Euroesc¨¢ndalo en un examen
Numerosos opositores relatan irregularidades en un concurso para plazas de funcionarios comunitarios
La Comisi¨®n Europea ha sido el primer cateado en el gigantesco concurso-oposici¨®n celebrado hace una semana en una treintena de ciudades europeas con la participaci¨®n de 30.000 candidatos. Los incidentes vividos al menos en dos centros opositores, en Bruselas y en Roma, han generado una oleada de denuncias y pueden acabar por provocar la anulaci¨®n del concurso.Muchos opositores denuncian que sus compa?eros iban al lavabo cuando se les antojaba, en grupos formados por decenas de personas, y que all¨ª intercambiaban informaci¨®n sobre las preguntas cuyas respuestas planteaban dudas. "Al acabar la primera prueba, la mitad de la sala se fue al lavabo", asegura un concursante que estuvo en el centro habilitado en Heysel, en Bruselas.
Quiz¨¢ inconsciente de la envergadura del problema y del da?o que estos errores pueden causar al prestigio de la Comisi¨®n Europea, su portavoz, Martine Reicherts, se tom¨® el asunto medio a broma. "Es una prueba larga y la gente tiene derecho a ir al lavabo", explic¨® ayer entre risas la cabeza visible de Jacques Santer. "Los funcionarios ten¨ªan que controlar las salas donde se realizaban las pruebas, pero no creo que tuvieran que controlar tambi¨¦n los lavabos", sigui¨® bromeando.
El comisario responsable del desaguisado, el finland¨¦s Erkki Liikanen, seguramente ya no r¨ªe tanto. "Har¨¢ todo lo posible para impedir la anulaci¨®n del concurso porque para ¨¦l supondr¨ªa un desprestigio terrible", aseguraba ayer un funcionario de la Comisi¨®n Europea. "Yo conozco un precedente de anulaci¨®n masiva de un concurso", aseguraba otro. La soluci¨®n que se apunta en Bruselas es la repetici¨®n de las pruebas celebradas en Bruselas y Roma, pero eso puede provocar problemas jur¨ªdicos, porque en principio todos los concursantes est¨¢n sometidos al mismo examen para evitar discriminaciones.
Las acusaciones de los opositores vejados no se limitan al problema de las necesidades fisiol¨®gicas. Un italiano asegura que en Roma algunos concursantes dispon¨ªan del cuestionario antes de que se iniciara la prueba porque hab¨ªa sido filtrado por un funcionario. Otros se quejan de la utilizaci¨®n de tel¨¦fonos m¨®viles en el interior de la sala que permit¨ªan obtener ayuda desde el exterior. Un candidato de Bruselas afirma que vio a otro consultar sin ning¨²n tapujo un ejemplar del Tratado de Maastricht, una chuleta en toda regla editada en 11 idiomas oficiales y algunas lenguas no oficiales.
"En Espa?a no se produjo el m¨ªnimo incidente", asegura un portavoz de la oficina de la Comisi¨®n Europea en Madrid. Pese a ello, los casi 3.000 espa?oles que se presentaron a las pruebas pueden acabar pasando por el trance de tener que repetir el concurso, el primero que se celebra desde hace cinco a?os para ciudadanos de pa¨ªses que no forman parte de la ¨²ltima ampliaci¨®n que dio entrada en la Uni¨®n Europea a Austria, Suecia y Finlandia. En total m¨¢s de 30.000 europeos aspiran a cubrir los dos centenares de plazas en juego. Muchos son ya funcionarios que quieren subir de categor¨ªa. Pero la mayor¨ªa son ciudadanos atra¨ªdos por la fama de bien pagados que tienen los funcionarios europeos.
En total se habilitaron 35 centros repartidos por una treintena de ciudades comunitarias. En Espa?a se hab¨ªa convocado a 3.571 personas, aunque se estima que se presentaron en torno a 2.800. Los centros m¨¢s grandes estaban en Madrid (1.337 concursantes en uno y 796 en otro), pero se celebraron tambi¨¦n pruebas en Barcelona (519), Sevilla (374), Valencia (335) y Gij¨®n (210 concursantes).
La Comisi¨®n justific¨® ayer el desbarajuste por la envergadura del concurso. Este volumen es consecuencia del nuevo m¨¦todo de oposici¨®n puesto en pr¨¢ctica por el comisario Liikanen, que permite que todos los candidatos tengan derecho a realizar esta primera prueba, de la que deber¨¢n salir los 3.000 que realizar¨¢n el examen definitivo para obtener las plazas. Hasta ahora, la Comisi¨®n realizaba una primera preselecci¨®n a partir de las candidaturas recibidas, reduciendo as¨ª el concurso a entre 2.000 y 3.000 opositores.
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