Carles Casajuana regresa a la novela con "Esperit d"evasi¨®" tras su ensayo sobre Josep Pla y Nietzsche
Cinco a?os despu¨¦s de su ¨²ltima novela, Punt de fuga, el escritor Carles Casajuana (Sant Cugat del Vall¨¨s, 1954) regresa a este g¨¦nero y a su editorial de siempre con Esperit d"evasi¨® (Quaderns Crema), retrato de un aut¨¦ntico culo de mal asiento. Gaspar Mir, el protagonista, no para de viajar por el mundo siguiendo el ¨²nico dictado de sus arrebatos, tan imprevisibles como cambiantes. De su reciente incursi¨®n en el g¨¦nero ensay¨ªstico, Pla i Nietzsche: afinitats i coincid¨¨ncies, sin embargo, se han colado muchas trazas en el nuevo libro. Por ejemplo, la importancia del azar y la consideraci¨®n de la vida como un absurdo. "M¨¢s que la voluntad, el azar es de verdad lo que mueve el mundo", sentencia Casajuana, "hasta el punto de que yo mismo no escribo lo que quiero, sino lo que puedo". Casajuana esgrime tan tajante aseveraci¨®n para explicar por qu¨¦ sus personajes pertenecen siempre a su misma generaci¨®n y condici¨®n social. "Es como si me preguntan por qu¨¦ escribo en catal¨¢n", a?ade. "Me sale as¨ª. Lo m¨ªo con la literatura no es un matrimonio, sino un l¨ªo, as¨ª que, lejos de buscar el pacto, me dejo ir a lo que salga. Con los temas pasa lo mismo, me dominan los fantasmas que llevo dentro". Viene a cuento lo del matrimonio y la lengua porque Casajuana tiene un trabajo de verdad (es embajador de Espa?a en Malaisia) y diversas lenguas de uso (ha ejercido la diplomacia en La Paz, Manila, Madrid, Nueva York y ahora Kuala Lumpur). Aunque no le parece justo que le pregunten por ello -"si en vez de eso fuese ingeniero, ?a qu¨¦ no os interesar¨ªa?; no quiero ser un personaje"-, el protagonista de Esperit d"evasi¨® se mueve m¨¢s que un mediador de paz de la ONU. "Bueno, pero eso hoy en d¨ªa... De hecho, el protagonista del mundo actual es el hombre que viaja: el hombre de aeropuerto. El viaje se ha banalizado mucho, incluso literariamente. Pero mi libro no trata de esto, sino de la insatisfacci¨®n de la condici¨®n humana". "Todos llevamos dentro el esp¨ªritu de evasi¨®n", prosigue Casajuana. "O casi todos. O al menos un cierto inconformismo, que es el que a veces nos empuja a desear arrojarlo todo por la borda y empezar una vida completamente distinta. ?Cu¨¢ntas veces no hemos so?ado con chasquear los dedos y convertirnos en otra persona? Eso es lo que hace Gaspar Mir, y la realidad se encarga de demostrarle que al final, haga lo que haga, todo acaba siendo in¨²til, absurdo. Claro que hay una cierta dosis de inverosimilitud, pero la novela es un juego, ah¨ª est¨¢ la gracia. Bien mirado, incluso escribir una novela es una cosa absurda". ?Por eso escribi¨® un ensayo sobre dos autores que compart¨ªan exactamente esa idea? "Tanto Pla como Nietzsche estaban de acuerdo en que el progreso es una bicicleta est¨¢tica, pero que pedalear es la vida. Es decir, que aunque creas de antemano que lo que haces no tiene sentido, si la vida te lleva a ello debes hacerlo. Es como lo del viaje. Al cabo de tanto viajar te das cuenta de que la huida es imposible, pero aun as¨ª hay que intentarla. Si no aspiras a lo m¨¢ximo no eres un ser humano, eres un mueble".
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