Las dos caras de la suerte
Un matrimonio se salv¨® al retrasar su vuelo y un marroqu¨ª muri¨® cuando regresaba, deportado, de su pa¨ªs
Las dos caras de la suerte se vieron ayer en el aeropuerto malague?o. La mala de las 38 personas que perdieron la vida poco antes de llegar a Melilla frente a la de al menos dos pasajeros que se salvaron porque, a ¨²ltima hora, cambiaron de planes y la de un tercero que, despu¨¦s de volar muchos viernes a esa hora desde hace tres a?os, decidi¨® enviar ayer a uno de sus empleados.Poco antes del mediod¨ªa, con el dolor encajado en los rostros, comenzaron a llegar a la terminal Pablo Picasso, de M¨¢laga, los familiares de las v¨ªctimas del vuelo siniestrado. Se tem¨ªan lo peor, pero a¨²n no hab¨ªa una confirmaci¨®n oficial. Quedaba un hilo de esperanza. Se diluy¨® muy pronto. No hab¨ªa supervivientes.
"Pepe, hijo; Pepe, hijo", repet¨ªa una y otra vez una mujer mayor ahogada por el llanto. "Dejadme respirar, por favor", pidi¨®, sin ocultar su enfado, a algunos c¨¢maras que la persegu¨ªan para captar su imagen.
En un rato, unos 50 familiares se concentraron en la sala especial que se habilit¨® en el aeropuerto para que esperaran la salida de tres vuelos especiales con destino a Melilla. El personal m¨¦dico de la estaci¨®n a¨¦rea tuvo que suministrar tranquilizantes a algunas de las personas que acababan de recibir la confirmaci¨®n de la cat¨¢strofe.
Un hombre mayor, con la voz quebrada, coment¨®: "Nos tienen muy bien atendidos. Son muy atentos. Pero, por favor, ahora no queremos hablar". Sus caras hablaban por ellos.
La vida por seis horas
Said Mohamed s¨ª cont¨® su historia. Es espa?ol, comerciante y vecino de Melilla. Hab¨ªa ido a Barcelona con el fin de comprar mercanc¨ªa para su tienda. Para obtener el descuento que se hace en los vuelos a los residentes en la ciudad norteafricana, su mujer y ¨¦l deb¨ªan haber embarcado en el avi¨®n siniestrado. Pese a ello, en el ¨²ltimo momento cambiaron los billetes. En vez de salir a las 8.30 decidieron hacerlo a las 15.00. "Hemos vuelto a nacer. Estoy en blanco", confes¨® visiblemente tenso.Said se enter¨® del accidente porque unas amigas que hab¨ªan o¨ªdo la noticia por la radio le dejaron un recado en el buz¨®n de voz de su tel¨¦fono m¨®vil: "Estamos preocupadas por vosotros. Creemos que est¨¢is bien". Fue entonces cuando el empresario llam¨® al aeropuerto y se enter¨® de lo ocurrido. Su esposa y ¨¦l tampoco tomaron el vuelo de las tres de la tarde. Prefirieron irse en barco.
La buena suerte tambi¨¦n se cruz¨® en el camino de Jos¨¦ Le¨®n Gonz¨¢lez. Durante los ¨²ltimos tres a?os, este industrial, dedicado a la pintura y la decoraci¨®n y con clientes en Melilla, viajaba muchos viernes en el vuelo al que ayer se le cruz¨® la otra suerte, la mala.
Un empleado suyo, Jos¨¦ Peralta, ocup¨® su lugar en el cuatrimotor que sali¨® de M¨¢laga y no lleg¨® a su destino. ?l mismo lo llev¨® al aeropuerto para que lo cogiera a tiempo. Cara y cruz de la moneda: cay¨® del peor lado para Peralta.
Entre el pasaje se encontraba tambi¨¦n un joven marroqu¨ª de 22 a?os deportado hacia su pa¨ªs por carecer de la documentaci¨®n precisa para permanecer en Espa?a.
No pod¨ªa imaginar que el vuelo PKN 4101 no era el camino de vuelta a Marruecos, sino un pasaporte hacia la muerte. Su hermano, que tiene residencia legal en M¨¢laga, le hab¨ªa acompa?ado hasta la zona de embarque. Este hombre hab¨ªa decidido cumplir de manera voluntaria la orden de expulsi¨®n, que le fue dictada hace unos d¨ªas por la Administraci¨®n espa?ola. Por eso ning¨²n polic¨ªa le acompa?aba en el que fue su ¨²ltimo viaje.
Los familiares de los fallecidos fueron trasladados a Melilla en tres vuelos de la compa?¨ªa Binter, que salieron a las 13.00, las 14.00 y las 18.45. No llevaban m¨¢s equipaje que su pena.
Escuchar y consolar
Carmen Moreno, miembro del equipo psicol¨®gico que la Cruz Roja instal¨® en el aeropuerto malague?o, intentaba aliviarlos. "Pero en esta situaci¨®n es muy dif¨ªcil. Sufren crisis producto de la situaci¨®n de dolor por la que atraviesan. Nos limitamos a escucharlos y consolarlos. ?sa es ahora nuestra labor", explic¨®.La organizaci¨®n humanitaria desplaz¨® a la ciudad norteafricana dos ambulancias para las tareas de rescate. No faltaron las muestras de dolor de las instituciones malague?as. La Junta, la Diputaci¨®n y el Ayuntamiento aportaron al operativo sus recursos materiales y humanos.
La alcaldesa, Celia Villalobos, hizo p¨²blico su p¨¦same a los familiares de las v¨ªctimas y envi¨® un telegrama de condolencia a la alcald¨ªa-presidencia de Melilla, dirigida por Enrique Palacios.
M¨¢s de un periodista se debati¨® ayer entre importunar a los deudos con preguntas o dejarlos llorar en paz. Ellos no quisieron hablar y los informadores guardaron los interrogantes para la rueda de prensa que a las 13.30 ofreci¨® el subdelegado del Gobierno en M¨¢laga en el mismo aeropuerto. Carlos Rubio confirm¨® la noticia: "No hay ning¨²n superviviente".
La tensi¨®n de la tragedia propici¨® alguna escena involuntariamente macabra: un empleado de la agencia de seguros Ocaso se plant¨® en medio de la rueda de prensa, interrumpiendo las preguntas de los medios, y reclam¨® la lista de los pasajeros para ver si hab¨ªa alg¨²n asegurado cuyo cad¨¢ver tuviera que repatriar.
Jordi Batalla, jefe del departamento de Tr¨¢fico de la compa?¨ªa a¨¦rea, tuvo que aclararle que de eso ya se encargar¨ªa el seguro de Pauknair.
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