"Invito a los ciudadanos a no resignarse ante esta injusticia"
0.35 de la madrugada del mi¨¦rcoles. Jos¨¦ Barrionuevo sabe que s¨®lo le quedan unas horas en libertad. El exministro del Interior que va camino de la c¨¢rcel trata de dominar con serenidad el sentimiento de injusticia y humillaci¨®n, sin lograr del todo que su voz, a trav¨¦s del tel¨¦fono, resulte al cabo de una hora totalmente opaca.Pregunta. ?C¨®mo se siente en este momento?
Respuesta. No lo s¨¦...
P. ?Se siente abatido?
R. Abatido, no. Me siento con serenidad.
P. ?Qu¨¦ le da serenidad?
R. No lo s¨¦. Es una cosa interna. No estoy abatido. No siento temor. No puedo decir que no estoy preocupado, pero tampoco excesivamente. M¨¢s bien estoy preocupado por mi familia. Acabo de hablar con mi hija. Le hab¨ªa dicho que hablara ella con mi madre. Tiene 80 a?os. Si le hubiera llamado yo... Me ha dicho que no la ha encontrado mal.
P. Su esposa, que a veces ha exteriorizado con enojo su indignaci¨®n, ?est¨¢ tranquila? R. Tranquila tampoco es la expresi¨®n. Est¨¢, como ella suele decir, con serenidad cabreada.
P. Porque ha llegado lo que ve¨ªan como inexorable.
R. No lo ve¨ªamos con resignaci¨®n, sino con un cierto fatalismo.
P. ?Se ha derrumbado su confianza en un sistema que, seg¨²n usted mismo ha resaltado, contribuy¨® a levantar?
R. No. Creo que hay una injusticia. Un error con consecuencias personales muy graves. Conf¨ªo en que no tenga consecuencias de otro tipo en el pa¨ªs.
P. ?Se refiere a que no haya una especie de rebeli¨®n...?
R. No pedimos resignaci¨®n ante la injusticia, y esta es una injusticia. Ante la injusticia hay que ser activo, dentro de la tolerancia y de las reglas del juego. Nada de mansedumbre. Frente a la injusticia hay que protestar.
P. ?Le gustar¨ªa ver una multitud a su entrada en la c¨¢rcel?
R. Es evidente que uno prefiere que haya muestras de solidaridad.
P. ?El programa electoral del PSOE deber¨ªa incluir, seg¨²n usted, la propuesta de indultarles o de sacarles de la c¨¢rcel si los socialistas ganan las elecciones?
R. Si el indultar significa alg¨²n tipo de aceptaci¨®n, aunque sea impl¨ªcita, de que esta sentencia tiene algo que ver con la justicia ?no! Si indicara que se hab¨ªa cometido una injusticia y se trata de repararla, todo lo que se haga me parecer¨¢ bien. Pero no quiero dar consejos a mi partido. Estoy muy agradecido con las bases y con la direcci¨®n por la solidaridad que est¨¢n teniendo conmigo y con mi familia.
P. ?Est¨¢ percibiendo ahora con intensidad un apoyo de Felipe Gonz¨¢lez que hace tiempo parec¨ªa difuso?
R. Siempre me he sentido muy apoyado por ¨¦l. Quiz¨¢ ahora el apoyo sea m¨¢s visible. Siempre me he sentido respaldado por ¨¦l. Le considero un amigo.
P. ?Cree que es un acierto pol¨ªtico que ¨¦l firme los recursos ante el Tribunal Constitucional contra una condena que les ha impuesto el Tribunal Supremo?
R. Eso pone de relieve algo que a sus amigos nos da alegr¨ªa: que su talla humana es tan alta como su estatura pol¨ªtica.
P. ?Qu¨¦ piensa cuando otros dirigentes socialistas hablan de pasar p¨¢gina?
R. Se est¨¢ intentando establecer una fisura que no existe. Por ejemplo, Pepe Borrell me acaba de llamar, y hemos estado hablando. Afortunadamente, como se not¨® el lunes en Valdemoro, todas las familias del partido est¨¢n de acuerdo en este asunto.
P. Pero hay quienes consideran necesario para poder ganar las pr¨®ximas elecciones el alejar al partido de un asunto del pasado, como es ¨¦ste.
R. Todos queremos ganar las proximas elecciones... Y, adem¨¢s, es muy necesario ganarlas.
P. ?Cree que ha habido presiones directas sobre algunos magistrados o que lo que ha habido es un clima general...?
R. Clima general... no ha habido. Ha habido instrumentos y sectores muy poderosos que han presionado. El porcentaje de ciudadanos que consideran esto una injusticia supera ampliamente a los que votan al PSOE. Clima general, no. Sectores pol¨ªticos y medi¨¢ticos, s¨ª. Incluso el diario ultragubernamental [El Mundo] ha publicado esta semana una encuesta dici¨¦ndoles a los magistrados lo que ten¨ªan que hacer. No he visto que al Consejo General del Poder Judicial le haya parecido motivo para hacer ning¨²n tipo de reflexi¨®n.
