El regreso de Edgar Davids
El combativo centrocampista resucita tras dos a?os excluido de su selecci¨®n
Tiempo de retorno y redenci¨®n para Edgar Davids, el din¨¢mico y combativo centrocampista holand¨¦s. Su gol a Yugoslavia corona su resurrecci¨®n como futbolista y acaba con dos a?os frustrantes: su despido del equipo holand¨¦s en la Eurocopa 96, la dif¨ªcil integraci¨®n en el Milan y la fractura de tibia en febrero de 1997. Parec¨ªa que Davids, 25 a?os, se hab¨ªa metido en un camino lateral. Sacchi y Capello se desinteresaron por su juego. A finales del pasado a?o, hab¨ªa tocado fondo. Pero entonces tuvo su primer golpe de fortuna. No ten¨ªa sitio en el Milan, pero Marcelo Lippi le quer¨ªa para la Juve. Su estilo feroz conven¨ªa a un equipo con intensidad en el centro del campo.Le comparan con un pitbull, indesmayable, tendente a la sobreaceleraci¨®n, contagioso por su car¨¢cter vehemente. El t¨ªpico jugador complementario hecho a la medida de los tiempos: un gran despliegue f¨ªsico, una participaci¨®n casi excesiva y un tormento para sus rivales. S¨®lo en la selecci¨®n holandesa es capaz de ofrecer otro registro. Como si recordara sus tiempos en el Ajax, Davids ha bajado el diapas¨®n en la Copa del Mundo, en una acertada mezcla de energ¨ªa y sentido de la distribuci¨®n que resulta muy efectiva para el juego holand¨¦s, un tanto permisivo a veces.
Su regreso a la selecci¨®n ha terminado con dos a?os de exclusi¨®n. En la Eurocopa de 1996, Davids encabez¨® una rebeli¨®n contra Guus Hiddink, que le hab¨ªa dejado de suplente en el segundo partido del torneo, contra Suiza. Lo que sucedi¨® en el hotel no se sabe del todo. Se dice que Davids no s¨®lo reproch¨® a Hiddink su decisi¨®n, sino que le acus¨® de discriminar a los jugadores originarios de la Guayana en favor de la guardia pretoriana del Ajax, con Blind y los hermanos De Boer a la cabeza, adem¨¢s de Bergkamp. Tambi¨¦n hay noticias de un conato de mot¨ªn. Davids arrastr¨® a Seedorf, su viejo compa?ero, Bogarde y Reiziger. Pero finalmente s¨®lo Davids sali¨® por la puerta trasera del hotel y regres¨® a Amsterdam en plena Eurocopa.
Tuvo que abandonar el Milan como Bogarde, Reiziger y probablemente Kluivert: sin el aprecio del p¨²blico y de los entrenadores. Su resurrecci¨®n en la Juve ha resultado decisiva en el regreso a la selecci¨®n holandesa. Esta vez parece que hay una vocaci¨®n m¨¢s unitaria.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.