Arenas optar¨¢ a la Junta si coinciden las elecciones generales y andaluzas

Las c¨¢balas sobre qui¨¦n ser¨¢ el candidato del PP al Gobierno andaluz est¨¢n abiertas desde hace meses pese a los intentos de la direcci¨®n de los populares andaluces de zanjar cualquier debate sobre este asunto. Los nombres de hipot¨¦ticos candidatos afloran o se marchitan dependiendo del momento, pero, en la actualidad, s¨®lo hay una hip¨®tesis de trabajo clara: Javier Arenas, presidente del PP andaluz y ministro de Trabajo, ser¨¢ el candidato a la Junta de Andaluc¨ªa si coinciden las elecciones generales con las auton¨®micas, previstas para el 2000.

La tesis oficial de la direcci¨®n del PP es que la candidatura al Gobierno andaluz es un mel¨®n cerrado que no conviene abrir, al menos hasta que pasen las elecciones municipales que se celebrar¨¢n el pr¨®ximo 13 de junio. No obstante, los populares ya se est¨¢n planteando escenarios a medio plazo para intentar resolver alguna de las inc¨®gnitas que el partido tiene, principalmente qui¨¦n ser¨¢ el cabeza de cartel en Andaluc¨ªa. Conscientes de que Javier Arenas es su principal activo, los populares nunca han dejado de pensar en ¨¦l como principal candidato. La designaci¨®n de Arenas como ministro de Trabajo dio pie al surgimiento de conjeturas sobre hipot¨¦ticos sustitutos, debate que nunca ha estado cerrado. En los dos primeros a?os de Gobierno del PP en Madrid, la candidatura de Arenas se ve¨ªa m¨¢s lejana, pero, a medida que se aproximan procesos electorales, esta distancia se va acortando, y el camino de retorno parece m¨¢s claro. Variables Dos variables se manejan para explicar este escenario. El primero es que nadie en el PP andaluz, excepto Arenas, aglutina el reconocimiento suficiente como para ser declarado l¨ªder indiscutido. De hecho, la marcha de Arenas a Madrid ha puesto en m¨¢s de una dificultad al PP en Andaluc¨ªa, que en este tiempo ha tenido un poder bic¨¦falo que se ha reflejado en la manera de hacer oposici¨®n al Gobierno de Manuel Chaves: la que ha hecho su secretario general, Juan Ojeda, m¨¢s moderado y encargado de llevar las negociaciones con los socialistas cuando ¨¦stas se han producido, y la del portavoz parlamentario, Manuel Atencia, partidario de una l¨ªnea m¨¢s dura. Pero ante la ausencia de Arenas, nadie ha cuajado como l¨ªder claro de la oposici¨®n popular en Andaluc¨ªa. Pese a que el ministro de Trabajo ha asegurado en multitud de ocasiones que el PP tiene entre cinco y seis candidatos a la Junta de Andaluc¨ªa, parece claro que s¨®lo uno de los nombres que habitualmente se manejan, la alcaldesa de M¨¢laga, Celia Villalobos, goza de una popularidad al menos similar a la de Arenas. El problema es que Villalobos, seg¨²n la encuesta que el PP hizo la pasada primavera, est¨¢ en muy buena situaci¨®n para renovar mandato en M¨¢laga, pr¨®xima, incluso, a obtener la mayor¨ªa absoluta. El segundo factor que explicar¨ªa la candidatura de Arenas si coinciden elecciones generales y auton¨®micas en el 2000 est¨¢ relacionado con la pol¨ªtica nacional. El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, sabe que Arenas es la persona que m¨¢s votos del PP arrastra en Andaluc¨ªa. Con la nominaci¨®n de Arenas como candidato a la Junta, el propio Aznar se ver¨ªa beneficiado al ara?ar el ministro votos tanto para las elecciones auton¨®micas como para las generales. Este escenario, no obstante, podr¨ªa cambiar bastante si Aznar decide convocar elecciones para finales del a?o que viene. En caso de que ganase Aznar y de que contase de nuevo con Arenas para formar gobierno, ¨¦ste tendr¨ªa manos libres para nombrar a su sucesor en Andaluc¨ªa. No obstante, hay quienes dentro del PP creen que la inc¨®gnita de quien ser¨¢ el candidato a la Junta deber¨ªa resolverse antes, en el Congreso Regional del partido, que probablemente se celebrar¨¢ dentro de un a?o.