Arquitecto de atm¨®sferas

Vestido siempre de negro, con la cabeza rapada y un aire de sabio despistado o de chansoniere contracultural, Jean Nouvel, arquitecto de moda en Francia durante la ¨²ltima d¨¦cada, es m¨¢s amigo de la far¨¢ndula que del gremialismo. Nouvel se encuentra entre aquellos que opinan que las obras que permanecen son aquellas que dan cuenta de su ¨¦poca, al tiempo que son capaces de hacerse reconocer y amar. El edificio del Instituto del Mundo ?rabe, de Par¨ªs; la ?pera de Lyon; el Palacio de Congresos de Tours; el complejo arquitect¨®nico de la estaci¨®n de Lille, y ahora el Centro de Cultura y Congresos de Lucerna, ofrecen el testimonio de un arquitecto que ha tirado la toalla sobre las posibilidades de la planificaci¨®n urban¨ªstica. "Las ciudades ya resultan incontrolables, s¨®lo pueden evolucionar a trav¨¦s de peque?os toques". El apego a la realidad inmediata ha convertido su arquitectura en radicalmente contempor¨¢nea, junto a dos preocupaciones esenciales: la creaci¨®n de atm¨®sferas y la definici¨®n exacta de la piel de los edificios.