El Gobierno y las comunidades sellan con el consenso el fin de la "guerra de humanidades"

La ministra de Educaci¨®n, Esperanza Aguirre, y los consejeros de las ocho comunidades con competencias plenas escenificaron ayer con una foto de familia en el Ministerio de Educaci¨®n el fin de la guerra de las humanidades, abierta hace ocho meses. Los responsables educativos se proponen abrir ahora un sereno debate sobre la mejora de la ense?anza de las humanidades basado en el consenso sobre un conjunto de orientaciones gen¨¦ricas. Estas recomendaciones est¨¢n incluidas en el dictamen de 166 p¨¢ginas y 18 conclusiones que durante cuatro meses ha elaborado un grupo de 30 expertos presididos por el ex ministro de Educaci¨®n Juan Antonio Ortega y D¨ªaz Ambrona.

La ministra expres¨® su satisfacci¨®n por el hecho de que la comisi¨®n defienda la necesidad de mejorar la ense?anza de las humanidades y felicit¨® al presidente por su entrega en la elaboraci¨®n de un "dictamen riguroso", su acierto al tratar "espinosos" temas educativos [en alusi¨®n a la historia] y el ¨¦xito de lograr el mayor grado de acuerdo.Esto ha sido posible despu¨¦s de que Ortega y D¨ªaz Ambrona, un hombre de la antigua UCD que se siente c¨®modo en la cultura del consenso, urdiera una verdadera telara?a de entrevistas, gestiones pol¨ªticas y llamadas telef¨®nicas en las que, al margen de los trabajos de la comisi¨®n, han participado el presidente catal¨¢n, Jordi Pujol; el ex ministro socialista Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, y el ex secretario de Estado de Educaci¨®n ?lvaro Marchesi, adem¨¢s de los responsables auton¨®micos.

Pujol, que hace semanas convers¨® sobre el asunto de las humanidades con el secretario general de la OTAN y ex ministro de Educaci¨®n, Javier Solana, ha seguido al minuto el proceso, hasta el punto de que ayer llam¨® a las nueve de la ma?ana a su consejero de Educaci¨®n, Xavier Hern¨¢ndez, para cerciorarse de que no hab¨ªa problemas de ¨²ltima hora.

Para encauzar la relaci¨®n con los nacionalistas, Ortega y D¨ªaz Ambrona ha contado con la colaboraci¨®n de ?lvaro Marchesi, que entre 1990 y 1992 dirigi¨® la negociaci¨®n de los contenidos m¨ªnimos con las comunidades aut¨®nomas.

Marchesi resalt¨® ayer la "excelente labor" del presidente de la comisi¨®n, que en diversas ocasiones le solicit¨® que redactase "f¨®rmulas de compromiso" cuando las cosas se atascaban. "Al colaborar, mi intenci¨®n ha sido reforzar la LOGSE y mejorar la ense?anza de las humanidades", manifest¨® el ex secretario de Estado.

Dentro del grupo de trabajo, las posiciones socialistas, han estado representadas por los expertos andaluces, elegidos por el consejero de Educaci¨®n, Manuel Pezzi, cuya apuesta por el consenso ha sido rotunda.

Uno de los momentos cr¨ªticos de la negociaci¨®n se produjo precisamente a principios de esta semana. Uno de los miembros de la comisi¨®n, el historiador Carlos Seco Serrano, envi¨® una carta a Ortega, con copia a Esperanza Aguirre, en el que hac¨ªa una dura cr¨ªtica al apartado de historia. Seco neg¨® ayer a este diario que se sienta desvinculado del dictamen, pero asegur¨® que le hubiera gustado ver reflejada su visi¨®n de la "historia com¨²n" de Espa?a en lugar de la "historia compartida". Esta discusi¨®n conceptual gener¨® en su momento uno de los m¨¢s agrios debates en la comisi¨®n. Los nacionalistas se opusieron a hablar de historia com¨²n. Seco tambi¨¦n lament¨® el "insuficiente" tratamiento de la historia antigua y, concretamente, de la Espa?a visig¨®tica.

Sus apelaciones a una cesi¨®n abusiva ante las pretensiones nacionalistas hicieron que Aguirre se replanteara la conveniencia de seguir adelante con el dictamen en esos t¨¦rminos. Finalmente, todo se sald¨® con una carta de la ministra y la incorporaci¨®n de algunas ideas de Seco.