La muela y el tiempo

"Hoy es jueves, 28 de mayo", informa Irma Soriano a los espectadores congregados ante Canal Sur el 11 de agosto. Nadie le replica. El televidente reconoce que dicha presentadora, y su programa De tarde en tarde, le han suscitado profundas reflexiones sobre el tiempo. ?Irma Soriano y san Agust¨ªn, claro! La fidelidad con que Canal Sur repite semejante programa no s¨®lo desorienta las fechas sino que tambi¨¦n inutiliza los buenos sentimientos. El televidente fue informado el lunes de que Irma Soriano estaba "indispuesta" y no pudo evitar una anacr¨®nico deseo de pronto restablecimiento. ?Mentira! ?Ya est¨¢ curada! ?O habr¨¢ reca¨ªdo? La confusi¨®n temporal, y los pensamientos que suscita, al menos amortiguan la zafiedad del programa. Uno puede meditar sobre las implicaciones del pasado en el presente y as¨ª se ahorra el largo y met¨®dico pr¨®logo que consiste en introducir una enorme porci¨®n de tarta en la indefensa boca de un tipo corpulento que maneja una de las c¨¢maras. El televidente, sin embargo, s¨ª vio con toda su crudeza la secci¨®n cultural del programa, un concurso de preguntas y respuestas entre dos parejas de espont¨¢neos. La vio sin cloroformo ni paliativos y pueden suponer el resultado. "Primera pista", dijo la presentadora, "adivinen la matr¨ªcula de una ciudad". Entonces, apareci¨® un cantante que enton¨®: "Almer¨ªaaaa/ un inmenso coral/ es tu bah¨ªaaaa". La pareja de la izquierda, m¨¢s avispada, dio con la respuesta. "Segunda pista. ?Cu¨¢l es la s¨ªlaba que m¨¢s se repite?". De nuevo comparece el cantante que esta vez ataca el siguiente estribillo: "Achilip¨²n, y pun, y pun y pun". Silencio. Gestos de reflexi¨®n de las concursantes. Una levanta la mano: "La respuesta es achili", dice. Irma Soriano no sabe si darla por v¨¢lida. Es natural que dude. Consulta con la vista a alguien fuera de plano y confirma que no, lo siente, no es buena. Oportunidad para la pareja contendiente. "Su turno", anima la Soriano. "?Pun!", responde con el estr¨¦pito de un disparo. El televidente cree que la concursante le ha atravesado la raz¨®n. Sin embargo, pronto se rehace. Hay que adivinar el nombre de un famoso guitarrista. Las tres palabras claves son: C¨¢diz, Manuel y Sanl¨²car. Esta vez la concursante no duda: "Manolo Sanl¨²car". "?Muy bien!", dice emocionada la presentadora. Luego comienza el debate. El asunto escogido es el miedo al dentista. Una invitada precisa que por cada hijo que ha parido le han sacado una muela. La Soriano la interrumpe y objeta: "Vamos a publicidad y a la vuelta seguimos con la siguiente muela". Regresa la Soriano, regresa del nefasto 28 de mayo. Una contertulia: "A mi el dentista me pinch¨® tres veces y me pellizc¨® la lengua". La presentadora pone cara de espanto. El programa acaba. El televidente ya no piensa en el tiempo, sino en la crueldad de los programadores estivales de Canal Sur capaces de reponer un espacio que convierte al pueblo llano en una monstruosidad de feria.