Gates, el Banco Mundial y el Reino Unido aceleran la b¨²squeda de una vacuna antisida
Mas de 15.000 personas asisten en Ginebra al XXII Congreso Mundial
A los 21 millones de afectados por el sida en Africa o a los 7 millones de Asia de poco les sirven los avances farmacol¨®gicos que mantienen la esperanza en los pa¨ªses ricos. Quieren una vacuna ya. La necesidad es tan imperiosa que un comit¨¦ internacional de expertos ha recomendado flexibilizar los requisitos para los ensayos en pa¨ªses en desarrollo. Ante la falta de iniciativas de los laboratorios, una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro est¨¢ aglutinando esfuerzos y donaciones. El midas de la inform¨¢tica, Bill Gates, ha tocado el proyecto con una varita de 325 millones de pesetas y el Gobierno brit¨¢nico ha donado otros 44. El Banco Mundial y fundaciones privadas tambi¨¦n contribuir¨¢n.
Iniciativa Internacional para una Vacuna contra el Sida (IAVI, en sus siglas en ingl¨¦s) busca estimular la investigaci¨®n en vacunas y, si se llegan a conseguir, asegurar que llegan a quien m¨¢s las necesitan. Las primeras subvenciones fueron anunciadas en Ginebra, en donde ayer se inaugur¨® el XII Congreso Mundial del Sida, al que asisten m¨¢s de 15.000 personas.La lista de fracasos es tan amplia -s¨®lo existe un prototipo en fase de ensayo en grandes grupos- y la presi¨®n epidemiol¨®gica tan grande, que cient¨ªficos y autoridades mundiales se han visto obligados a un fuerte giro en sus estrategias. El director de ONUSIDA, Peter Piot, fue muy claro en el acto de inauguraci¨®n: "Dejemos de esperar una estrategia perfecta que nos asegure el acceso universal a los medicamentos en el futuro; vamos a ver qu¨¦ podemos hacer para mejorar hoy el acceso a la sanidad. Dejemos de esperar el candidato perfecto a vacuna; pongamos en marcha ensayos eficaces de los prototipos que tenemos ahora".
Ruranga es un hombre maduro, de Uganda, y portador del virus desde hace 13 a?os. Ayer sostuvo que "los f¨¢rmacos nunca van a acabar con la pandemia, s¨®lo la vacuna". Es m¨¢s, Ruranga est¨¢ convencido de que, mientras los f¨¢rmacos contra el sida generen los beneficios actuales, no interesar¨¢ que se acaben los enfermos.
El sida se cobra cada a?o bastantes menos v¨ªctimas que la malaria y, sin embargo, esta infecci¨®n ha tomado al asalto la medicina de final se siglo como toma las ciudades donde cada dos a?os se celebran las cumbres mundiales. En Ginebra, hasta la cinta transportadora de equipajes del aeropuerto lleva pegatinas alusivas al sida.
La anterior cita en la ciudad canadiense de Vancouver trajo la mayor revoluci¨®n terap¨¦utica. El virus no ha sido a¨²n erradicado del organismo, pero las terapias combinadas lo mantienen a raya evitando la enfermedad.
Desde hoy en Ginebra, distintos estudios avanzar¨¢n en la necesidad de desarrollar estrategias farmacol¨®gicas m¨¢s potentes, m¨¢s c¨®modas y con menores efectos t¨®xicos. Porque muchos investigadores se preguntan hasta cu¨¢ndo un paciente podr¨¢ seguir tomando m¨¢s de 10 pastillas diarias con efectos a¨²n controvertidos sobre el colesterol y el sistema cardiovascular.
Vancouver tambi¨¦n convirti¨® a esta enfermedad, m¨¢s que nunca, en un tren de dos velocidades. En el Norte la infecci¨®n y la muerte se ralentiza; en el Sur crece a gran velocidad. El mensaje de Ginebra, dos a?os despu¨¦s y en boca de Peter Piot, es que la prevenci¨®n s¨ª da resultado.
Piot asegur¨® que en Brasil, Senegal, Tailandia y en algunas partes de Tanzania, las tasas de infecci¨®n por VIH entre mujeres j¨®venes se han reducido a la mitad gracias a intervenciones contundentes de prevenci¨®n. En estos pa¨ªses se est¨¢ utilizando el preservativo femenino; se ha conseguido reducir la transmisi¨®n de la enfermedad de madres a hijos gracias a la utilizaci¨®n de algunos antirretrovirales y se est¨¢ mejorando el acceso de la poblaci¨®n a los sistemas sanitarios.
S¨®lo un 33% de los delegados que asisten a este congreso proceden de pa¨ªses en v¨ªas en desarrollo. Su contribuci¨®n cient¨ªfica es algo mayor: un 40% de las presentaciones. Su voz, sin embargo, es la que m¨¢s se escucha.
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