El secretario de Vera dice que Garz¨®n le encarcel¨® porque no implic¨® a su jefe
El ex secretario particular de Rafael Vera en la secretar¨ªa de Estado para la Seguridad, Juan de Justo, acus¨® ayer al juez Baltasar Garz¨®n, ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo, de haberle mantenido encarcelado durante 100 d¨ªas por negarse a involucrar a Vera en el secuestro de Segundo Marey. Seg¨²n De Justo, Garz¨®n orden¨® su ingreso en la prisi¨®n de Alcal¨¢-Meco (Madrid) tras decirle: "Usted no me ha contestado como yo quiero".
Juan de Justo mantuvo ante el tribunal que juzga el secuestro de Segundo Marey que cuando se present¨® en la Audiencia Nacional el 9 de enero de 1995, la secretaria del juzgado de Garz¨®n, Natalia Reus, le mostr¨® un ejemplar del diario El Mundo y le avanz¨® que seguramente el juez le habr¨ªa citado en relaci¨®n con la informaci¨®n que publicaba ese peri¨®dico. Seg¨²n De Justo, la informaci¨®n del peri¨®dico coincidi¨® con las preguntas que luego le formul¨® el magistrado sobre los pagos en Suiza a Marian Acedo y Alicia S¨¢nchez Carri¨®n, esposas, respectivamente, de los ex polic¨ªas Jos¨¦ Amedo y Michel Dom¨ªnguez entre 1989 y 1991.De Justo dijo que empez¨® a sentirse mal cuando Garz¨®n, al que conoc¨ªa por haber trabajado con ¨¦l en el Ministerio del Interior, le pidi¨® que se identificase y le dirigi¨® una serie de preguntas en tono "agresivo". Durante la diligencia, el fiscal Pedro Rubira sali¨® en cuatro o cinco ocasiones del despacho y regres¨® con notas manuscritas que posteriormente entregaba al juez. El testigo tambi¨¦n relat¨® que ¨¦ste recib¨ªa constantes llamadas por su tel¨¦fono port¨¢til.
Al t¨¦rmino del interrogatorio, el juez dijo en voz alta: "Va a prisi¨®n". Ante eso, De Justo se digiri¨® a ¨¦l en un aparte y le pidi¨® que reconsiderase su decisi¨®n porque no hab¨ªa cometido ning¨²n delito. Garz¨®n, seg¨²n la versi¨®n de De Justo, le replic¨®: "Le he preguntado para que me diga si Vera orden¨® llevar el dinero a Suiza y usted no me ha contestado como yo quiero. Si usted no me puede ayudar en este sentido, yo tampoco le puedo ayudar como usted quiere".
Antes de ser trasladado a prisi¨®n, De Justo pidi¨® a la secretaria judicial, Natalia Reus, que intercediera ante el juez, pero recibi¨® una respuesta similar: "Si t¨² nos ayudas, nosotros te podremos ayudar".
El testimonio de De Justo fue corroborado por el abogado Emilio Cort¨¦s Beschiarelli, que le asisti¨® durante aquella declaraci¨®n. Este testigo, que tambi¨¦n es profesor de Derecho Penal en la Universidad Complutense, en la misma c¨¢tedra que Garz¨®n, dijo ayer que la esposa de Juan de Justo le encarg¨® que se hiciera cargo de su defensa.
El abogado relat¨® que De Just¨® pidi¨® a Garz¨®n que no le encarcelase, y ambos se separaron y hablaron algo que ¨¦l no escuch¨®. Seg¨²n record¨®, la secretaria judicial le dijo que fuese a su despacho a firmar el acta: "Estuve en la secretar¨ªa hasta que el fiscal vino busc¨¢ndome a m¨ª. Lo primero que me dijo es que no fuera tonto. En aquel momento no entend¨ª lo que me dec¨ªa. Despu¨¦s a?adi¨® que si mi cliente involucraba a Vera o, de forma gen¨¦rica, a quien fuese, no ingresar¨ªa en prisi¨®n".
Obediencia debida
Seg¨²n el abogado Cort¨¦s, el fiscal Rubira le propuso que De Justo siempre podr¨ªa invocar una "obediencia debida". "Tambi¨¦n me dijo que eso servir¨ªa para mi promoci¨®n porque a m¨ª no me conoc¨ªa nadie. Antes de irse, a?adi¨®: "Pues ya os lo pensar¨¦is...""A rengl¨®n seguido", prosigui¨® el testigo, "apareci¨® De Justo y me dijo, fuera de s¨ª, que Garz¨®n le hab¨ªa dicho que si met¨ªa a Vera o a cualquier otra persona, ¨¦l no ingresar¨ªa en prisi¨®n... Le contest¨¦ que era un problema de conciencia y que decidiera ¨¦l. De Justo contest¨® que no iba a involucrar a nadie y que se iba a prisi¨®n. Me dio una serie de n¨²meros de tel¨¦fono para ordenar su situaci¨®n y yo avis¨¦ a Vera y despu¨¦s a la mujer de De Justo".
A preguntas del fiscal, el abogado dijo ante el tribunal que no hizo constar en el acta ninguna protesta, si bien De Justo present¨® despu¨¦s una querella contra el juez, aunque "qued¨® en agua de borrajas".
El periodista Santiago Belloch, hermano del ex ministro de Justicia e Interior Juan Alberto Belloch, ratific¨® el contenido de la entrevista hecha al ex polic¨ªa Michel Dom¨ªnguez en la que ¨¦ste relataba la promesa de indulto que en diciembre de 1994 le hizo a su abogado, Jorge Manrique, el entonces secretario general del PP, Francisco ?lvarez Cascos, en el despacho del director de El Mundo, Pedro J.Ram¨ªrez. Dom¨ªnguez, seg¨²n Belloch, deb¨ªa decir la verdad, "con algunas peque?as excepciones", como que la declaraci¨®n no afectara a Ricardo Garc¨ªa Damborenea porque se iba a presentar como candidato a la alcald¨ªa del Bilbao por el PP.
El periodista tambi¨¦n confirm¨® el contenido de las entrevistas que hizo al ex director de Abc Luis Mar¨ªa Anson, en las que ¨¦ste denunciaba una confabulaci¨®n para desalojar al PSOE del poder. Luc¨ªa M¨¦ndez, ex periodista de El Mundo y actual directora del gabinete del portavoz del Gobierno, Miguel ?ngel Rodr¨ªguez, ratific¨® el contenido de una informaci¨®n que public¨® en febrero de 1995 titulada "Aznar habl¨® con Damborenea antes de que declarara por primera vez ante el juez Garz¨®n". En ella se?alaba que el PP ten¨ªa un "equipo de seguimiento" de las actuaciones judiciales que afectaban al PSOE y cuyos "hombres de combate" eran el actual presidente del Congreso, Federico Trillo, y el hoy vicepresidente del Gobierno Francisco ?lvarez Cascos. M¨¦ndez dijo que ten¨ªa el convencimiento de que Trillo y Cascos leyeron esa informaci¨®n, porque "los pol¨ªticos se leen todo lo que se publica sobre ellos", y adem¨¢s no la desmintieron.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.