Color local
Largu¨ªsima corrida, dos horas 45 minutos, que ya dan de s¨ª, enturbiada, toreramente hablando, por eso y por el mal juego de los toros que, si bien manejables, no estuvieron a la altura de las circunstancias, que no eran sino las de tres toreros salmantinos ambiciosos de palmas y decididos a conquistarlas.En ocasiones se repara en la realidad de las cosas y llega el desaliento. Tanto Andr¨¦s S¨¢nchez, que sali¨® a hombros por la Puerta del Toro, como Pepe Luis Gallego, a quien se le neg¨® una segunda oreja en una plaza como ¨¦sta donde casi se regalan, merecen ocupar un puesto distinto al que ocupan y casi dir¨ªa padecen. El asunto debe estar planteado de diferente manera y no siempre se echa una mano a quien realmente lo merece.
Valdefresno / S¨¢nchez, Gallego, Chaves
Toros de Valdefresno (dos fueron devueltos), descastados y blandos; 4?, el mejor. 5? y 6? sobreros de Gabriel Hern¨¢ndez, flojos y mansos. Andr¨¦s S¨¢nchez: tres pinchazos y dos descabellos (silencio); estocada (dos orejas). Pepe Luis Gallego: estocada (oreja); estocada (petici¨®n y vuelta). Domingo L¨®pez Chaves: dos pinchazos y estocada (aplausos y saludos); estocada y descabello (aplausos). Plaza de La Glorieta, 16 de septiembre. 5? corrida de feria. Media entrada.
Andr¨¦s S¨¢nchez no tuvo m¨¢s remedio que actuar como un rehabilitador sin ¨¦xito ante su primero. Muleta a media altura, mimos, atenciones sin cuento. Antes los toreros deb¨ªan cuidarse del toro, pero hoy frecuentemente es el toro quien recibe los cuidados de su matador. Tiene guasa.
Un toro en estas condiciones, para un torero que viene decidido, debe ser lo menos alentador del mundo. Tesonero, lo intent¨® pero, visto lo visto, esper¨® la salida del cuarto a ver si escampaba. Y escamp¨®, porque con este toro, cuya muerte brind¨® a El Viti, se sinti¨® a gusto y se le not¨®.
Entonado, traz¨® una faena casi toda sobre la derecha, quiz¨¢ porque ?lvarez Cascos estaba en una barrera, y con pocas concesiones a la oposici¨®n, una brev¨ªsima serie de naturales. No obstante la monoton¨ªa, el trasteo tuvo sabor y a la hora de matar se atrac¨® de toro metiendo la espada hasta donde pone Toledo.
A todo esto, el toro, cuando manseaba indisimuladamente de salida, le peg¨® una oleada lanz¨¢ndole contra el estribo, que no le parti¨® por la mitad porque Dios no quiso. Ni qu¨¦ decir tiene que el porrazo no hizo mella en el torero. Hoy, probablemente, le doler¨¢ hasta el carn¨¦ de identidad.
Con Gallego estuvo inoportunamente estrecha la presidencia. Se le pidi¨® la oreja del quinto, al que mat¨® entrando a por todo, y se le neg¨® cuando en otros casos (con otros toreros, claro), el pa?uelo est¨¢ presto. Se le priv¨® de salir a hombros mereci¨¦ndolo tambi¨¦n, porque en su primero, en el que tore¨® divinamente con el capote, adelant¨® la muleta, se trajo toreado al toro y estando muy por encima de las condiciones de ¨¦ste, volvi¨® a decir qu¨¦ buen torero es. Bien clarito. S¨®lo, como a Andr¨¦s S¨¢nchez, le faltan contratos. Cu¨¢ntos con menos enjundia circulan por ah¨ª...
L¨®pez Chaves tambi¨¦n acudi¨® a esta cita de color local con todas las ganas posibles pero en su primero, que le zarande¨® en la faena de muleta, no logr¨® redondear nada aunque no escatimase ni rodillazos ni desplantes de esa guisa; adem¨¢s, lo mat¨® mal. Y en el sexto, aunque volvi¨® a intentarlo, no hab¨ªa de d¨®nde sacar nada. La gente le ped¨ªa que lo matase y, despu¨¦s de probarlo un poco m¨¢s, desisti¨®.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.