Okocha-Laudrup o la dignificaci¨®n del 10

Hoy se juntan dos "10", una zamarra m¨ªtica en el f¨²tbol, que son un encanto: Michael Laudrup y Augustine Okocha. Puede que ninguno de los dos sea un diez como tal sino un nueve y medio o un nueve menos cuarto. El 10 es una especie en extinci¨®n.Incluso ahora que ya ha anunciado que se retira, tras ganar la Liga con el Ajax, Michael llena un partido. Puede que le falte ritmo y que no est¨¦ ya para encarar a los centrales. A sus 34 a?os, sin embargo, es a¨²n el punto de referencia ofensivo del equipo. Tiene todo lo que no se aprende en el f¨²tbol: fluidez, lucidez, regate y un pase terminal. Los ¨²ltimos 30 metros suelen ser su escenario. No es ni rematador ni organizador, pero una croqueta suya, un toque, una diagonal, una pared, vale m¨¢s que cualquier gol. M¨¢s que un problema con la edad de Laudrup, Dinamarca tiene un problema con sus acompa?antes. No hay quien se mueva. P¨®nganle un 9 y si bien no le har¨¢ Pichichi, Michael le har¨¢ feliz.

Okocha es m¨¢s raro que Laudrup. M¨¢s joven (25 a?os), m¨¢s 10 (le gusta m¨¢s organizar el juego que dibujar el ¨²ltimo pase), m¨¢s d¨ªscolo (lleva el pelo te?ido de color zanahoria). Por algo le llaman el Maradona africano. Tiene gran capacidad para abrir el juego y sus libres directos enamoran a los delanteros y ridiculizan a los porteros.