Viaje al coraz¨®n del "ferragosto" andaluz
El desierto debe ser as¨ª, pero sin r¨ªo. Las aguas del Guadalquivir delimitan esta cuenca fluvial que cruza en diagonal la v¨ªa del AVE. Todo es fluvial por estos pagos: Alcal¨¢ del R¨ªo, Villaverde del R¨ªo, Villanueva del R¨ªo y Minas, Alcolea del R¨ªo, Lora del R¨ªo. Una menos cuarto en Alcal¨¢ del R¨ªo, donde se libr¨® ¨¦pica batalla en tiempos de los romanos y se sueltan vaquillas en tiempos de los cristianos. El term¨®metro marca 39 grados. Ni un alma. Al fondo, gritos de chiquillos. Van en fila detr¨¢s de una sombrilla. El paraguas le viene de cine a Mar¨ªa Dolores Jaramillo, 38 a?os. Comanda una bullanguera expedici¨®n infantil para darse un ba?o en el arroyo que se esconde tras los pinares. Las dos en todos los relojes. Tambi¨¦n en el bar Central de El Viar, un poblado de colonos fundado en 1956 que es pedan¨ªa de Alcal¨¢ del R¨ªo. Los vecinos juegan al domin¨®. Todos, menos Francisco Rey Nieto, 56 a?os, agricultor, aficionado a la jardiner¨ªa. El Foti para todo el vecindario, apodo derivado de su antigua profesi¨®n de fot¨®grafo. "Lo fotografiaba todo, las cuadrillas de jornaleros, las fiestas de San Isidro, hasta las fotos de carn¨¦ y de familias numerosas. El revelado lo hac¨ªa en Brenes, en casa de Tadeo". Es el mismo calor de siempre. "El calor de agosto siempre es m¨¢s pegajoso que el de julio", dice el Foti, al que se le da requetebi¨¦n componer cancioncillas de lo que ocurre en el pueblo. "Ha sucedido en El Viar, / y no s¨¦ qu¨¦ es lo que pasa, / se han cargado a Antonio Coca / y han puesto de alcalde al Garza". Cr¨®nica municipal en coplillas para relatar el cese del alcalde ped¨¢neo elegido por el pueblo y el nombramiento de otro af¨ªn al alcalde de Alcal¨¢ del R¨ªo. "Yo tengo un huerto, all¨ª le canto a las palmeras y a las flores sembradas; dicen que eso alarga la vida de las plantas". Los j¨®venes se ba?an en la piscina. Los de su quinta prefer¨ªan hacerlo en el canal con aguas procedentes del pantano del Pintado. A los de El Viar les dicen "los rejuntados" por ser de aluvi¨®n y no hacer distingos. Recuerdan ba?os pret¨¦ritos en aguas del Guadalquivir entre Villaverde y Cantillana, la patria de Curro Jim¨¦nez. "Los bandidos eran los otros", dice el Foti parafraseando a Sartre sin haberlo le¨ªdo. Tres menos cuarto. El term¨®metro marca 48 grados. Salvo Rafa, Juanito y Andr¨¦s todo el personal que trabaja en estas viviendas autoconstruidas es femenino. Br¨ªgida Vela, 22 a?os, es la timonel de la hormigonera. Presenta sus credenciales. "Canto canci¨®n espa?ola, no me parezco a ninguna". Tiene referencias cercanas: Marif¨¦ de Triana, de Burguillos; o Gracia Montes, hija predilecta de Lora del R¨ªo. Carmen Mart¨ªnez, 30 a?os, la ayuda en las mezclas. Arriba, alinea los ladrillos M¨®nica Santana, 24 a?os, lepera. Su madre trabaja de celadora en el hospital Macarena. Juan Prieto, 18 a?os, es el benjam¨ªn de la cuadrilla. Coge la pala como si fuera una guitarra. Tres y cuarto. 44 grados en la carretera de acceso a Lora del R¨ªo. Aqu¨ª no se f¨ªa ni se discute. Es la leyenda que preside el tenderete de melones en el que despacha uno de sus tres socios, Jos¨¦ Cabeza Vargas, 30 a?os. "Para quitar la sed, yo prefiero mucho mejor la sand¨ªa al mel¨®n". Los melones son manchegos, de Tomelloso, y las sand¨ªas de Matallana, una finca situada en las afueras de Lora. Aparte de las cucurbit¨¢ceas redondas y el¨ªpticas, tan sabrosas, Cabrera tiene "un cachillo de algod¨®n". Su hermano lleva la piscina de Alcolea del R¨ªo. Un grupo de mihuras abrevan en una laguna dentro de la finca de Zahariche. En la gasolinera situada en la entrada de La Campana, queda mucha gasolina pero ni una botella de agua. Un cartel anuncia el derbi del a?o. D¨ªa 29. Duelo comarcal entre el Luisiana C.F. y el Campana Balompi¨¦, equipo que tuvo como entrenador al ex guardameta Rinat Dassaev. Cinco menos cuarto. 46 grados. Las cabras se van a dar un banquete especial. Para ellas son las pipas que acaban de recolectar Juan Milla y Pedro Fern¨¢ndez L¨®pez, naturales de Fuentes de Andaluc¨ªa que faenan a pleno sol en tierras de La Campana entre el Cortijo de los Frailes y la hacienda Ventas Nuevas. No cabe la disyuntiva estudias o trabajas. Pedro, 20 a?os, empez¨® F¨ªsicas en la Universidad, pero ha solicitado un cambio de carrera. "Le estaba diciendo a Pedro que estudiar es mejor que esto", dice Juan, 36 a?os, de oficio maquilero, que ¨¦l traduce por due?o de m¨¢quinas como esta Dominator alemana de 13.000 kilos de peso. El Genil corre tranquilo por el centro de ?cija. El mismo r¨ªo que aneg¨® esta poblaci¨®n las ¨²ltimas Navidades. Desde la piscina se divisan dos de sus once torres. El guarda, Jos¨¦ Manuel Chaparro, 26 a?os, juega una partida de ajedrez con Jos¨¦ Luis Ceballos, un chaval de 9 a?os. "Aqu¨ª no tienes otro remedio que acostumbrarte al calor".
"El calor de agosto es m¨¢s pegajoso que el de julio", dice el Foti, agricultor y colono de El Viar
A la playa, pero a por melones
?Canc¨²n? ?Las Seychelles? ?Cayo Coco? Las vacaciones de estos currantes de sol a sol son de otro estilo. Ya lleg¨® lejos Francisco Rey Nieto, que estuvo "hasta en Barcelona". "Nosotros nos gastamos lo que tenemos a diario como para poder irnos de vacaciones. La Cruzcampo es muy pu?etera, usted". "A la edad que tengo (30 a?os), le puedo decir que s¨®lo me he ba?ado una vez en una playa". Este acontecimiento biogr¨¢fico en la vida de Jos¨¦ Cabeza sucedi¨® en la playa de Matalasca?as. Conoce otras, pero de vista, las del litoral almeriense, que ve¨ªa desde el cami¨®n cuando volv¨ªa de recoger melones en Roquetas y El Ejido. Juan Milla, que todos los d¨ªas interpreta Els Segadors con su Dominator, sale poco de vacaciones, pero cuando lo hace siempre va a Benidorm. "De Fuentes de Andaluc¨ªa hay miles en Benidorm", donde tiene a dos hermanos que trabajan de guarda y ch¨®fer de autob¨²s, respectivamente, y a dos cu?ados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.