Relatos de verano
JAVIER MINA Si tuviera que escribir un cuento veraniego, lo situar¨ªa en Vitoria - Gasteiz porque para eso tienen las casas m¨¢s caras. Lo que no har¨ªa es meter j¨®venes porque tenemos tan pocos -seg¨²n las encuestas nadie tiene menos en la UE- que no podemos permitirnos el lujo de andar retir¨¢ndolos de la circulaci¨®n ni siquiera para que queden lucidos en un cuento. Posiblemente la Ertzaintza act¨²e de forma parecida, quiero decir con idea de que no mermen, sin olvidar que eso no detiene a los encapuchados que cometen algaradas. Lo cierto es que bastante c¨¢rcel tienen con la capucha, sin olvidar que el preso ya lo llevan dentro porque nada agarrota m¨¢s que las convicciones impermeables y monol¨ªticas. Bueno, tambi¨¦n apresa bastante el paro, aunque no se lleve capucha, pero al ser pocos les toca a menos. Si tuviera que escribir Pulgarcito escoger¨ªa un bosque quemado, con lobos reducidos a cenizas y ardillas achicharradas para ver si creaba un clima de terror adecuado porque hoy los ni?os est¨¢n m¨¢s seguros en la selva que en Internet. Con ello conseguir¨ªa de rebote un beneficio adicional. La negrura del paisaje obligar¨ªa al protagonista a marcar el camino con plan blanco o boller¨ªa industrial fomentando subliminalmente el intestino perezoso y la papada de colesterol cosa muy conveniente desde el punto de vista demogr¨¢fico porque andamos escasos de ni?os pero todav¨ªa parecer¨ªan menos de no abultarles la grasa. En cuanto al Ogro, pueden suponer que ya lo tengo. pero como no estoy escribiendo un cuento s¨®lo dar¨¦ una pista: tiene voz de estentor, se come crudo a quien le tosa y se calzar¨ªa un pa¨ªs en cada pie si hubiera dos en oferta. Con las brujas no me atrevo porque a la menor acabas acusando al PSOE de quejarse m¨¢s que una doncella maltratada, como ha hecho el lehendakari, y se arma la gorda, bueno, algo. No pienso escribir un cuento pero si tuviera que tratar de la esperanza no mencionar¨ªa el frente que con la misma quieren hacer quienes te obligan precisamente a que la abandones nada m¨¢s pisar el umbral de lo que no ser¨¢ un infierno pero causa tanta sed que luego te toca elegir entre el Kas y la Orangina, o los orangistas, no s¨¦, me referir¨ªa antes bien a quienes suben a una patera. De acuerdo, conceder¨¢n tan poco valor a la vida que les cabr¨¢ en un hatillo pero a cambio no les cabe en los ojos todo ese porvenir que sue?an. Sin embargo, la mirada suele ser tan fr¨¢gil que basta un poco de agua o un poco de incomprensi¨®n para que le sue?o se malogre. Aunque no se pierde mucho porque si la vida les cab¨ªa en un hatillo, ?qu¨¦ puede valer el resto?. Ya lo dijo el poeta, la esperanza es la medicina del pobre, pero hasta en la botica m¨¢s m¨ªsera rige su medicamentazo. S¨ª, de haber tenido que escribir un cuento me hubiera gustado meterle color, riqueza ¨¦tnica. Frases rituales, tatuajes, pa¨ªses sonoros, ex¨®ticos y especiados. Tal vez los siete mares y alg¨²n pirata pero seguro las hadas. Tambi¨¦n palabras bonitas. habr¨ªa hecho del vocabulario una aventura. Mis personajes no se tildar¨ªan de insecticida y risitas como hicieron respectivamente un vocero del PSOE y uno del PP para tachar a un boquirrubio del PP y uno del PSOE respectivamente. Ni mucho menos, en mi cuento habr¨ªan utilizado voces como jaudo, gurri¨®n o escampav¨ªas, que en una de mis tierras quieren decir, como su orden indica, soso, p¨ªcaro o individuo que anda con los pies muy abiertos. Me las habr¨ªa ingeniado otros¨ª para incluir, as¨ª por gusto, pelamingas, mamusti o nuncab¨²scalo. Y llegamos al final. Si hubiera tenido que escribir un cuento le habr¨ªa puesto un final feliz. Los h¨¦roes se ir¨ªan, por ejemplo, de vacaciones. despu¨¦s de darnos la murga medi¨¢tica y parlamentaria durante todo el a?o tendr¨ªan el buen juicio de dejarnos en paz. hombre, mejor hubiera sido que les creciera la nariz cuando mintiesen o que las carrozas se les volvieran calabazas si se pasaban de raya, pero estamos hablando de cuentos no de imposibles. As¨ª que habr¨¢ que aprovechar que no est¨¢n para hacer lo mismo. volverse humo, volverse agosto.Como mucho podr¨ªa escribirse un cuento, un cuento de verano. A condici¨®n de no herniarse, un cuento tan harag¨¢n y desvanecido que ni lo pareciera.
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