Batallas en Teher¨¢n
MOVERSE A trompicones, como Ir¨¢n, es mejor que no hacerlo o retroceder. En las ¨²ltimas 24 horas, los aperturistas, bajo la bandera del presidente Jatam¨ª, han visto c¨®mo era condenado por malversaci¨®n uno de sus m¨¢s estrechos aliados, el alcalde de Teher¨¢n; pero a la vez han obtenido que el Parlamento nombrara ministro del Interior, un puesto clave para la ejecuci¨®n de las reformas, al candidato propuesto por Jatam¨ª.La elecci¨®n popular hace un a?o del cl¨¦rigo moderado Jatam¨ª como presidente de la rep¨²blica isl¨¢mica, con una contundente mayor¨ªa del 70%, est¨¢ cambiando el paisaje del pa¨ªs asi¨¢tico a mucha mayor velocidad de lo que desear¨ªan los fundamentalistas. Es cierto que el l¨ªder espiritual de Ir¨¢n y n¨²mero uno en el escalaf¨®n constitucional, ayatol¨¢ Al¨ª Jamenei, todav¨ªa controla junto con sus huestes conservadoras las palancas claves del Estado: fuerzas armadas, poder judicial, servicios secretos, radio y televisi¨®n. Pero no lo es menos que casi veinte a?os despu¨¦s de la revoluci¨®n isl¨¢mica se barrunta en Ir¨¢n un murmullo audible de la sociedad civil. Y que las discrepancias entre los ortodoxos y los reformistas se ventilan ahora en p¨²blico. Muestra de ello son las retransmisiones en directo del juicio pol¨ªtico al alcalde Karbaschi (condenado a cinco a?os de prisi¨®n y veinte de inhabilitaci¨®n, penas que pocos piensan que cumplir¨¢) y del debate parlamentario que acab¨® con la destituci¨®n por la vieja guardia del anterior ministro del Interior, otro patrocinado de Jatam¨ª.
Ir¨¢n es geoestrat¨¦gicamente un pa¨ªs crucial. Su bicefalia pol¨ªtica no es la ¨²nica muestra de las poderosas tensiones que est¨¢n modelando su transformaci¨®n. Pese al marasmo econ¨®mico acarreado por la gran ca¨ªda del precio del petr¨®leo, que suma el 85% de sus ingresos en divisas, Teher¨¢n acaba de probar con ¨¦xito, seg¨²n anuncia un preocupado Washington, un misil de 1.300 kil¨®metros de alcance que pone Israel a tiro. La reanudaci¨®n de relaciones con EEUU es precisamente la gran asignatura pendiente del r¨¦gimen isl¨¢mico en pol¨ªtica exterior. Pero hasta este estandarte puede estar a punto de caer si el pragmatismo de Jatam¨ª consigue sobrevivir al acoso de los puros.
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