P. Vera decidi¨® el martes ir a cortarse el pelo, en previsi¨®n...
R. Yo tambi¨¦n fui al peluquero.
P. ?Ha hecho alguna otra cosa de preparativo, o de despedida?
R. No. La bolsa ya la ten¨ªa preparada.
P. ?Desde cu¨¢ndo?
R. Desde hace un mes ten¨ªa hecho mi hatillo.
P. ?Qu¨¦ ha puesto?
R. Un chandal, ropa interior, ¨²tiles de aseo, un traje. Ten¨ªa dudas, pero Rafa Vera me ha dicho que cuando nos saquen para algo debemos ir con traje. Y le he hecho caso. Tambi¨¦n he metido un libro.
P. ?Qu¨¦ libro?
R. Una biograf¨ªa hist¨®rica que estoy leyendo de Jack London. Y quiz¨¢ meta tambi¨¦n un tomo de En busca del tiempo perdido.
P. ?Usted mismo ha tratado de vivir ¨¦sta ¨²ltima ¨¦poca intensamente, tratando de aprovechar el dominio del tiempo que va a perder?
R. Hace mucho tiempo que mis amigos me han o¨ªdo decir que yo no viv¨ªa al d¨ªa sino a la hora. En este mes que tan generosamente me han concedido he vivido las horas. Estuve una semana en mi tierra, en Almer¨ªa, para agradecer las much¨ªsimas muestras de afecto que he recibido, y para que mi mujer pasara por los menos unos d¨ªas de vacaciones. Berja le sienta muy bien. Incluso se ha empadronado all¨ª. Aunque yo soy de all¨ª, a m¨ª me gusta m¨¢s ir en otra ¨¦poca que no sea la de calor. Yo soy muy aficionado a la sierra de Guadarrama. Esta casa la empez¨® mi padre. Cuando llego veo los dos ¨¢rboles que plant¨® y me acuerdo de ¨¦l.
P. ?Por qu¨¦ cree que ha sido tan r¨¢pida la ejecuci¨®n de la sentencia?
R. No le encuentro explicaci¨®n. He o¨ªdo al magistrado ponente contestar en tono airado a un periodista cuando le ha preguntado cuando ¨ªbamos a entrar en la c¨¢rcel: "?Ya!". Como no entiendo el rencor ni el odio, me sorprende ese tipo de actuaci¨®n.
P. Y ahora, ?no siente v¨¦rtigo? ?No tiene la sensaci¨®n de que la tierra se abre bajo sus pies?
R. No la tengo. Tengo una sensaci¨®n de injusticia. Aunque la muerte de Ana Tutor me dej¨® sin ¨¢nimo para seguir escribiendo, yo estaba preparando un libro sobre procesos judiciales que han supuesto procesos pol¨ªticos en la historia de Espa?a. El primer cap¨ªtulo lo ten¨ªa ya terminado. Lo hab¨ªa titulado Fray Luis de Le¨®n o los excesos de la prisi¨®n preventiva. El segundo lleva por t¨ªtulo Hern¨¢n Cort¨¦s o la lentitud de la justicia. Su proceso dur¨® veinte a?os. Ten¨ªa previsto dedicar otro cap¨ªtulo a Juan Mart¨ªn El Empecinado. Fue un guerrillero que lleg¨® a general. Pero era liberal y, cuando lleg¨® Fernando VII, muri¨®. El t¨ªtulo ser¨ªa El Empecinado o la ingratitud. Y, por ¨²ltimo, varios personajes relacionados con nuestra guerra civil: Aza?a, Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera y Juli¨¢n Grimau. Los tres fueron enviados a prisi¨®n acusados de rebeli¨®n. El t¨ªtulo que he pensado para ese cap¨ªtulo es Los excesos de la justicia de los que mandan. El primer precedente hist¨®rico de una injusticia de ese tipo fue S¨®crates. Antonio Tovar, que es quien mejor ha estudiado su figura, cita una reflexi¨®n suya sobre el tipo de proceso que hab¨ªa sufrido y sobre su caso: "Me parece que esta peste no terminar¨¢ con el m¨ªo".
P. ?Cita esa reflexi¨®n en relaci¨®n con el hecho de que algunos casos pendientes que le pueden afectar est¨¢n precisamente en manos del mismo juez que le ha procesado, Baltasar Garz¨®n?
