El paisaje est¨¢ vivo
La mayor parte de los ciudadanos piensan que la imagen geogr¨¢fica de Andaluc¨ªa es fija o, en todo caso, que los cambios que va sufriendo el paisaje se manifiestan a peque?a escala y en dilatados periodos de tiempo. Sin embargo, cada cuatro a?os en torno a un 10% del territorio andaluz cambia de uso o ve modificadas sus coberturas vegetales. El paisaje est¨¢ vivo y as¨ª lo revela el programa de seguimiento que, desde 1987, efect¨²a la Consejer¨ªa de Medio Ambiente, ayud¨¢ndose de im¨¢genes de sat¨¦lite y cartograf¨ªa digital. La ¨²ltima revisi¨®n, hecha p¨²blica la pasada primavera, abarca el periodo comprendido entre 1991 y 1995. Sobre un mapa a escala 1/50.000 los t¨¦cnicos de la consejer¨ªa han distribuido 190.000 pol¨ªgonos o unidades de informaci¨®n, de tama?o desigual, cada una de las cuales aporta datos sobre el uso que se le da a ese suelo o la cobertura vegetal de que dispone, seg¨²n una clasificaci¨®n en la que se anotan 150 posibilidades diferentes. De esta manera, y sumando todas las modificaciones anotadas en los cuatro a?os que se incluyen en el estudio, se llega a la conclusi¨®n de que un 11,2% del territorio andaluz sufri¨® cambios de uso o vegetaci¨®n. De cualquier forma, las diferencias absolutas no superan el 1% entre ambas fechas, con un incremento positivo de las superficies construidas y agr¨ªcolas a costa de los espacios forestales y naturales. Por provincias, la m¨¢s din¨¢mica fue Huelva, ya que los cambios afectaron a cerca de un 20% de su superficie, seguida a corta distancia por Sevilla, con un porcentaje del 17%. Las que sufrieron menos transformaciones fueron Almer¨ªa (6,5%), C¨¢diz y Ja¨¦n (estas dos ¨²ltimas en torno al 8%). El caso de Huelva se explica, fundamentalmente, por el descenso de terrenos forestales, fen¨®meno ligado a la tala masiva de eucaliptos. Para esta provincia, advierte el estudio, parece consolidarse una progresiva tendencia a la disminuci¨®n de esta especie arb¨®rea, tan criticada desde distintos sectores conservacionistas, si bien este descenso no supone en todos los casos la conservaci¨®n del car¨¢cter forestal de los terrenos ocupados por el eucalipto. Las transformaciones agr¨ªcolas del And¨¦valo y la costa, en donde han crecido de forma considerable los cultivos de c¨ªtricos, tambi¨¦n acentuaron el dinamismo de esta provincia. En Sevilla, el elevado porcentaje de cambios tiene una interpretaci¨®n bien diferente. Las superficies construidas se incrementaron hasta un 15%, fen¨®meno asociado a las grandes infraestructuras construidas con motivo de los acontecimientos de 1992 y al crecimiento de las urbanizaciones metropolitanas de su capital. Esta fiebre urbanizadora apenas se not¨® en C¨¢diz y Almer¨ªa, provincias en donde la superficie construida solo creci¨® un 5%. En opini¨®n de Rafael Silva, director general de Planificaci¨®n de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente, "el incremento de las zonas urbanas en el periodo 91-95 es mucho m¨¢s suave que el manifestado en la evaluaci¨®n anterior (87-91), donde todav¨ªa asist¨ªamos a un proceso urbanizador intenso, vinculado al ciclo econ¨®mico alcista de esos a?os". En lo que se refiere al medio natural, las formaciones arboladas sufrieron un descenso pr¨®ximo al 7%. Este tipo de disminuciones, se?ala el estudio, son normales en un periodo de cuatro a?os, "en el que siempre se producen fen¨®menos que causan deforestaci¨®n, como incendios o construcci¨®n de embalses, y, por el contrario, no pueden registrarse los efectos restauradores de las actividades de reforestaci¨®n que requieren de plazos de tiempo superiores a una d¨¦cada". A pesar de todo, se reconoce m¨¢s adelante, "el porcentaje resulta muy elevado". A juicio de Silva, "la lectura medioambiental de estas cifras no resulta tan alarmante si se tiene en cuenta que esta p¨¦rdida de ¨¢rboles se explica, en un 40%, por la desaparici¨®n o tala, en esos a?os, de casi la d¨¦cima parte de los eucaliptales de Andaluc¨ªa, y muy especialmente de los de Huelva". En t¨¦rminos absolutos, los espacios naturales s¨®lo disminuyeron en un 0,6 %, lo que indica una cierta tendencia a la estabilizaci¨®n. "Los da?os que pudieron causar en esa ¨¦poca los incendios forestales o la sequ¨ªa se vieron compensados por las pol¨ªticas forestales y de conservaci¨®n de la naturaleza iniciadas a mediados de los a?os 80, de manera que hemos podido mantener estables nuestros terrenos m¨¢s valiosos", explica Silva. La Consejer¨ªa de Medio Ambiente trabaja ya en la siguiente revisi¨®n de este mapa de usos del suelo, que abarcar¨¢ el periodo 1995-99. Adem¨¢s de mejorar el grado de detalle, incorporando nuevas opciones a la lista de 150 usos que son los que hasta ahora se discriminan, los t¨¦cnicos intentar¨¢n reducir el porcentaje de error, situado en un 4-5 %.
Un instrumento muy utilizado
Una vez que todos los datos aportados por im¨¢genes de sat¨¦lite, fotograf¨ªa a¨¦rea y diferentes bases de datos se han volcado en una cartograf¨ªa digital, ¨¦sta se convierte en un valioso instrumento de trabajo, tanto para las instituciones p¨²blicas como para empresas privadas. Conocer con detalle los usos que se le dan a una determinada parcela del territorio andaluz y obtener informaci¨®n complementaria sobre la misma (pendientes, cursos de agua, v¨ªas pecuarias, tipo de suelo o erosi¨®n) sin tener que realizar costosos (en tiempo y dinero) trabajos de campo, es una opci¨®n cada vez m¨¢s demandada por todas estas instancias. Durante 1997 la Consejer¨ªa de Medio Ambiente resolvi¨® m¨¢s de 160 solicitudes de informaci¨®n relacionadas con este mapa de usos del suelo y coberturas vegetales. Un buen n¨²mero de estas peticiones proced¨ªan de otros departamentos del gobierno andaluz, como Obras P¨²blicas o Agricultura, aunque tambi¨¦n se tramitaron demandas de empresas dedicadas a la distribuci¨®n de electricidad o gas natural. "En general", precisa Silva, "la informaci¨®n de que disponemos es muy apreciada por cualquier empresa que necesite, para desarrollar su actividad, instalar alg¨²n tipo de infraestructura sobre el territorio". El mapa ha sido utilizado, por ejemplo, en los estudios de la l¨ªnea de alta velocidad ferroviaria que se quiere construir entre C¨®rdoba y M¨¢laga. Desde el punto de vista ambiental, la informaci¨®n obtenida de esta revisi¨®n peri¨®dica del paisaje andaluz se ha aplicado al an¨¢lisis de la p¨¦rdida de suelos por erosi¨®n, a la evaluaci¨®n de los riesgos de incendios forestales o a estudios de impacto ambiental de diferentes obras. La consejer¨ªa prepara un cd-rom en el que se almacenar¨¢n buena parte de estos datos, de manera que pueda difundirse a¨²n m¨¢s su uso, sobre todo en instituciones educativas.
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