Los mayores prefieren mirar
De noche, para los j¨®venes. De d¨ªa, para los mayores. El Paseo de El Arenal es el lugar emblem¨¢tico de las fiestas bilba¨ªnas; all¨ª se dan cita ciudadanos de todas las edades, pero a diferentes horas. A partir de las ocho de la tarde, la juventud invade las txosnas que no terminan de escupir m¨²sica y bebida hasta primeras horas de la ma?ana. Eso s¨ª, a partir de las diez, comienzan a tomar posiciones los mayores y los ni?os, mientras los ¨²ltimos de Filipinas, los que terminan viendo amanecer con un vaso en la mano, se baten en retirada. Si el levantamiento de vaso es el deporte preferido por una abrumadora mayor¨ªa de j¨®venes, el de los mayores es mirar. La observaci¨®n del entorno es el pasatiempo de los jubilados y pensionistas de ambos sexos. Es el caso de Purificaci¨®n e Isabel, dos vecinas sexagenarias de la calle de El Cristo que aterrizan en el Casco Viejo todos los d¨ªas de la Aste Nagusia. "Yo me levanto y de diez a una estoy en El Arenal con las nietas porque mis hijas est¨¢n durmiendo", comenta Isabel, mientras su amiga asiente. "Por las tardes y por las noches ni vengo; hay demasiado ruido y me da miedo que me pase algo", comenta, mirando significativamente a cuatro punkies, integrantes de la tribu de n¨®madas festivos que acampan en la Semana Grande. Los cuatro j¨®venes, adornados con crestas y pulseras de pinchos, duermen inocentemente ajenos al miedo que despiertan en estas dos vecinas. Pero ellas no son las ¨²nicas que establecen su observatorio en El Arenal. A mediod¨ªa, los bancos de este paseo est¨¢n repletos de gente con una media de edad de 60 a?os mirando. Espect¨¢culo no les falta a estos bilba¨ªnos que ven las fiestas desde la barrera. Diariamente, en El Arenal hay cert¨¢menes gastron¨®micos, concursos de ajedrez, campeonato de tiro a la rana, torneo de pelota y conciertos de la Banda Municipal. Mientras unos observan c¨®mo Santi, campe¨®n juvenil de ajedrez de Vizcaya, de 16 a?os, vapulea al resto de sus adversarios en el tablero, otros como Jes¨²s Ib¨¢?ez, vecino de Etxebarri (Vizcaya), prefiere mirar c¨®mo sus contempor¨¢neos tiran a la rana. "Antes hab¨ªa ranas en todos los bares de Vizcaya", asegura. De dos en dos, una decena de parejas lucha por el primer puesto en el campeonato, intentando introducir las fichas de hierro en la boca de la impasible rana. Uno de los jueces canta el resultado: "Manzaneque, 3; Zubi, 2". Pronto, el campeonato pierde p¨²blico por el inicio del desfile de elefantes del circo por El Arenal. A escasos metros, un centenar de jubilados sigue ensimismado el torneo de pelota a mano en el front¨®n de la Esperanza. Dos parejas de j¨®venes sudan la gota gorda para clasificarse. Un p¨²blico fiel sigue sus movimientos desde el saque hasta el toque en la pared y adereza los fallos con suspiros ruidosos. Aunque es f¨¢cil de entender que por los 20 a?itos de la Aste Nagusia bilba¨ªna muchos mayores no se hayan enganchado al carro de las fiestas, no todos los que han superado la barrera de los 60 tienen la misma actitud. En un lado de la balanza, podemos situar a la actriz Mariv¨ª Bilbao-Goyoaga. A sus 68 a?os, esta int¨¦rprete bilba¨ªna huye de la Semana Grande porque, seg¨²n asegura, no le gustan las aglomeraciones ni la insoportable mezcla de olores. En el otro extremo, Ameli, la comparsera m¨¢s veterana, se siente muy joven a sus 72 a?os. "Los mayores no s¨¦ qu¨¦ har¨¢n, pero yo me lo paso muy bien en fiestas y recomiendo a los dem¨¢s que hagan lo mismo", se?ala. Comparsera desde 1978, Ameli se ha recuperado de un grave achuch¨®n que no ha conseguido quitarle las ganas de juerga. Este a?o, su cargo de txupinera honor¨ªfica le ha hecho cambiar el atuendo de la comparsa de Deusto Tintigorri por el uniforme oficial. Quienes quieran pedirle consejos para poder seguir su ritmo de vida, le encontrar¨¢n en la comida dedicada a la Tercera Edad que se celebrar¨¢ el pr¨®ximo jueves en el Colegio de los Salesianos y donde se dar¨¢n cita todos los residentes en asilos. El ¨¢gape es uno de los escasos actos que el programa festivo dedica a los abuelos y abuelas. Aunque algunos se lo montan por su cuenta. Es el caso de Joni, un sin techo que vive en un banco de la Plaza del Ensanche desde hace dos a?os y que comparte encantado espacio con los miembros de la txosna de Txarriduna. Enamorado del vino, este vecino come y bebe como nunca durante los d¨ªas festivos. El invierno es otro cantar.
