Dos mundos se juntan en Nantes
Brasil, con su grandeza, juega hoy ante Dinamarca, una alternativa relajada
Dos mundos se juntan hoy en un partido. Llega de un lado Brasil, el tetracampe¨®n, con toda su grandeza futbol¨ªstica y tambi¨¦n con su confusi¨®n, un juego m¨¢s europeizado quiz¨¢ que otras veces y la obligaci¨®n de ganar. Ronaldo y su rostro turbado es m¨¢s que nunca el espejo de Brasil. Y del otro bando acude Dinamarca, el equipo alternativo al f¨²tbol puramente competitivo, una selecci¨®n pol¨ªticamente equiparable a los verdes, un grupo relajado y, al tiempo, capacitado para la victoria, como queda escrito en la Eurocopa92, cuando la ganaron casi por invitaci¨®n. La cara de felicidad de Michael Laudrup expresa fielmente el sentir dan¨¦s. Son dos estados de ¨¢nimo opuestos que se constatan en cada uno de los personajes en litigio."Todo el mundo cree que Brasil debe vencer por goleada, y yo me conformo con ganar por medio gol de diferencia, y marcado con la mano. ?O es que s¨®lo Argentina puede ganar con la mano?". Es la palabra de Zagalo, rodeado siempre de cientos de periodistas, sometido a cada paso a multidud de demandas, envuelto por el humo del f¨²tbol. "?Brasil?", se pregunta, en el otro bando, Bo Johansson, el entrenador sueco de los daneses, acomodado en un ambiente sereno, con una conferencia de prensa bien organizada y lejos del debate futbol¨ªstico. "Hemos hablado cinco minutos entre nosotros de Brasil", prosigue. "?Quien no conoce a Brasil?".
Dinamarca se siente dichosa con su papel en el Mundial98. Siendo un equipo querido, es el peor enemigo. Tiene futbolistas ganadores y, sin embargo, nadie les exige el triunfo, y menos si enfrente est¨¢ Brasil. Van por el torneo exhibiendo una sonrisa que irrita a los contrarios: "Ah¨ª est¨¢n los daneses, jugando al golf, ba?¨¢ndose, tomando el sol, divirti¨¦ndose, como si no fueran jugadores de f¨²tbol", se dicen los rivales entre ellos. Y, sin embargo, te pueden hacer un roto, sobre todo si en la cancha se encuentran tan a gusto como en la piscina.
La goleada ante Nigeria les ha estimulado para continuar con su veraneo. Bo Johansson ha encontrado una alineaci¨®n en la que los Laudrup se encuentran a gusto y el equipo rebosa salud. Moller se ofrece como ariete gladiador, con Sand listo para sustituirle en el momento de flaqueza; Helveg opera como punto de referencia en la divisoria; Schmeichel es una garant¨ªa en el marco; y Michael y Brian tienen libertad para decidir qu¨¦ se impone en cada momento del partido. El clima interior y exterior es tan sano que a Schmeichel no se le ocurri¨® otra cosa que, una vez acabado el partido contra Nigeria, decirle a su entrenador: "T¨² todav¨ªa no te lo crees, pero nosotros te daremos mucho m¨¢s".
M¨¢s que a Zagalo, en Brasil se encomiendan a Ronaldo. El ariete se entren¨® ayer, dice estar recuperado y aguarda el partido de hoy con tanta ansiedad como los anteriores. Jugando Ronaldo, en las condiciones que sea, siempre hay la esperanza de que ocurra algo bueno en un campo de f¨²tbol. El delantero, sin embargo, no se siente acompa?ado. Sometido a grandes marcajes, le cuesta encontrar campo y conectar con el equipo. No pasa el juego por la divisoria sino que se ramifica tanto por las bandas que incluso se pierde. Ha vivido Brasil hasta ahora muy atada a las jugadas de estrategia, a los goles de C¨¦sar Sampaio, a la jerarqu¨ªa de Dunga, a factores m¨¢s europeos que brasile?os.
Ronaldo guarda silencio desde el martes, aunque todav¨ªa hoy se recuerda su ¨²ltimo mensaje: "Har¨¦ todo lo posible por ganar la Copa del Mundo". Zagalo est¨¢ tranquilo: "?Han visto c¨®mo se ha entrenado hoy? El campo estaba h¨²medo y llov¨ªa. Est¨¢ listo". La tendinitis le obliga a administrar su preparaci¨®n, "pero nada me impedir¨¢ jugar frente a Dinamarca ni los partidos que vengan".
"Es hoy un equipo demasiado previsible", apuntan la mayor¨ªa de ex jugadores brasile?os que revolotean junto a la selecci¨®n. "Ha perdido el poder ofensivo que siempre la distingui¨®". Zagalo replica remiti¨¦ndose a los resultados e invitando a la torcida a que mire la segunda parte del partido contra Chile, aunque presentar¨¢ la alineaci¨®n del primer tiempo, garant¨ªa hasta ahora de triunfo.
No tiene Brasil otra salida que la victoria, todo lo contrario que Dinamarca. Ya ha dejado dicho el guardameta Peter Schmeichel: "Si perdemos nadie se extra?ar¨¢, pero si ganamos ser¨¢ la sopresa del siglo".
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