El RPR pide una nueva ley de financiaci¨®n de los partidos franceses

Hay remedios que son peores que la enfermedad. Philippe S¨¦guin, actual presidente de la neogaullista Uni¨®n por la Rep¨²blica (RPR), ha querido salir en defensa del ex primer ministro Alain Jupp¨¦ -"un hombre honesto"- sin criticar al juez que le procesa -"aplica la ley"-, y para ello ha pedido una ley que permita borrar todos los delitos cometidos entre 1988 y 1995, "siempre que no haya existido enriquecimiento personal".S¨¦guin, como tres d¨ªas antes Jupp¨¦, olvida que en la ley de financiaci¨®n de los partidos de 1990 ya quedaba claro que en ning¨²n caso las arcas municipales deb¨ªan servir para financiar la actividad pol¨ªtica de los funcionarios del partido. En 1990, el propio S¨¦guin critic¨® la ley de amnist¨ªa porque consideraba que, ante los ojos de la ciudadan¨ªa, los pol¨ªticos se autoconced¨ªan un perd¨®n injusto.

Pidiendo una amnist¨ªa encubierta, no trata tan s¨®lo de defender a Jupp¨¦, sino tambi¨¦n de colocar al presidente de la Rep¨²blica al margen de la ley. "No es un ciudadano como los dem¨¢s", afirma S¨¦guin, que considera que el procesamiento de Jacques Chirac por hipot¨¦ticos delitos cometidos cuando era alcalde de Par¨ªs "no tendr¨ªa fundamento constitucional". La abundancia de afirmaciones y la ausencia de razones transmiten sensaci¨®n de p¨¢nico. Y p¨¢nico debe haber entre las filas neogaullistas cuando las contradicciones de su defensa son tan evidentes. Jupp¨¦ niega la existencia de falsos empleos, pero a continuaci¨®n admite que en el RPR "hubo irregularidades" -no precisa cu¨¢les-, para acabar recordando que la ley, entre 1988 y 1995, no era clara.

Otros tenores de la derecha, como los ex ministros Herv¨¦ de Charette o Eric Raoult, creen que la mejor defensa es un buen ataque y evocan los "6.000 empleos de profesor al servicio de los sindicatos" de los que se supone se beneficia la izquierda. El exprimer ministro ?douard Balladur, por su parte, aunque miembro del RPR, se desentiende de la crisis.