Tapaderas criminales

Quienes, como yo, tuvieran ya formada una sensibilidad medioambiental cuando naci¨® el diario EL PA?S recordar¨¢n perfectamente c¨®mo criticaba el uso de c¨¦sped para formar zonas verdes en una ciudad no sobrada de agua como Madrid. Sin embargo, pasaban los a?os y cambiaban los alcaldes, pero en los nuevos jardines se segu¨ªan poniendo praderas de c¨¦sped, insaciables bebedoras del escaso elemento.El equipo de ?lvarez del Manzano ha roto la racha y est¨¢ actuando conforme recomendaba EL PA?S en los a?os 76-86: compone las zonas verdes con sobrias plantas xer¨®filas (romero, santilona, espliego...).

En otros ¨®rdenes de cosas, pero sin salirnos de lo que compete a la administraci¨®n municipal, hay que alabar la renovaci¨®n de la flota de la EMT con autobuses limpios, c¨®modos y silenciosos, el servicio peri¨®dico de recogida de trastos, la atenci¨®n permanente a las piscinas, etc¨¦tera.

Sin embargo, hay un fallo o negligencia que muy bien ha podido costarme la vida en mis desplazamientos en bicicleta: las tapas registro del alcantarillado colocadas boca arriba. En Lope de Haro, Isla de Oza y otras calles, esos grandes discos met¨¢licos, en lugar de hallarse enrasado con el asfalto, sobresalen 8, 10 o 12 cent¨ªmetros porque est¨¢ al rev¨¦s.

Es verdad que semejante obst¨¢culo imprevisto constituye un simple bache para los coches, pero se transforma en trampa grave para bicis o motos de rueda peque?a. ?Por qu¨¦ el Ayuntamiento del Partido Popular no vigila que todas estas piezas est¨¦n situadas "a derechas".- .