R. No estoy procesado ni imputado en ning¨²n otro procedimiento. S¨¦ que se habla del caso Lasa y Zabala y de otros. Ahora que no estoy aforado, me imagino que me llamar¨¢n para que declare sobre otros procesos. ?Qu¨¦ va a pasar? Si los fundamentos son los mismos con los que me han condenado ahora, me pueden achacar de todo, inlcuso de las bombas de Kenya y Tanzania. Con la conjetura de que "usted tuvo que autorizar o consentir", con ese sistema que no se atiene a la existencia de pruebas, me puede ocurrir de todo.
P. ?Celebra, o cree ¨²til, que aparezcan informaciones sobre el pasado que acreditan que bajo Gobiernos anteriores al socialista se emplearon m¨¦todos semejantes a los del GAL contra los terroristas?
R. No tengo nada que ver con algunas cosas que han aparecido ni conoc¨ªa detalles de los que me he enterado por los medios de comunicaci¨®n. Es preferible que no se ande manoseando esas cosas. Yo parto de que quienes me precedieron actuaron correctamente y lo hicieron lo mejor que supieron. Igual que lo hicimos nosotros. Mi postura no es decir que "otros tambi¨¦n" sino que "nosotros tampoco"...
P. Tampoco lo hicimos o tampoco merecemos ser castigados...
R. No, no. Se lo acabo de decir: actuamos correctamente, exactamente igual que los lehendakari y consejeros de Interior del Gobierno vasco que he conocido. Ha habido cuatro ertzainas que han sido miembros de ETA. Si se utilizara la misma argumentaci¨®n que contra m¨ª, los lehendakari tambi¨¦n podr¨ªan ser condenados por la actuaci¨®n de esos ertzainas.
P. ?C¨®mo encaja la actitud del PNV con ustedes?
R. Me parece infame e indecente. Pero cada uno es como es. Desde luego, no queremos servir de rehenes para sus tejemanejes con los amigos de los terroristas.
P. ?Se refiere a que no les utilicen para canjear su puesta en libertad con la de presos de ETA?
R. Por supuesto. ?Que no nos utilicen como moneda de cambio!
P. ?Lo est¨¢n haciendo?
R. Es evidente.
P. En este momento, cuando quedan pocas horas para que ingrese en la c¨¢rcel ?hay algo de lo que se arrepiente?
R. Todas las cosas tienen un tiempo y una circunstancia. Ya lo dec¨ªa el Eclesiast¨¦s. Pero no me parece correcto el planteamiento de "si ahora hubiera hecho otra cosa distinta". En las circunstancias en que me mov¨ª, dif¨ªcilmente pod¨ªa haber hecho otra cosa. Ahora, con lo que s¨¦ de algunas personas, no har¨ªa lo mismo.
P. ?Le preocupa la situaci¨®n en que queda su familia?
R. S¨ª, bastante. Me han inhabilitado por doce a?os. Pierdo mi carrera de inspector de Trabajo. No puedo trabajar como abogado ni como periodista. Cuando salga, no s¨¦ en qu¨¦ voy a trabajar. Mi hija mayor, Marta, es abogado. Nacho, el segundo, es arquitecto. Se van abriendo paso. El peque?o, Pablo (casi todos los socialistas de mi generaci¨®n tenemos un hijo llamado Pablo) dej¨® Empresariales y estudia Derecho. Para qu¨¦ negar que he recibido ofertas de ayuda. Pero una cosa es ahora, en un estado emocional, y otra el que las cosas se prolonguen.
P. ?Teme que se prolongue su estancia en la c¨¢rcel?
R. Puede pasar cualquier cosa. No me hago ninguna ilusi¨®n. Parec¨ªa que lo que ha pasado no pod¨ªa pasar, y ha pasado. Y es muy tremendo. Cuando oigo que este caso muestra que la ley es igual para todos... !Qu¨¦ m¨¢s quisiera que hubiera sido para m¨ª igual que para los dem¨¢s! Que la prescripci¨®n o la nulidad de las pruebas se hubiese considerado como lo ha considerado siempre el Supremo.
P. ?Recuerda un caso en que el Supremo haya actuado de otra manera?
R. Todo ha sido excepcional en este caso. Dudo que en ning¨²n otro Estado de derecho pase tan sin importar la falta de imparcialidad del juez instructor como ha pasado aqu¨ª.
P. ?Le queda alg¨²n deseo por expresar?
R. No... No siento odio ni rencor. Siento afecto hacia muchas personas, y muchos ciudadanos, en este momento, y les invito a que no se resignen ante la injusticia. Me entristece todo esto. Es una humillaci¨®n muy fuerte. Era impensable, inimaginable desde donde hemos estado y con lo que hemos pasado que las instituciones de nuestro pa¨ªs nos metieran en la c¨¢rcel.
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