Noticias inacabadas
La columna del Defensor del Lector de este domingo hace las veces de una informaci¨®n que debi¨® aparecer en EL PA?S, secci¨®n de Espa?a, en alguna fecha de los meses de julio o agosto, pero que no apareci¨® y que podr¨ªa haber llevado un antet¨ªtulo y un titular que dijeran m¨¢s o menos lo siguiente: "Archivada la denuncia presentada contra Izquierda Unida. IU no vulner¨® la ley al ceder el fichero de sus militantes a una empresa privada".De este modo se habr¨ªa completado la noticia, a la que este peri¨®dico dedic¨® amplio espacio en p¨¢ginas interiores y un titular de primera (ediciones del 2 y 3 de febrero de 1998), de que Izquierda Unida hab¨ªa hecho entrega del fichero automatizado de datos personales de sus militantes, sin su consentimiento, a una empresa privada con el fin de proceder a su actualizaci¨®n y de que la Agencia de Protecci¨®n de Datos hab¨ªa abierto un expediente para determinar si dicha actuaci¨®n vulneraba o no lo previsto en la ley reguladora del tratamiento automatizado de los datos de car¨¢cter personal.
El expediente, abierto a ra¨ªz de los hechos y a partir de la denuncia de varios dirigentes de Nueva Izquierda y antiguos militantes de Izquierda Unida, ha sido archivado por resoluci¨®n de 6 de julio pasado del director de la Agencia de Protecci¨®n de Datos, Juan Manuel Fern¨¢ndez L¨®pez. Pero EL PA?S, que destap¨® en su momento esa supuesta actuaci¨®n irregular, no ha informado a sus lectores de ese dato relevante y fundamental para la cabal comprensi¨®n y valoraci¨®n de lo sucedido.
Un lector de Barcelona, Agust¨ª Roig, que no tiene inconveniente en que se conozca su afiliaci¨®n a la organizaci¨®n catalana hermana de IU, Esquerra Unida i Alternativa, ha alertado al Defensor del Lector sobre esta omisi¨®n informativa. "Tengo entendido", dice, "que la Agencia de Protecci¨®n de Datos ha decidido archivar la denuncia de Nueva Izquierda contra Izquierda Unida por considerar que ¨¦sta cumpli¨® en todo momento la Ley de Protecci¨®n de Datos. ?Es eso cierto? Si as¨ª fuera, estoy sorprendido". Y a?ade: "Atrib¨²yalo a mi desconocimiento de los entresijos period¨ªsticos, pero ?c¨®mo es que, si la presentaci¨®n de la denuncia fue tan noticiable, el archivo de la misma no merece ni una l¨ªnea del peri¨®dico? ?Es posible que nos hallemos ante un caso de parcialidad, tal vez de toma de partido por parte de su peri¨®dico, que decide en un momento dado dar una relevancia extraordinaria a un hecho pero ocultando su desenlace posterior a sus lectores?".
Hay que decir, en primer lugar, que el hecho que se?ala el lector no es infrecuente en el modo de actuar de los medios informativos. Se inicia una informaci¨®n sobre un asunto pero no se concluye. Las urgencias informativas del momento hacen que el periodista se olvide a veces de que en su agenda figura un tema informativo todav¨ªa vivo y cuyo desarrollo o desenlace merece ser conocido por los lectores. "Seguir la noticia" es una m¨¢xima profesional que contin¨²a vigente en las redacciones, aunque su cumplimiento resulte cada vez m¨¢s dif¨ªcil. La abundancia de informaci¨®n y su tratamiento cada vez m¨¢s compulsivo, instant¨¢neo y epid¨¦rmico por parte de los medios de comunicaci¨®n modernos no favorecen ese seguimiento de la noticia hasta que deja de serlo. Pero, a veces, seguir la noticia no es s¨®lo cuesti¨®n de inter¨¦s informativo, sino de honestidad profesional, como cuando, por ejemplo, debe informarse de que tal o cual persona de cuya detenci¨®n se dio cuenta ha sido puesta posteriormente en libertad sin cargos.
