Clinton ver¨¢ sobre el terreno la evoluci¨®n de Hong Kong al a?o de su retorno a Pek¨ªn
Bill Clinton inici¨® ayer en Xian, antigua capital china, una hist¨®rica visita que concluir¨¢ el pr¨®ximo viernes en Hong Kong, el ¨²ltimo territorio que se ha incorporado al pa¨ªs. Clinton llegar¨¢ al d¨ªa siguiente de cumplirse el primer aniversario de la retrocesi¨®n de la ex colonia brit¨¢nica. Washington presta una atenci¨®n especial al futuro de esta Regi¨®n Administrativa Especial de China sobre cuya situaci¨®n el Departamento de Estado debe presentar cada a?o un informe al Congreso. El presidente recibir¨¢ informaci¨®n de primera mano de un territorio que, si es alcanzado de lleno por la crisis asi¨¢tica, sacudir¨¢ a los mercados de todo el mundo. Y tambi¨¦n tendr¨¢ ocasi¨®n de ver c¨®mo los dem¨®cratas luchan por un espacio pol¨ªtico.
Los estadounidenses jam¨¢s han escondido su escepticismo ante el principio de Pek¨ªn de un pa¨ªs, dos sistemas, o sobre la continuidad del Estado de derecho y la postura china sobre los derechos humanos. Con su visita, Clinton quiere demostrar tanto al Congreso de EEUU como a Pek¨ªn que permanece vigilante, incluso despu¨¦s de que las inquietudes iniciales hayan sido apaciguadas. Todos los actos de la visita por la isla ser¨¢n claros y visibles: paseo por la bah¨ªa y discurso ante los empresarios en el centro de Convenciones.Sin embargo, la visita tambi¨¦n se inscribe dentro de otro contexto: la crisis econ¨®mica y financiera que golpea a la regi¨®n desde hace un a?o. Los estadounidenses no olvidan que fue la ca¨ªda de la Bolsa de Hong Kong, el 23 de octubre de 1997, la que desencaden¨® la primera crisis seria en Wall Street y en otras plazas mundiales y la que suscit¨® las primeras inquietudes sobre los efectos deflacionistas de la crisis asi¨¢tica en el resto del mundo. Tambi¨¦n recuerdan que la moneda del lugar, el d¨®lar hongkon¨¦s, ligada al d¨®lar de EEUU por una paridad fija de 7,80, fue la ¨²nica de la regi¨®n que se mantuvo firme.
Pero un alza repentina en los tipos de inter¨¦s desencaden¨® una ca¨ªda de entre el 40% y el 50% del valor de sus activos y trajo la recesi¨®n m¨¢s grave que ha conocido la regi¨®n desde la guerra.
Pero EEUU, muy criticado por haber intervenido tard¨ªamente sobre los mercados financieros, tampoco deber¨ªa olvidarse de reafirmar su presencia en la regi¨®n apoyando los esfuerzos de un Gobierno que lucha por volver a conseguir la estabilidad.
Con respecto a la entrada de China en la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC), de la que Hong Kong ya es miembro, la ex colonia no ha jugado el papel de caballo de Troya chino que ciertos miembros del Congreso de EEUU tem¨ªan.
Pero la visita de Bill Clinton a la isla sobrepasa la dimensi¨®n puramente simb¨®lica. Su apoyo a la democracia tendr¨¢ una resonancia particular justo un mes despu¨¦s de las elecciones al Consejo Legislativo (Legco) que suscitaron la mayor movilizaci¨®n electoral de la poblaci¨®n (53%) y que devolvieron triunfalmente a los dem¨®cratas a la escena pol¨ªtica. Ese plebiscito en favor de la democracia no ha hecho m¨¢s que avivar el debate sobre la aceleraci¨®n del proceso democr¨¢tico en Hong Kong, a iniciativa de Martin Lee, l¨ªder del Partido Dem¨®crata. Lee reclama el sufragio universal para las elecciones al Legco del a?o 2000 y para las del 2002 para la designaci¨®n del pr¨®ximo jefe de Gobierno. Pareciera como si EEUU hubiera adoptado una postura moderada en Hong Kong y descartado toda confrontaci¨®n con el jefe del Ejecutivo, Tung Chee Hwa. Pero esta diplomacia conciliadora no satisface a los organismos de vigilancia de los derechos humanos que temen que un certificado de buena conducta de EEUU enmascare los verdaderos peligros.
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