Visto para sentencia
Apenas transcurridos dos meses desde que se inici¨®, ha quedado visto para sentencia el juicio por el secuestro de Segundo Marey. El desarrollo del mismo ha deparado pocas novedades sobre lo que ya hab¨ªan ido confesando anteriormente la mayor¨ªa de los protagonistas. As¨ª, se ha confirmado que un nutrido grupo de polic¨ªas secuestr¨® al ciudadano Marey crey¨¦ndole miembro de ETA -alguno, como el abogado de Planchuelo, ha mantenido durante el juicio que era un peligroso terrorista-, al objeto de presionar a la dicha organizaci¨®n. A su vez, tanto Garc¨ªa Damborenea como San Crist¨®bal han reconocido de nuevo que participaron activamente en la concepci¨®n y direcci¨®n de todo el operativo desde Bilbao. Y, c¨®mo no, Barrionuevo y Vera han repetido una vez m¨¢s que, pese a ocupar los puestos de m¨¢xima responsabilidad en el Ministerio del Interior, desconoc¨ªan las operaciones anti-ETA que desarrollaban personas de su m¨¢xima confianza, como el gobernador civil de Vizcaya o el responsable m¨¢ximo del mando antiterrorista. Pocas novedades, por tanto, para un juicio tan esperado como ¨¦ste. Sin embargo, y cuando ya todo parec¨ªa haber concluido, algunos abogados de las defensas, en sus conclusiones, han conseguido poner de manifiesto aspectos esenciales y novedosos sobre los hechos juzgados que, probablemente, sirvan para aclarar este oscuro asunto. As¨ª por ejemplo, nos hemos enterado de que los GAL fueron creados por unos cuantos jueces y periodistas hacia 1995, por lo que l¨®gicamente resulta absurdo pensar que pudieran cometer atentados diez a?os antes. As¨ª las cosas, lo de Segundo Marey fue una excursi¨®n de fin de semana programada por una cuadrilla de amigos sin ninguna otra connotaci¨®n, un hecho "trivial, banal" en palabras del se?or Stampa Braun. Otro distinguido abogado defensor, el se?or Cobo del Rosal, nos ha sorprendido con revelaciones sobre el men¨² que Segundo Marey pudo degustar durante su estancia en tierras de Cantabria: fabada y vino. No se sabe si con ello se pretende demostrar que no hubo secuestro -a los secuestrados se les da sopa de sobre y pan de la v¨ªspera- , pero en todo caso se puede comprobar que el trato recibido fue exquisito. La ¨²ltima novedad, en fin, la ha aportado el propio ex ministro Barrionuevo, el cual, aprovechando los postreros instantes de la vista oral, nos ha comunicado a todos el car¨¢cter sensible de su personalidad. Una l¨¢stima que esa sensibilidad no la haya puesto en juego hace mucho tiempo para asumir la responsabilidad pol¨ªtica plena que como ministro del Interior le correspond¨ªa por el hecho de que todo el n¨²cleo antiterrorista dependiente de ¨¦l hubiera participado directamente -asunto reconocido por todos ellos- en actividades abiertamente delictivas. El juicio est¨¢, pues, concluido. Ya s¨®lo queda saber si ETA presentar¨¢ tambi¨¦n su particular pliego de conclusiones antes de que se dicte sentencia. En momentos cruciales de la instrucci¨®n del sumario, y durante el propio juicio, ya se ha hecho presente con varios asesinatos, lo que le ha permitido a Jos¨¦ Barrionuevo recordar a todo el pa¨ªs su brillante hoja de servicios en la lucha antiterrorista, y a algunos otros insistir en que la mayor¨ªa de los ciudadanos no entender¨ªa que se condenara a tan abnegado servidor p¨²blico. Porque, pese a la ingenua opini¨®n de algunos comentaristas, este juicio no ha beneficiado a ETA. Por el contrario, no habr¨ªa peor noticia para la organizaci¨®n terrorista que la condena firme de quienes quebrantaron violentamente la libertad de Segundo Marey y organizaron los GAL. La noticia de que las leyes se aplican sin excepciones y que nadie tiene garantizada su impunidad, independientemente del cargo que ostente, demostrando as¨ª que el estado de derecho funciona.
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