El desaf¨ªo del campe¨®n ciego
La Diana de los txistularis y el txupin encendido por la comparsera Sonia Villamor dar¨¢n hoy a las diez de la ma?ana el pistoletazo de salida a la cuarta jornada de la Semana Grande bilba¨ªna que, por ser de Bilbao, tiene nueve d¨ªas. Minutos despu¨¦s y en el Paseo de El Arenal, los mayores avanzar¨¢n posiciones en el disputado concurso de tiro a la rana; los m¨¢s peque?os podr¨¢n disfrutar todo el d¨ªa de los talleres y juegos infantiles y para todas las edades, pasacalles de gigantes y cabezudos a las once de la ma?ana. En el mismo escenario y a la misma hora, el joven campe¨®n de ajedrez de Vizcaya reta a todos los bilba¨ªnos a un desaf¨ªo en la modalidad de ajedrez a ciegas, en la que se enfrentar¨¢ a sus rivales de espaldas, memorizando las jugadas. Al mediod¨ªa, el deporte dejar¨¢ paso a la m¨²sica. De aperitivo, actuar¨¢ en el reci¨¦n inaugurado quiosco de El Arenal la Banda Municipal de M¨²sica, en un men¨² que incluye bilbainadas de los incombustibles Cinco Bilba¨ªnos, en la P¨¦rgola del Parque de Do?a Casilda, y del grupo Bilbotarrak en el Casco Viejo. "Bertsos" y espuma En la Plaza de Santiago, consagrada al arte vasco, los bertsolaris Xabier Amuriza, Juan Mari Areitio, Jon Enbeita y Jon Lopategi se batir¨¢n en un duelo de bertsos a la una de la tarde. El diario ba?o de espuma, como siempre, llegar¨¢ media hora m¨¢s tarde, por cortes¨ªa de los bomberos. Y para quienes no quieran ba?arse en el mar de pompas, hay teatro de calle en la Plaza Nueva de la mano del grupo Pikor a la una y media.El espect¨¢culo se repertir¨¢ a las siete de la tarde en El Arenal, esta vez en euskera con el grupo de teatro infantil Hankagorri y su obra Bonberoak. Ya mediada la tarde, el programa de fiestas se dispara, con actos para todos los gustos. Los amantes de las danzas vascas tienen citas a las siete de la tarde en la Plaza Nueva y a las ocho y media, en la Plaza Santiago. La Iglesia de la Encarnaci¨®n se reserva a la m¨²sica cl¨¢sica; el concierto, a las ocho de la tarde, con el organista Pedro Guallar y el trompetista Juan Vicente Codina. Y a partir de aqu¨ª, riada de conciertos. En la Plaza de Unamuno, las formaciones Brutal Death e In Thousand Lakes participan en la Muestra de Pop-rock local; en la Plaza del Ariaga, verbena con los ritmos caribe?os de la orquesta Sabor Tropical; en la Plaza Nueva, el jazz vasco de la Cartoon Band y de Miren Aranburu Quintet; en la Plaza del Gas, Amparanoia y Ska-p. Entretanto, el toro de fuego en El Arenal, los fuegos de los alaveses de Berantevilla Valecea Pir y fuente cibern¨¦tica a las diez y media y a la una y media.
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