Andaluc¨ªa de la A a la Z Zagu¨¢n: puerta del pr¨ªncipe
Z. Pel¨ªcula de Costa-Gavras, marca del Zorro. El zagu¨¢n es una met¨¢fora de la teor¨ªa de conjuntos, el oasis de la dieta mediterr¨¢nea, la tierra de nadie que es de todos. All¨ª se dan la mano lo p¨²blico y lo privado en esa dial¨¦ctica de la intimidad que tiene a Yvonne Reyes de los nervios. La casa ha sido progresivamente invadida por el televisor, esa mano extra?a de gente que siempre se r¨ªe o siempre llora. El zagu¨¢n es el condado de Trevi?o al que todav¨ªa no ha llegado ese Taras Bulba rectangular blandiendo el mando a distancia. "Espacio cubierto", dice el diccionario, "situado dentro de una casa, que sirve de entrada a ella y est¨¢ inmediato a la puerta de la calle". El zagu¨¢n es la parte externa de la casa y la zona interna de la calle. Dentro y fuera simult¨¢neo; la traslaci¨®n de este espacio sagrado, tangible por intocable, ser¨ªa la casapuerta. La calle ya no es de nadie, ni siquiera de Fraga. Es la gran derrota de esta civilizaci¨®n que se atrinchera, de ese homo currens que coge el ascensor, baja al garaje, se mete en el coche, llega al parking con olor a orines y aceites recalentados y posa su trasero en la mesa de trabajo; se cuelga de un tel¨¦fono con el que habla con hombres invisibles. La calle s¨®lo la reivindican alcaldes y alcaldesas en las procesiones; el para¨ªso del mayo franc¨¦s es un infierno. La calle es el destino que el patr¨®n le muestra al despedido, que la piqueta le indica al desahuciado, que el banco le ofrece al insolvente. En el zagu¨¢n se desped¨ªan los novios conocidos y comerciaban con sus cuerpos desconocidos la hetaira y su cliente. En el quicio de la manceb¨ªa reclamado como espacio m¨¢gico por la tonadilla. Equidistante entre el pecado y la decencia, entre la lujuria y el pudor, la escuela de tonadilleras de Adelita Domingo -54 a?os de historia la contemplan- ha sobrevivido a esa sucesi¨®n de estampas. El zagu¨¢n ofrece una especie de asilo diplom¨¢tico entre el bullicio de fuera y el sigilo de dentro. Toda casa es un convento de clausura y una caseta de feria a la vez. Escenario de secretos inconfesables. Como lo que ocurre en el zaguanete, diminutivo reconocido por la Academia de la Lengua: "Aposento donde estaba la guardia del pr¨ªncipe en su palacio". El zagu¨¢n es puerta del Pr¨ªncipe, arco ojival y Gol Norte.
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