El calentamiento del clima puede helar el norte de Europa
Los cient¨ªficos temen que el cambio global detenga la circulaci¨®n oce¨¢nica del planeta
La amenaza de fr¨ªo glacial, con extensos territorios congelados, se cierne sobre gran parte de Eurasia en el pr¨®ximo siglo. No es una contradicci¨®n con el predicho cambio clim¨¢tico, sino un efecto precisamente del calentamiento global del planeta: el aumento de las temperaturas medias puede bloquear la circulaci¨®n oce¨¢nica en el Atl¨¢ntico Norte y dejar a las latitudes septentrionales sin la vital aportaci¨®n de agua templada de los tr¨®picos.
Este fen¨®meno, sospechado hace diez a?os por algunos cient¨ªficos, cobra ahora una preocupante verosimilitud, a ra¨ªz de recientes investigaciones que han sondeado la relaci¨®n entre mecanismos clim¨¢ticos y oce¨¢nicos en el pasado de la Tierra, y que predicen un enfriamiento dr¨¢stico y repentino en las regiones septentrionales en un mundo de atm¨®sfera m¨¢s h¨²meda debido a la intensificaci¨®n del efecto invernadero. A los ¨²ltimos avances en investigaci¨®n del oc¨¦ano y sus implicaciones clim¨¢ticas ha dedicado recientemente la revista cient¨ªfica Science una secci¨®n especial que recoge tambi¨¦n las ¨²ltimas aportaciones en qu¨ªmica y biolog¨ªa marinas, as¨ª como un estudio del balance de di¨®xido de carbono y de las alteraciones en la producci¨®n de los mares.
La circulaci¨®n oce¨¢nica es el primer candidato de los cient¨ªficos para explicar los vaivenes del clima registrados en el pasado, recuerda Science. Y la autopista de esa circulaci¨®n es la llamada gran cinta transportadora, que, en un flujo continuo, recorre los oc¨¦anos del planeta llevando agua calentada en los tr¨®picos hacia el Atl¨¢ntico norte, y corrientes fr¨ªas desde esa regi¨®n hacia los mares templados. Es un intercambiador de calor a escala global.
Como cien Amazonas
La gran cinta, con un flujo equivalente a cien r¨ªos como el Amazonas, proporciona calor a la mitad septentrional del Atl¨¢ntico norte, tanto calor como el 25% de la irradiaci¨®n solar que llega a la superficie de esa zona. En el norte, los vientos g¨¦lidos absorben el calor del agua, provocando la congelaci¨®n que forma los hielos del ?rtico y deja el agua marina con mayor concentraci¨®n salina en las capas superficiales, por lo que la corriente se hunde y, en su recorrido hacia el Sur, transporta un flujo de aguas fr¨ªas y ricas en sal. En el otro extremo del mundo, en el Pac¨ªfico, las aguas fr¨ªas profundas de la cinta transportadora emergen por mecanismos a¨²n poco conocidos, se calientan y contin¨²an el flujo de la corriente.Si esta circulaci¨®n continua se interrumpe, como ha sucedido algunas veces en los ¨²ltimos 100.000 a?os, las alteraciones clim¨¢ticas tienen alcance planetario, advierten en Science los expertos. Y esto es lo que los ¨²ltimos estudios del clima del pasado han sacado a la luz.
Los sondeos profundos en suelo marino, donde los sedimentos del pasado conservan el rastro de la composici¨®n del agua en el pasado, indican que la gran cinta transbordadora del oc¨¦ano mundial estuvo cortada hace 13.000 a?os durante unos 200 a?os, concluye un equipo de paleocean¨®grafos dirigido por Konrad Hughens, de la Universidad de Harvard (EEUU).
La causa de esta interrupci¨®n debi¨® de ser el calentamiento del ?rtico (por alteraciones en la inclinaci¨®n de la Tierra respecto al Sol), que provoc¨® el derretimiento de glaciares y la consiguiente formaci¨®n de una capa de agua dulce superficial en el hemisferio norte. Al disminuir all¨ª la salinidad -y densidad-, se interrumpir¨ªa el flujo de la corriente oce¨¢nica, explica Richard A. Kerr en Science (10 de julio). Y este fen¨®meno se habr¨ªa producido varias veces en los ¨²ltimos miles de a?os de la historia de la Tierra, provocando el enfriamiento del ya de por s¨ª fr¨ªo norte y el calentamiento del c¨¢lido sur.
