a punto de regalar el partido en varias ocasiones. La sustituci¨®n de Prosinecki por Maric ayud¨® considerablemente a los croatas, que comenzaron a funcionar con m¨¢s empaque. Cuando el partido baj¨® sus revoluciones se pronostic¨® la victoria de Croacia, que se produjo en una llegada de Asanovic, y un remate a la media vuelta de Suker que encontr¨® la colaboraci¨®n de Kawaguchi, que tambi¨¦n se parece a los porteros de hoy: m¨¢s pintoresco que fiable.
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