?Qui¨¦n pone el dinero?

La voluntad pol¨ªtica de la alcaldesa es inequ¨ªvoca. Garantizada la financiaci¨®n del soterramiento del tren a su paso por la ciudad, su preocupaci¨®n es dar con la f¨®rmula econ¨®mica m¨¢s saludable para el levantamiento de esta infraestructura p¨²blica. El precio del puente, seg¨²n los c¨¢lculos del anteproyecto de 1993, ascend¨ªa a los 20.000 millones de pesetas. Ahora puede haberse duplicado. La contenci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico en las cuentas nacionales impide que los Presupuestos Generales del Estado contemplen una inversi¨®n de tal calibre. Ante esta limitaci¨®n de las arcas p¨²blicas, la alcaldesa apunt¨® la posibilidad de abogar por el conocido "modelo alem¨¢n" -la empresa constructora adelanta el dinero, que recuperar¨¢ mediante consignaciones plurianuales en los presu-puestos-. Un sistema financiero que ha sido expresamente prohibido por la Uni¨®n Europea por entender que es una forma de encubrir el d¨¦ficit p¨²blico. Ante este panorama desalentador, emerge una opci¨®n de la que nadie quiere o¨ªr en la Bah¨ªa de C¨¢diz: un nuevo peaje. "Peaje blando", seg¨²n Mart¨ªnez, que pag¨® con un buen chaparr¨®n de cr¨ªticas su atrevimiento al apuntar en esta direcci¨®n en una sociedad muy sensibilizada por el coste de los peajes -autopista Sevilla-C¨¢diz hasta el 2019 y hasta 1982 el puente Jos¨¦ Le¨®n de Carranza-. Sabedora del coste pol¨ªtico de esta posibilidad, la primer edil municipal rehuye pronunciarse sobre el asunto. "No soy experta en financiaci¨®n", se justifica, desde entonces. La inc¨®gnita, sigue sin ser despejada. Tampoco est¨¢ claro que la Bah¨ªa de C¨¢diz disfrute de esta infraestructura en un plazo inmediato. El tercer acceso, seg¨²n el responsable del proyecto, Jos¨¦ Luis Manzanares, no estar¨ªa listo, en el mejor de los casos, antes del 2005. Eso siempre que el Gobierno lo aprobara enseguida