El experto estadounidense Wallace Broecker, que sugiri¨® hace diez a?os este fen¨®meno, teme que ahora el calentamiento del planeta debido a la intensificaci¨®n del efecto invernadero provoque el siguiente corte de la gran cinta transportadora de agua. Y, en esta ocasi¨®n, la aportaci¨®n extra de agua dulce en el Atl¨¢ntico norte, clave de la interrupci¨®n, proceder¨ªa del incremento del hielo derretido en el ?rtico y del incremento de precipitaciones, nieves y aportes fluviales debidos a las alteraciones generadas a escala global por el incremento de las temperaturas medias del globo.
Broecker sugiere que la interrupci¨®n de la corriente oce¨¢nica disparar¨ªa un profundo cambio clim¨¢tico en el Atl¨¢ntico norte invirtiendo la tendencia al calentamiento en latitudes septentrionales y provocando una ca¨ªda de las temperaturas en regiones como Europa. Pero el enfriamiento no ser¨ªa m¨¢s que un alivio temporal en la tendencia global al calentamiento, y las alteraciones de los patrones de precipitaciones ser¨ªan tan importantes como los cambios de temperatura.
La agricultura y los asentamientos humanos sufrir¨ªan y tendr¨ªan que adaptarse a una situaci¨®n de fr¨ªos, sequ¨ªas e inundaciones no estacionales. "La humanidad continuar¨ªa, pero muchas personas ser¨ªan mucho m¨¢s infelices", comenta en Science el glaci¨®logo Richard Alley.
Predicci¨®n
Predecir cu¨¢ndo se producir¨ªa esta fatal interrupci¨®n de la circulaci¨®n oce¨¢nica es sumamente dif¨ªcil. Los modelos realizados en ordenador apuntan hacia varias d¨¦cadas despu¨¦s de que el aumento de las temperaturas medias del planeta hayan aumentado un par de grados dentro de 20 a?os, seg¨²n indican las predicciones actuales de cambio clim¨¢tico. Ser¨ªa, por tanto, en la segunda mitad del siglo que viene. Los f¨ªsicos advierten que investigaciones recientes muestran que el sistema clim¨¢tico responde a menudo de forma imprevista.El oc¨¦ano y su relaci¨®n con el clima es extremadamente complejo, y los cient¨ªficos tienen que abordarlo desde muchas perspectivas, pero la clave que ha desencadenado el calentamiento artificial del planeta y el probable cambio clim¨¢tico reside en el incremento de las emisiones de di¨®xido de carbono (CO2).
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Expertos de la NOAA estadounidense (Administraci¨®n Nacional para la Atm¨®sfera y el Oc¨¦ano) se?alan que "la concentraci¨®n en la atm¨®sfera de di¨®xido de carbono es ahora mucho m¨¢s alta que durante los ¨²ltimos cientos de miles de a?os" y que es fundamental comprender el ciclo global del carbono. "Necesitamos saber m¨¢s acerca de c¨®mo el planeta intenta equilibrar su suministro de carbono entre tres dep¨®sitos: la atm¨®sfera, los oc¨¦anos y la biosfera terrestre", afirman estos expertos, apuntando que "el ciclo del carbono es un sistema fuertemente interactivo".
Los espa?oles Duarte y Agust¨ª, explican en Science que existe un equilibrio global entre emisi¨®n y absorci¨®n por parte de los ecosistemas marinos, por lo que ¨¦stos no pueden ser contabilizados como sumideros de ese gas de efecto invernadero [ver EL PA?S, 10 de julio].
Un equipo de EEUU y Alemania, advierte acerca del impacto de las emisiones de di¨®xido de carbono -procedente del consumo humano de combusti¨®n de f¨®siles- en la distribuci¨®n de los ecosistemas en el oc¨¦ano. El fitoplancton (microorganismos marinos que producen globalmente por fotos¨ªntesis cada a?o 45.000 millones de toneladas de compuestos org¨¢nicos de carbono) es extremadamente sensible, se?alan, a los fen¨®menos como el aumento de las emisiones de CO2.
Gobierno del mar
"La presi¨®n humana sobre los recursos globales, incluidos los vastos oc¨¦anos, ha creado una necesidad urgente de una nueva forma de gobernar los recursos del mar", afirma un amplio grupo internacional de expertos, liderados por Robert Constanza, de la Universidad de Maryland. Ellos proponen en Science estrategias para la gesti¨®n de los oc¨¦anos que incluyen "principios de responsabilidad, precauci¨®n y participaci¨®n". Constanza y sus colegas recomiendan la extensi¨®n de las ¨¢reas del mar protegidas, que actualmente constituyen menos de un 1% del medio ambiente marino del planeta, a un 20% para garantizar las pesquer¨ªas mundiales en un marco de desarrollo sostenible.
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