Goleada in¨²til
Espa?a derrota a Bulgaria (6-1), pero cae eliminada por la victoria de Paraguay ante Nigeria (3-1)
Es una vieja ley del Deporte: la motivaci¨®n es el motor de los grandes ¨¦xitos. Espa?a depend¨ªa de Nigeria, que no se jugaba nada ante Paraguay, y pag¨® cara esa dependencia. Espa?a cumpli¨® su parte: derrot¨® a Bulgaria con una goleada in¨²til (6-1), curiosamente la mayor registrada hasta el momento en este Mundial, que ayer cumpli¨® su gol n¨²mero 100. Un resultado que se fragu¨® muy pronto gracias a un tanto de Hierro de penalti en los primeros minutos de partido. El encuentro llev¨® un transcurso m¨¢s bien apacible, con Espa?a demostrando una amplia superioridad sobre el gastado equipo b¨²lgaro. Sin embargo, las noticias que llegaban de Toulouse eran preocupantes: un minuto antes de que marcara Hierro, hab¨ªa hecho lo propio Paraguay. La noche se hizo larga, porque poco despu¨¦s Nigeria empataba y permit¨ªa abrigar esperanzas. La alegr¨ªa se torn¨® en tristeza mediada la segunda parte, cuando Paraguay volv¨ªa a tomar la delantera. Espa?a, por entonces, ganaba 3-1 (hab¨ªan marcado Luis Enrique y Morientes por los espa?oles, y Kostadinov, por los b¨²lgaros) y su partido no admit¨ªa contestaci¨®n. Cuando lleg¨® el tercer gol paraguayo, la tristeza alcanz¨® a todo el vestuario espa?ol, consciente de que Nigeria, que jugaba con siete reservas, no ten¨ªa ya ning¨²n inter¨¦s en darle un vuelco a la situaci¨®n. Los goles con los que el equipo de Clemente cerr¨® su partido (otro de Morientes y dos de Kiko) no compensaron la frustraci¨®n por la eliminaci¨®n. Los seis goles no serv¨ªan para nada.Espa?a cae eliminada del Mundial en la primera fase, un hecho que no se produc¨ªa desde Argentina 78. Espa?a hab¨ªa llegado a Francia como una de las selecciones candidatas al t¨ªtulo, despertando m¨¢s expectativas que nunca. Sin embargo, no ha respondido a esa condici¨®n. El seleccionador, Javier Clemente, se meti¨® desde el primer d¨ªa en una guerra incomprensible con los medios de comunicaci¨®n y perdi¨® atenci¨®n con sus deberes.
Lejos de dotar de tranquilidad a sus jugadores, les distrajo. Y no les permiti¨® rendir de acuerdo a sus posibilidades. Nigeria le gan¨® en el arranque (3-2) y Espa?a no supo reaccionar a ese golpe: por eso empat¨® ante Paraguay. Al final, en el ¨²ltimo partido y cuando ya no depend¨ªa de s¨ª mismo, la selecci¨®n se acord¨® de c¨®mo puede jugar realmente. Pero ya era demasiado tarde. Est¨¢ eliminada.
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