La ignorada "ley Festina"
Francia es el ¨²nico pa¨ªs europeo con una legislaci¨®n penal que castiga el dopaje
Una ley francesa de 28 de junio de 1989, que no tiene un equivalente en ning¨²n otro pa¨ªs europeo, es el origen del esc¨¢ndalo que atormenta al Tour de Francia. Ya es conocida como la "ley Festina". Las sospechas de la polic¨ªa -cuyo origen se desconoce y que, seg¨²n algunas informaciones, datan de hace un a?o- incorporaron un elemento nuevo a un caso de dopaje deportivo: la investigaci¨®n policial. Habitualmente, tanto el consumo como el tr¨¢fico de sustancias prohibidas eran actividades castigadas por las legislaciones deportivas, tanto nacionales como internacionales. Las sanciones ten¨ªan tambi¨¦n una consideraci¨®n que afectaba exclusivamente a la competici¨®n, como retirada de licencia, suspensiones o multas econ¨®micas. La legislaci¨®n francesa, sin embargo, considera tanto el tr¨¢fico como la incitaci¨®n al consumo como un delito. Es por ese motivo por el que tanto el equipo Festina como el TVM se vieron afectados por un hecho nuevo, sin precedentes. Y c¨®mo, en lugar de tener que responder a comit¨¦s deportivos, se vieron obligados a visitar la comisar¨ªa, el juzgado o, en alg¨²n caso, la c¨¢rcel.La ley francesa proh¨ªbe "a todas las personas" utilizar, en el curso de las competiciones deportivas o de la preparaci¨®n, sustancias y procedimientos que puedan modificar artificialmente el rendimiento de un deportista. La ley tambi¨¦n se refiere a los enmascaradores, sustancias que sirven para ocultar los rastros de un producto dopante. La ley detalla que quien organice y participe en el comercio o el suministro de esas sustancias puede ser condenado a dos a?os de c¨¢rcel y 100.000 francos de multa (unos 2,5 millones de pesetas). La pena puede elevarse a cuatro a?os si el comercio y la administraci¨®n se dirige a menores de 10 a?os y sube hasta 10 a?os si las sustancias son estupefacientes.
A pesar de que la citada ley lleva en vigor nueve a?os, nunca hab¨ªa sido de aplicaci¨®n en el mundo del ciclismo hasta que, a primeros de marzo, fue registrado un cami¨®n del TVM holand¨¦s y el pasado 8 de julio la sede del equipo Festina en Ly¨®n. Este ¨²ltimo registro llev¨® a la polic¨ªa a la frontera franco-belga, cerca de la localidad de Lille, donde fue detenido Willy Voet, un masajista del equipo Festina, a quien se le aprendi¨® 450 dosis de EPO, adem¨¢s de una partida con anabolizantes, hormona de crecimiento y vacunas de hepatitis A, que pueden servir como enmascarador. Desde ese momento, la investigaci¨®n judicial ha motivado el encarcelamiento del masajista, el m¨¦dico y el director del Festina, adem¨¢s de provocar los interrogatorios de los nueve corredores que han participado en el Tour, dos directores m¨¢s (entre ellos Miguel Moreno) y el intendente del equipo. El caso del TVM ha motivado el interrogatorio de seis miembros del equipo, de los que dos (el director y el m¨¦dico) siguen detenidos.
El pelot¨®n ciclista se ha encontrado, de golpe, con la realidad de una normativa que puede llevar a un equipo a la c¨¢rcel. Tanto es as¨ª que, consultados los cuatro conjuntos espa?oles presentes en el Tour, ninguno pose¨ªa una copia de la legislaci¨®n que ha motivado el caso. Lo mismo sucedi¨® en las primeras horas del caso Festina, cuando representantes de la firma espa?ola desconoc¨ªan los pormenores de la ley que estaba desatando el esc¨¢ndalo. Este descuido explica c¨®mo los miembros de los equipos se han visto sorprendidos y superados, de un d¨ªa para otro, por los acontecimientos. La circunstancia es m¨¢s grave si se tiene en cuenta que, buena parte de los equipos espa?oles, compiten en multitud de carreras francesas o atraviesan Francia para dirigirse a las competiciones que se celebran en Holanda, B¨¦lgica, Italia y Suiza.
Preocupaci¨®n y miedo
Llevar 50 dosis de EPO no ser¨ªa delito, salvo en Francia. Consultados mec¨¢nicos y masajistas de estos equipos, reconocen su preocupaci¨®n ante futuros registros en Francia, una circunstancia que ya vivi¨®, con toda su crudeza, el equipo ONCE en marzo. "Nos sentimos indefensos. No conoc¨ªamos esta ley y estamos viendo su repercusi¨®n. Ahora mismo tenemos hasta miedo de que alguien nos pueda meter un paquete en un veh¨ªculo". El temor al registro se ha convertido en una especie de s¨ªndrome que acusan todos los equipos. En muchos casos, se ha reforzado la vigilancia de los veh¨ªculos que transportan el material. La situaci¨®n es m¨¢s angustiosa desde hace dos d¨ªas, cuando se supo que unos periodistas de una televisi¨®n francesa enviaron a la polic¨ªa medicamentos que hab¨ªan depositado en la basura del hotel miembros del equipo italiano Assics.La ley no sanciona el consumo, s¨®lo el tr¨¢fico y la incitaci¨®n al consumo. Por ese motivo, inicialmente, los corredores del Festina creyeron que estaban a salvo de vivir una experiencia similar a la de su director, Bruno Roussel. Pero un hecho significativo cambi¨® su situaci¨®n ante la justicia: seg¨²n se desprende de las declaraciones de varios abogados, la polic¨ªa tiene pruebas fehacientes de que los corredores colaboraron financieramente en la compra de los productos prohibidos.
Con dinero procedente de las primas y los premios, se organiz¨® un fondo com¨²n para adquirir en el mercado las sustancias en cuesti¨®n. Y colaborar en la financiaci¨®n significaba algo m¨¢s que consumir. Por eso fueron interrogados y llegaron a pasar la noche en dependencias policiales. Las informaciones que se han divulgado del caso Festina son todav¨ªa parciales, por lo que no se conoce cu¨¢l es el contenido exacto de la informaci¨®n que obra en poder de la polic¨ªa. Las declaraciones de las personas que han tenido que pasar por comisar¨ªa son bastante coincidentes en un aspecto: la polic¨ªa contaba con una informaci¨®n abundante y detallada sobre las interioridades del equipo Festina. Por otro lado, algunos de quienes han confesado haber tomado EPO reconocen que lo hicieron para evitar seguir viviendo una situaci¨®n que no esperaban: el ciclista est¨¢ acostumbrado a dar cuentas en casos de dopaje ante los tribunales deportivos, no ante la polic¨ªa.
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