En el caso de la noticia sobre el archivo de la denuncia contra IU confluyen esos dos factores: inter¨¦s informativo y honestidad profesional. Podr¨ªan darse algunas explicaciones sobre su ausencia hasta la fecha en las p¨¢ginas de EL PA?S: tardanza en el conocimiento de las resoluciones administrativas, no haberse hecho eco de tal noticia las agencias de prensa, incluso tambi¨¦n la coincidencia con las vacaciones veraniegas. Pero ninguna ser¨ªa v¨¢lida. EL PA?S estaba especialmente obligado a hacer un seguimiento activo del desarrollo de una denuncia que apuntaba a hechos aparentemente graves (as¨ª los percibieron, al menos, algunos militantes de IU) y que tuvieron un relevante tratamiento informativo en sus p¨¢ginas.
Las cuestiones que plantea el lector rebosan buen sentido, pero quede tranquilo: no estamos ante un caso de parcialidad. Si ha habido un descuido o una falta de diligencia, su carta a esta a secci¨®n ha servido para poner las cosas en su sitio.
Pero como el Defensor del Lector habr¨ªa actuado incorrectamente de no verificar una noticia de la que el propio lector no est¨¢ seguro -"tengo entendido", dice-, lo que hizo fue ponerse en contacto con la Agencia de Protecci¨®n de Datos, donde, efectivamente, le confirmaron que la denuncia fue archivada. Tambi¨¦n solicit¨® el Defensor del Lector una copia de la resoluci¨®n administrativa a fin de que los lectores conocieran los argumentos esgrimidos para el archivo. Pero se le contest¨® que la Agencia de Protecci¨®n de Datos no tiene por costumbre facilitar a terceros -incluida la prensa- resoluciones que afectan a particulares, aunque en este caso tales particulares sean partidos pol¨ªticos y el tema objeto de la resoluci¨®n administrativa tenga un inter¨¦s p¨²blico evidente. En fin, que el Defensor del Lector, en funciones de informador en esta ocasi¨®n, tuvo que indagar en otras fuentes para hacerse con una copia de la susodicha resoluci¨®n administrativa.
?Cu¨¢les son esos argumentos?La resoluci¨®n se limita a establecer que Izquierda Unida cumpli¨® lo ordenado por el art¨ªculo 27 de la Ley de Protecci¨®n de Datos, seg¨²n el cual "quienes, por cuenta de terceros, presten servicios de tratamiento automatizado de datos de car¨¢cter personal no podr¨¢n aplicar o utilizar los obtenidos con fin distinto al que figure en el contrato de servicios, ni cederlos, ni siquiera para su conservaci¨®n, a otras personas, y que, una vez cumplida la prestaci¨®n contractual, los datos de car¨¢cter personal tratados ser¨¢n destruidos". Y ese cumplimiento se deduce de la cl¨¢usula denominada "Confidencialidad y Seguridad" que figura en el contrato suscrito entre Izquierda Unida y la empresa privada, as¨ª como del compromiso de confidencialidad asumido expresamente por esta ¨²ltima "sobre la informaci¨®n propiedad de Izquierda Unida".
Respecto a la utilizaci¨®n de datos personales de ex militantes de Izquierda Unida -entre ellos los de Juan Berga y Carlos M¨¦ndez, firmantes con otros de la denuncia, dados de baja en la coalici¨®n el 9 de diciembre de 1997 y el 8 de enero de 1998, respectivamente-, la Agencia de Protecci¨®n de Datos se limita a constatar que la Ejecutiva Federal de IU desconoc¨ªa ese hecho, pues el ¨²ltimo censo actualizado en su poder correspond¨ªa a las d¨ªas 5, 6 y 7 de diciembre de 1997, en los que tuvo lugar la celebraci¨®n de la 5? Asamblea Federal de la coalici¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.