Nada m¨¢s id¨ªlico y pastoril que las fraternas, gratas, dulc¨ªsimas relaciones de vecindad entre navarros y guipuzcoanos. Hombre, habr¨¢ alg¨²n donostiarra que piense que Pamplona es un lugar tan est¨®lido como Calatayud, igual que hubo un paisano de la Ribera que al asomarse a La Concha dijo: "Menuda balsa tiene esta gente para tan poco regad¨ªo". Y es que en Navarra el regad¨ªo preocupa bastante, mientras que en Guip¨²zcoa no. Pero estas opiniones sueltas no ser¨ªan nada relevantes en una encuesta del instituto correspondiente. Lo relevante es que navarros y guipuzcoanos hemos llegado t¨¢citamente a una entente cordial¨ªsima, incluso muy cari?osa, por la que ellos disponen a su capricho de la sin par variedad micol¨®gica que ofrecen los incomparables prados y bosques de la Navarra interior (guipuzcoano@setas.es), mientras que nosotros invadimos a placer el bell¨ªsimo litoral de la Guip¨²zcoa mar¨ªtima (navarro@playas.es) y pelillos a la balsa. Ellos, los guipuzcoanos, ya tienen a Chillida. Nosotros nos quedamos con Oteiza. La carretera a Ir¨²n la cederemos cuando devuelvan los ca?ones de Navarrone que se quedaron en la batallita aquella. Conque aqu¨ª paz, buenas hortalizas y mejores marmitakos. Ayer, toda Navarra se estremeci¨® con un escalofr¨ªo de terror cuando Julen Madina, el m¨ªtico corredor guipuzcoano del encierro, el divino por excelencia, sufri¨® un traspi¨¦s en la carrera. Hombre, igual alg¨²n divino pamplon¨¦s, de esos que piensan que los Madinas vienen a robarnos el protagonismo de nuestros encierros (madina@encierros.es), tuvo la tentaci¨®n de no compartir el sentir general, pero sus reprobables sentimientos no ser¨ªan significativos en la consabida encuesta. Ayer, toda Navarra respir¨® cuando Julen Madina, el fornido y ducho guipuzcoano, despu¨¦s de ser empujado por el morlaco, salv¨® el peligro con una gr¨¢cil voltereta y nos devolvi¨® la paz. La paz sea con nosotros y con nuestro esp¨ªritu de concordia. Vayamos pues en paz. Y vayan despej¨¢ndonos las playas que vamos para all¨¢ en cuanto que se acabe el ¨²ltimo encierro. Luego vengan ustedes a por las setas.
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