8 d¨ªas para correr, 358 para andar
"La calle de la Estafeta es una m¨¢s del casco hist¨®rico y del plan de peatonalizaci¨®n de la zona centro. Los corredores del encierro deben comprender que ellos la usan ocho d¨ªas al a?o para correr, pero miles de ciudadanos la usar¨¢n con mucha mayor comodidad durante todo el a?o para comprar, pasear o cualquier otra actividad". La reflexi¨®n del concejal Ricardo Pascual, realizada ayer pocos minutos antes del primer encierro de la historia de una calle Estafeta sin aceras, no es sino un ejemplo m¨¢s de los cambios que han afectado a un acto ahora esencial en San Ferm¨ªn, pero que hasta bien entrado este siglo era apenas una an¨¦cdota instrumental para poder lidiar corridas de toros y que no merec¨ªa reflejo alguno en los medios de comunicaci¨®n. En contra de lo que muchos piensan, el encierro no siempre ha discurrido por las mismas calles. La Estafeta, 303 metros de longitud y 432 millones de presupuesto de peatonalizaci¨®n, es la m¨¢s internacional de Pamplona y se llama as¨ª porque en 1716 se instal¨® en ella la primera estafeta de correos de Navarra. Sin embargo, no fue paso de los toros en las ma?anas sanfermineras hasta la mitad del siglo XIX, exactamente hasta 1856. Antes, las reses sub¨ªan a la plaza del Castillo, que era la plaza de toros de la ciudad, por una calle paralela: Chapitela. Durante varios cientos de a?os la afici¨®n a correr las reses se mantuvo burlando a la autoridad, pero no as¨ª los recorridos. De hecho, hasta 1922 los encierros, al terminar Estafeta, torc¨ªan a la derecha por la actual calle Duque de Ahumada para enfilar el antiguo coso taurino que ocupaba el solar del actual teatro Gayarre. A partir de esa fecha la construcci¨®n de la actual plaza oblig¨® a estirar el encierro en el tramo descendente del callej¨®n. Un tramo, por cierto, que ser¨¢ con toda probabilidad vuelto a cambiar en el futuro cuando cuaje el proyecto de construir un nuevo coso taurino. Los primeros esbozos manejados por la Casa de Misericordia, propietaria de la plaza, plantean una ligera pendiente de ascenso hasta entrar en el redondel de una futura plaza m¨¢s grande y cubierta, rodeada de galer¨ªas comerciales y con aparcamientos subterr¨¢neos. Ser¨¢ otro cambio, uno m¨¢s, en una pr¨¢ctica ritual y deportiva que durante siglos sufri¨® permanentes intentos para hacerla desaparecer por parte de los sectores m¨¢s diversos, desde la Iglesia cat¨®lica hasta los socialistas y republicanos, y que a las autoridades de todo tipo siempre pareci¨® "salvaje e inmoral". El d¨ªa grande de los sanfermines se centr¨® en la procesi¨®n del santo patr¨®n. Fue Carmen Alba, la joven concejal de UPN que sustituy¨® al asesinado Tom¨¢s Caballero, la encargada de portar la bandera de la ciudad en la comitiva procesional, en la que tambi¨¦n desfilaron de riguroso frac y chistera los concejales de HB.
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