La Banda Sin Nombre reclama su divertida identidad

Su nombre responde a una realidad. Era un mont¨®n de amigos que, unidos por el blues y el rhytmn and blues, actuaban por los garitos de Madrid sin ninguna denominaci¨®n. Para no comerse el coco buscando la originalidad, ni epatar con algo rebuscado, se quedaron con el de La Banda Sin Nombre. As¨ª se han hecho ya con un nombre en los locales m¨¢s canallas. Hoy dan un salto con la presentaci¨®n en directo su primer disco en la sala Caracol.A su pasi¨®n por el rhytmn and blues a?aden enormes dosis de guasa y una imagen que, si no estrafalaria, podr¨ªa considerarse al menos llamativa. Chisteras y bombines, helic¨®n, tromb¨®n de varas y otros instrumentos de viento espectaculares. Casi como una vieja orquesta de Nueva Orle¨¢ns c¨®mo las que Tom Waits muestra en sus v¨ªdeos. Y en medio, guitarras el¨¦ctricas. La originalidad est¨¢ en su m¨²sica. Mucho swing, intenso blues que se mezcla con el vals, el boogie y el rock and roll m¨¢s primitivo.

La Banda Sin Nombre en Caracol (Bernardino Obreg¨®n, 18. Metro Embajadores). 22.00. 800 pesetas.