El Ej¨¦rcito serbio ocupa enclaves vitales de la guerrilla en su mayor ofensiva en Kosovo
Se trata de la mayor ofensiva en cinco meses de guerra. La polic¨ªa especial serbia, apoyada por unidades del Ej¨¦rcito yugoslavo, recuper¨® en la noche del domingo la localidad de Lapusnik, un basti¨®n de la guerrilla independentista del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Kosovo (ELK) en la estrat¨¦gica carretera entre Pristina y Pec. En la tarde de ayer, fuentes serbias aseguraron que la totalidad de esta ruta estaba en sus manos. Los serbios act¨²an como en Bosnia. El objetivo no es s¨®lo el ELK. Sus soldados queman casas y cosechas provocando la huida de miles de civiles.
El ELK, mal equipado con armas ligeras y escasos morteros, es incapaz de frenar el avance. Los carros de combate, de fabricaci¨®n sovi¨¦tica, del Ej¨¦rcito yugoslavo est¨¢n siendo decisivos. El curso de la batalla en las ¨²ltimas horas no parece desmentir el anuncio serbio de que la totalidad de la carretera entre Pristina y Pec est¨¢ desde ayer bajo su control. Nadie sabe cu¨¢l es el objetivo de Belgrado. Pero muy cerca de Lapusnik se halla Junik, el principal basti¨®n de la guerrilla en el interior de Kosovo, y m¨¢s al sur est¨¢ Prizren, otra de las rutas estrat¨¦gicas en manos rebeldes. Esta ¨²ltima localidad casi linda con Albania, desde donde se ve con simpat¨ªa al ELK.El presidente alban¨¦s, Rexhep Meidani, ha pedido una intervenci¨®n urgente de la OTAN, seg¨²n declar¨® ayer la senadora belga Anne-Marie Lizin que se entrevist¨® con ¨¦l en Tirana. El primer ministro, Fatos Nano, ya se manifest¨® en ese sentido la semana pasada. Tambi¨¦n el activista pro derechos humanos reconvertido en jefe guerrillero Shaban Shala fue citado el domingo diciendo que Ibrahim Rugova ya no tiene credibilidad entre los kosovares y que ante la falta de soluci¨®n diplomatica la OTAN deber¨ªa intervenir antes de que sea demasiado tarde.
Ofensiva de fin de semana
La ofensiva contra la carretera de Pristina a Pec comenz¨® el s¨¢bado. "Nuestro vigilante nos alert¨® de la llegada de carros de combate, pero no hubo tiempo para nada", asegur¨® un vecino. "Los soldados caminaban con antorchas. Iban prendiendo todo a su paso. La gente se asust¨® y huy¨® a las monta?as". No hay rastros de fuertes combates, ni de que el ELK planteara una resistencia feroz, pero la agencia oficial yugoslava dio cuenta ayer de la muerte de un capit¨¢n y dos soldados del Ej¨¦rcito de Belgrado durante el fin de semana. Otros cinco resultaron heridos.La gran ofensiva militar serbia para recuperar el control de las carreteras, la mayor desde el inicio del conflicto en febrero, coincide con la llegada, ma?ana, a Belgrado de una importante delegaci¨®n diplom¨¢tica de la Uni¨®n Europea para mediar en la crisis. El espacio diplom¨¢tico es m¨ªnimo. ?sta tiene previsto reunirse hoy con el ministro de Exteriores yugoslavo, Zivadin Jovanovic. Una posterior entrevista con Milosevic no est¨¢ confirmada.
"Todo depende de las bajas civiles", asegura un diplom¨¢tico europeo que reclama el anonimato. "En realidad, no podemos culpar al Gobierno yugoslavo de que intente recuperar el control de sus carreteras. Pero si en ese intento empiezan a matar civiles, Belgrado tendr¨¢ un problema", asegura esa fuente. En este momento, nadie est¨¢ en condiciones de cuantificar el n¨²mero real de bajas civiles. Se habla de una decena de muertos en Lapusnik. Pero esa localidad kosovar es tan s¨®lo un punto en la ofensiva de la carretera entre Pristina y Pec. Varios periodistas, testigos de los combates, aseguran que las tropas serbias no se limitan a expulsar guerrilleros del territorio. A su paso queman casas y destruyen cosechas.
Esta pol¨ªtica de tierra quemada no representa una novedad en los Balcanes. Ya se puso en pr¨¢ctica en Bosnia-Herzegovina entre abril de 1992 y diciembre de 1995. All¨ª se llam¨® limpieza ¨¦tnica. El resultado en Kosovo no es muy diferente. Decenas de miles de personas huyen despavoridas de la lucha. Ellos han perdido sus pertenencias. Ahora, su regreso es muy dif¨ªcil, casi imposible.
Hace dos meses, la OTAN lanz¨® una advertencia al presidente Milosevic. Habr¨ªa graves consecuencias militares si prosegu¨ªa con su pol¨ªtica de destrucci¨®n en la provincia de Kosovo.En aquella ocasi¨®n, para reforzar el ¨®rdago, se pusieron en marcha unos ejercicios b¨¦licos en la frontera de Albania y Macedonia. Belgrado no se inmut¨®. El r¨¦gimen calm¨® a sus alarmados ciudadanos garantiz¨¢ndoles de que s¨®lo se trataba de una bravata diplom¨¢tica, de que la OTAN no se atrever¨ªa a atacar. ?ste tambi¨¦n fue el esquema de actuaci¨®n en Bosnia: apurar el envite para medir la voluntad pol¨ªtica de Occidente.
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