Un viaje a la infancia del castellano
Tres comunidades crean un itinerario ling¨¹¨ªstico de San Mill¨¢n a Alcal¨¢ de Henares
"Como ayutorio de nuestro due?o Christo..." comienza el primer p¨¢rrafo escrito en castellano. Es la traducci¨®n de parte de un serm¨®n de san Agust¨ªn anotada junto al texto latino por un monje de San Mill¨¢n de la Cogolla hace casi mil a?os. All¨ª comienza el Camino de la lengua castellana, un recorrido por las vivencias de infancia y juventud del espa?ol (del siglo X al XVII) perge?ado por tres comunidades aut¨®nomas y seis ayuntamientos. San Mill¨¢n, Santo Domingo de Silos, Valladolid, Salamanca, ?vila y Alcal¨¢ de Henares son los puntos de este periplo.
Las primeras palabras que fueron escritas en castellano forman parte de un diccionario de lat¨ªn elaborado por los monjes de San Mill¨¢n en el 964. Es un c¨®dice de 300 p¨¢ginas que durmi¨® olvidado hasta 1997 en la sede madrile?a de la Academia de la Historia. "Lo desecharon por su mal lat¨ªn. Yo y mi hermano Claudio lo estudiamos y descubrimos en ¨¦l muchas palabras escritas en romance", explica el catedr¨¢tico de la Universidad de La Rioja Javier Garc¨ªa Aturza.A?os despu¨¦s, protegido con un grueso h¨¢bito benedictino del fr¨ªo y la humedad de los muros del monasterio de Yuso, en La Rioja, e inclinado sobre un libro religioso, un monje anot¨® en los m¨¢rgenes, al lado de la expresi¨®n latina que le resultaba oscura, otra en romance que la tradujera. Luego, fue m¨¢s all¨¢ y tradujo varias l¨ªneas completas. Son las Glosas Emilianenses. El visitante podr¨¢ sumergirse en el ambiente monacal que abrig¨® su alumbramiento, pero no podr¨¢ verlas: est¨¢n en la biblioteca de la Academia de Historia. Cerca del monasterio y un siglo despu¨¦s, ya en el XII, naci¨® el primer poeta que rim¨® en castellano, Gonzalo de Berceo: "Quiero fer una prosa en roman paladino / en qual suele el pueblo fablar a su vecino". Su vida transcurri¨® entre los monasterios de Yuso y Santo Domingo de Silos.
Glosas Silenses
Tampoco el c¨®dice que contiene el penitencial con las 380 Glosas Silenses, anotadas probablemente a finales del siglo XI, est¨¢ en Santo Domingo. Permanece en el Museo Brit¨¢nico, al que fue a parar tras subastarse en 1875. El Ayuntamiento ha intentado en vano recuperarlo. Incluso pidi¨® donativos para comprarlo, pero no junt¨® m¨¢s de 100.000 pesetas. El abad no cree necesario el empe?o: "Fueron adquiridas de forma l¨ªcita y all¨ª est¨¢n bien conservadas". Cierto que el turista no podr¨¢ ver las glosas, pero a cambio disfrutar¨¢ de uno de los m¨¢s bellos claustros rom¨¢nicos y de su cipr¨¦s, cantado por los poetas. Entre ellos, por Gerardo Diego: "Enhiesto surtidor de sombra y sue?o / que acongojas el cielo con tu lanza..."De los claustros monacales, el caminante llega a los universitarios, y con ellos a los de la parada m¨¢s pol¨¦mica. " Valladolid ten¨ªa que estar. Aqu¨ª nacieron Zorrilla y Delibes, aqu¨ª vivi¨® Cervantes y durante siglos ha tenido fama de ser centro mod¨¦lico del castellano", afirma el catedr¨¢tico de la universidad vallisoletana C¨¦sar Hern¨¢ndez. Pero otros catedr¨¢ticos cuchichearon a lo largo del camino: "Por los mismos motivos, deber¨ªa estar Sevilla". Y el propio Hern¨¢ndez desmonta su otro argumento: "En eso de que en Valladolid se habla el mejor castellano hay mucho de mito".
Un Lazarillo de Tormes ya crecido y cebado recibi¨® a los peregrinos en Salamanca y los gui¨®, a trav¨¦s de sus monumentos, hasta el huerto de Calixto y Melibea. Esta Ronda de las Leyendas se puede solicitar en la Oficina de Turismo. Para aquellos que quieran caminar sobre las huellas de escritores pret¨¦ritos, el Ayuntamiento ha enhebrado mediante un recital nocturno las residencias de todos ellos. Es La ronda de los Poetas, que se celebra en torno al 8 de septiembre. La Universidad conserva cual santuarios las aulas en las que impartieron clases Unamuno o Fray Luis de Le¨®n y el p¨²lpito desde el que poeta comenz¨® en 1576, tras volver de la c¨¢rcel, con su "Dec¨ªamos ayer..."
Ese mismo a?o mor¨ªa otra escritora, santa Teresa de Jes¨²s, lejos de su ?vila natal, la pen¨²ltima parada del camino. "Santa Teresa y San Juan empezaron a escribir en el momento justo. Antes el castellano no hubiera estado suficientemente maduro para transmitir tan sutiles sentimientos", asegura Mar¨ªa Jes¨²s Manso, estudiosa de ambos m¨ªsticos.
Pasos cervantinos
Atr¨¢s quedan las murallas abulenses y, tras atravesar la sierra de Guadarrama, aparece la ciudad donde Miguel de Cervantes dio sus primeros pasos. El genio es un vecino m¨¢s de Alcal¨¢ de Henares, que en octubre convierte su casco hist¨®rico en escenario de teatro y m¨²sica cervantinos. Tambi¨¦n en Alcal¨¢ se imprimi¨®, en 1492, la Gram¨¢tica de Antonio de Nebrija, pionera en fijar las normas de una lengua romance. El viajero dispuesto a recorrer el reci¨¦n inaugurado Camino de la lengua castellana se enfrenta a 800 kil¨®metros de carreteras. Los promotores del itinerario han editado una gu¨ªa, cuyos 60.000 primeros ejemplares distribuir¨¢n este verano por agencias de viajes y oficinas de turismo, y pretenden que la ruta entre en los circuitos de las agencias. Como m¨ªnimo, para no fallecer de sobredosis monumental y hartazgo de datos, se precisa una semana para completar el periplo.Hay que tener en cuenta que incluye tres enclaves, San Mill¨¢n, Salamanca y ?vila, declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y un cuarto, Alcal¨¢ de Henares, que lo ha solicitado. El propio camino est¨¢ en la lista de candidaturas que el Gobierno defender¨¢ en los pr¨®ximos diez a?os.
Esta iniciativa tur¨ªstica reforzar¨¢ los pasos ya iniciados para convertir el castellano en un motor econ¨®mico. Por las Universidades de Alcal¨¢ de Henares, Salamanca y Valladolid pasan cada a?o m¨¢s de 8.000 estudiantes de espa?ol para extranjeros, una ense?anza que mueve alrededor de 190.000 millones de pesetas anuales.
Babelia
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